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Río Negro vota con un clima prelectoral poco motivado

Participarán seis fuerzas en las PASO aunque sólo dos -Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda- definirán candidatos a Diputados para el 14 de noviembre. La compulsa contiene planes y expectativas en el armado para el 2023.

La convocatoria a las urnas de hoy será la sexta elección PASO, con una previa de un electorado desinteresado y una compulsa reducida en Río Negro a dos de la seis fuerzas partícipes.


En concreto, Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda-Unidad son las únicas agrupaciones que resolverán sus candidatos a Diputados para las Generales.


Las cuatro restantes -Frente de Todos, Juntos Somos Río Negro, Socialismo y MAS- se presentan con una sola lista. Tendrán un exclusivo requisito para pasar a la otra instancia: lograr el 1,5% de los votos válidos (que son algo más de 5.000 votos, dependiendo de la asistencia).


Así, la definición electoral es reducida, pero si hay expectativas y armados que se ponen en juego, como este ensayo con vista al comicio del 14 de noviembre. Recién entonces Río Negro elegirá a los reemplazos de las diputadas nacionales con mandato por cumplir: la radical Lorena Matzen y la justicialista Ayelen Sposito.


La primera prueba de hoy será su cumplimiento en este cuadro pandémico, con cuidados y con medidas especiales. Igualmente, la Provincia no tiene cambios importantes en su diseño, pues poco se modificó en el número de mesas y de lugares. Se programaron 1701 mesas, en 297 lugares, cuando en el 2019 se dispusieron 1672 urnas, en 275.


Otro interrogante para la jornada, pandemia y crisis de por medio, se corresponde con la asistencia de los electores, considerando que las evaluaciones anticipan un alto desinterés y desconocimiento. Una baja asistencia o alto porcentaje de votos nulos/blanco es señal de alarma para las distintas fuerzas porque confirmaría un malestar inusual con la política.


El componente climático tampoco parece colaborar con la concurrencia, pues el pronostico de hoy indica, fuertes vientos, nevadas y lluvias en gran parte de Río Negro.


La elección de noviembre cerrará este proceso, pero los resultados de este domingo se constituirán en las partidas, con sus motivaciones o frustraciones. Arrastrarán, también, lecturas electorales.


El justicialismo rionegrino -hoy, el Frente de Todos- siempre se revitaliza en las series nacionales y espera repetirlo en esta ocasión, buscando reconstruirse, tras la derrota gubernamental del 2019, y el senador Martín Doñate pretende consolidarse con vista a su intención de postularse en el 2023 para la gobernación. Para eso, fue el armador de la lista de precandidatos y ejecutor de la estrategia de la campaña, salvo en Roca que Martín y María E. Soria mantiene autonomía y mando territorial. El recuento de votos bosquejará también ese débil equilibrio interno.


El oficialismo, Juntos, se focalizó en participar del reparto de las dos bancas por renovar, pero además conlleva un reposicionamiento interno. El ex gobernador Alberto Weretilneck es el único dueño de la marcha cumplida y, por eso, el desenlace de los cómputos lo tendrá como responsable excluyente.
Por el contrario, la mandataria Arabela Carreras tuvo asignado un rol secundario, con actuaciones ajustadas al programa diseñado por Weretilneck.


En sus planes, el senador puso y pone atención en Juntos por el Cambio, quien resolverá hoy cuáles serán los precandidatos para inscribir en las Generales de noviembre. Las tres boletas están encabezadas por Germán Jalabert, Aníbal Tortoriello y Mario De Rege. A Weretilneck no le es indiferente cualquier ganador en esa alianza de UCR, PRO y el ARI. Accionó y desea que el ex intendente cipoleño no sea el elegido y, en todo caso, tenga un volumen electoral acotado si lo es finalmente. Esa aspiración sólo se explica en su mirada en el 2023. Ocurre que Tortoriello, sin disimulos, anhela presentarse por la próxima gobernación. Un buen respaldo le daría un inicio auspicioso, pero el radicalismo quiere resurgir y, para eso, debería encabezar la boleta de JxC.


