Repudio internacional por las torturas de la CIA

Alemania, China y Rusia, entre otros, cuestionaron la metodología usada por EE. UU. tras el 11-S. Polonia reconoció que en su territorio se aplicaron tormentos.

BERLÍN/VARSOVIA.- El informe publicado por el Comité de Inteligencia del Senado norteamericano sobre los interrogatorios de la CIA durante la administración de George W. Bush generó ayer fuertes reacciones internacionales, mientras que el ex presidente polaco Aleksander Kwasniewski reconoció interrogatorios de Estados Unidos.

Por primera vez, Kwasniewski manifestó que su país permitió a los servicios de seguridad estadounidenses usar una ex base militar para interrogatorios tras los atentados del 11-S de 2001.

“La parte estadounidense se dirigió a Polonia para encontrar un lugar tranquilo para obtener información”, dijo sobre los interrogatorios a sospechosos de terrorismo en suelo polaco en los años 2002 y 2003. La ex base militar era Kiejkute, en la región de Masuria. Kwasniewski subrayó que Polonia pidió que los sospechosos fueran tratados como prisioneros de guerra. “Los estadounidenses no lo firmaron, pero aseguraron que aceptaban el contenido (de la petición escrita)”, explicó.

En la mañana, Kwasniewski había dicho a la radio TOK FM que la colaboración entre servicios de seguridad no significaba un permiso para emplear métodos de tortura crueles. “Teníamos reparos, pero no (pensamos) que los estadounidenses podían violar la ley en tal medida”, dijo. “Hubo una colaboración de los servicios de seguridad, pero no un permiso para la tortura”.

El Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos publicó el martes un informe de más de 500 páginas en el que asegura que los interrogatorios realizados por la agencia de seguridad estadounidense CIA durante la administración de George W. Bush a sospechosos de terrorismo fueron “brutales y mucho peores” de lo que habían admitido inicialmente los agentes y que, además, “no fueron efectivos”.

Alemania condenó ayer las torturas practicadas por la CIA. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó su consternación por el informe y dejó claro que espera que Estados Unidos trate el tema de forma legal.

“Pienso que Estados Unidos lo hará de manera correcta y que requiere el tema”, dijo Merkel.

Los informes de la CIA causaron malestar al gobierno en Lituania, donde al parecer también se llevaron a cabo interrogatorios.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y otros funcionarios están en contacto con varios gobiernos, anunció la portavoz Jen Psaki.

También la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch pidieron castigar a los culpables. Obama, sin embargo, había señalizado claramente en el pasado de que no iba a llevar a cabo procesos o castigos.

Las críticas también llegaron de Rusia y China. Dadas las prácticas de la CIA, Pekín dijo que no aceptará más críticas por parte de Washington por violaciones de los derechos humanos.

“Estados Unidos no es un modelo a seguir ni un juez calificado para cuestiones de derechos humanos en otros países, como alega ser”, comentó la agencia oficial de noticias Xinhua.

La CIA utilizó por última vez estas polémicas formas de interrogatorio en diciembre de 2007, pero hasta que Obama llegó a la Casa Blanca en enero de 2009 no se prohibieron. (DPA)

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