Salatino, el hombre que cumplió 100 años y tuvo Covid-19

En 2020 pudo festejar su centenario. Tuvo Covid-19 y se recuperó. Hoy, está cuidado y feliz.



Don José Salatino Mazzulli va camino a los 101. Aún en este año de pandemia, pudo festejar su centenario, el 9 de noviembre del 2020, con una mesa en la calle, y algunos vecinos a distancia que le cantaron por debajo del barbijo. Un mes tarde, antes de un estudio médico que se realizaba en Roca, contrajo el Covid-19. Salatino se recuperó sin secuelas horas antes de los festejos navideños.

Por estos días, instalado cómodamente en su domicilio en la localidad de Choele Choel, acompañado y cuidado por su hija Susana, con vigor inquieto, pasa las horas rodeado de amigos y familiares repasando historias, cuentos, inclusive continua con su proyecto de escribir y dejar plasmados relatos de vida en calendarios que busca que sean impresos para su distribución en el Valle Medio.

Don José se sigue recuperando de la intervención quirúrgica en la que le colocaron un marcapaso.
Previo al contacto José interrumpió la charla que mantenía con su nieta, Anabela Romina, que había llegado desde Las Grutas para visitarlo. “Estuve ocho días internado y miento si digo que un día sentí algún dolor cuando me abrieron el pecho para colocarme un minúsculo corazón artificial –marcapaso-. Gracias a Dios estoy perfectamente bien», asegura. Y es verdad: tieneuna memoria prodigiosa, un buen estado físico, y sólo una disminución a la hora de escuchar.

“Hace todo solo y se me enoja si trato de ayudarlo. Tengo que sujetarlo para que no se me escape porque enseguida llama a un taxi y se quiere ir hasta Darwin a visitar a toda la familia que está allá o se quiere ir a charlas con otros amigos. La verdad, es envidiable la energía que tiene. No lo para nadie», comenta sonriente Susana.

Acá estoy, muy bien de salud. Paso muchas horas mirando al cielo y a las estrellas, mucho no podemos hacer, pero estoy muy feliz con mucha gente que me sigue queriendo»

José Salatino Mazzulli


Don José tiene tres hijos,- José, Susana y Rafael-, 9 nietos, 14 bisnietos y espera que en pocos mese sume uno más a sus 4 tataranietos.

En su repaso, asegura que a lo largo de su vida jamás vivió algo similar a lo que ocurre con la pandemia. Recuerda que antes de su nacimiento Argentina sufrió la peste amarilla donde la gente se moría en la calle.
Cuando se le consultó si se vacunó o se va a vacunar, Salatino respondió tácitamente “No, no, no, estoy muy bien me siento como un roble y no me pienso vacunar, porque no quiero ser un chanchito de la india para experimentar, no se me cruza por la cabeza vacunarme. A lo largo de mi vida llevé una vida ordenada por eso tengo la salud que tengo. Solo recuerdo en estos 100 años y cuatro meses que en mi vida me vacunaron solamente una vez cuando tenía cuatro años y lo recuerdo porque todavía tengo el pinchazo en el brazo.”

Susana interviene: “Lo hablé varias veces con el si se quería vacunar y siempre se negó. Se lo comenté al personal de salud del hospital y dijeron que no se lo puede obligar, pero seguramente está aun inmune y los anticuerpos los tendrá por un tiempo luego de superar en diciembre la infección.”

La mujer que tuvo coronavirus al mismo tiempo que José, se inscribió para vacunarse y espera el llamado para que le den el turno.


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