Saturno se presentó en convocatoria

NEUQUÉN (AN) – La crisis económica mundial tuvo su primer coletazo fuerte en la región: Saturno Hogar, una firma emblemática en la región en la comercialización de electrodomésticos convocó a concurso preventivo de acreedores. La caída de los fideicomisos como fuente de financiación de los créditos personales, herramienta clave de su estrategia de ventas, y las altas tasas bancarias, fueron el detonante para la decisión.

Sus directivos destacaron que al margen de los problemas financieros provocados por el marco internacional, la empresa posee la solidez económica que le permite afrontar la coyuntura garantizando su continuidad.

No se prevé el cierre de ninguna de sus 35 sucursales ni desprenderse de personal, una plantilla de 500 empleados directos. Se calcula un número similar por los servicios contratados.

Con más de 30 años en el mercado y una reciente expansión en otros lugares de la región, con apertura de nuevos locales, Saturno Hogar tiene un registro que trepa a los 120.000 clientes activos y llegan a 500.000 los contenidos en las bases de datos.

«La decisión de apelar a esta posibilidad legal comercial, que es la convocatoria de acreedores, se fundó en el tema de la financiación con respecto al fideicomiso, que era el medio de financiación que la empresa utilizaba para respaldar y apalancar el crédito personal», señaló Vicente Carabetta.

Junto a Rafael García y Pierino Mastronardi comentaron los motivos que llevaron al directorio a decidir la convocatoria.

«Vendíamos a 12, 15 ó 18 meses y al proveedor hay que pagarle en 40 ó 45 días. Esa brecha uno tiene que financiarla o buscar quién la financie. Veníamos con un crédito a tasas del 9 o 10%, pero después de marzo de 2008 las tasas se dispararon y se tornó inviable concertar con los bancos una mejora en los intereses. Llegaron a cobrar el 45% de interés anual», destacaron.

Entre los motivos que complicaron el panorama comercial señalaron que el precio del petróleo jugó un rol crucial. Particularmente en esta zona, con alta dependencia de esta actividad. Señalaron que el conflicto campo-gobierno fue otro elemento perturbador. «Hubo un cambio de expectativa muy fuerte».

Otro punto clave fue, explicaron, la estatización de las AFJP. «Desde entonces la empresa tuvo que paulatinamente cortar los plazos comerciales de los créditos personales. Hoy, perdida esa fuente de financiamiento, sería suicida mantener los créditos a 18 meses», indicaron.

Para el caso de tener que cerrar alguna sucursal, lo harán en localidades donde tienen dos locales o en ciudades vecinas.