El Frente de Izquierda tendrá su definición entre la boleta de los históricos socios (PO y la Izquierda de los Trabajadores), encabezada por Norma Dardik, y aquella del Movimiento Socialista de los Trabajadores, liderada por Jorge Paulic. Su debate real no está en las postulaciones, sino en una proyección de fondo. El MST pretende un Frente más abarcativo.


Al concluir esta jornada, gran parte de las especulaciones habrán finiquitados. Otras tendrán vidas.


Cinco Primarias y sólo en dos procesos existieron compulsas de precandidatos


Esta elección será la sexta PASO desde su implementación en el país, destinada a la obligación de los partidos de resolver sus candidatos nacionales en una compulsa abierta. Las agrupaciones o frentes -mayoritariamente- salvan esta exigencia con forzadas listas únicas.

De las cinco anteriores, sólo en dos procesos se cumplió ese objetivo, es decir, existieron compulsas en sus fuerzas.

No fueron tantas: tres disputas internas en total, en el marco de las Primarias nacionales, que ya llevan un año.
La última fue en el 2015, con dos listas socialistas, y antes, en el 2013, con tres de la UCR y con dos del PPR.

Nunca más. Las anteriores, del 2017 y 2019, fueron simples trámites para transformar a los mismos precandidatos en candidatos. Sólo se advirtieron exclusiones cuando, en algunos casos (como en el 2019), una fuerza menor no lograba el 1,5% de los votos válidos y, en consecuencia, la ley no permite su acceso a la instancia de las Generales.

En la historia de las PASO en Río Negro, el justicialismo -sólo o en frente- siempre concurrió con una lista de unidad.

Juntos Somos Río Negro, con una menor existencia, lo imitó en sus tres participaciones, con el traumático debut del 2017 cuando desertó después del tercer lugar obtenido en las Primarias.

El radicalismo registra un interna en el 2013 para resolver sus candidatos a Diputados y al Senado. Luego, los correligionarios no evidenciaron sobresaltos en las restantes participaciones.

Hoy, dos fuerzas, con contiendas de listas, aportarán sentido a las Primarias: Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda.

La concurrencia

77%
Fue la mayor presencia del electorado en las Primarias. Fue en 2011, en su debut. La menor fue en el 2017.

Un punto de análisis será la participación


En la última década, la concurrencia electoral en Río Negro más baja estuvo en el 73,01%. Ocurrió en las PASO del 2017, que es una elección de medio tiempo, es decir, proceso de recambio parlamentario. Igualmente, en las Primarias de agosto del 2015 -que incluyó la renovación presidencial- no fue muy superior y rondó el 73,7%, que sí repuntó en las Generales de octubre de ese año y llegó al 80,5%.

En cambio, la mayor asistencia rionegrina en las PASO estuvo en su debut, en el 2011, con el 77% aunque no existió ninguna confrontación electoral ya que todas las fuerzas participaron con listas de unidad. No se resolvía nada. Poco creció para los comicios de octubre, que fue del 78,5%.

Las tres posteriores –el 2013, 2015 y 2017- oscilaron entre el 73% y 74%. Recién en el 2019, con el empuje de la discusión presidencial, la participación en las Primarias ascendió al 76,1%. La posterior General llegó al 80,4%.

Con estos antecedentes de asistencias, Río Negro votará hoy, con un previo clima de un electorado desinteresado. La sociedad está sumida en sus preocupaciones cotidianas. Los últimos sondeos todavía mostraban una porción por encima del 20% de votantes no definidos o, directamente, expresando su rechazo a participar.

Electorado y mesas

560.426
Electores hábiles para la elección de de hoy. Solo un poco más de 4.000 habilitados en relación al 2019.
1.701
Mesas se programaron en este proceso. En el anterior, 1672 se habilitaron para 556.393 electores.

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