Secuelas del covid-19: una segunda y difícil batalla después de la enfermedad

La salida de terapia intensiva es un capítulo aparte para los pacientes más complicados. ¿Hay espacios de rehabilitación en la región?

Muchos rionegrinos transitaron la covid-19 y entre los que lograron salir adelante de cuadros moderados y graves, algunos tuvieron que seguir la batalla. El “después” del coronavirus es una etapa de sintomatología que algunos atraviesan y que ha llegado a prolongarse hasta tres meses. Estos casos requieren rehabilitación y demandan más esfuerzos y recursos del sistema de salud.

Algunos médicos y especialistas de Río Negro lo llaman “secuelas post covid”, sin embargo otros prefieren no darle ese rótulo por ser aún una enfermedad desconocida que está en etapa de investigación. Lo cierto es que a diario se reportan casos de pacientes que reciben el alta de covid, pero que por diversos síntomas y afecciones precisan seguir bajo estricto cuidado y tratamiento para volver a su estado de salud anterior.

Sergio Benítez, neumonólogo del Hospital Ramón Carrillo de Bariloche y coordinador de Oncología de la Asociación Argentina de medicina respiratoria, aseguró que atiende entre uno o dos pacientes post covid por día, pero que aún no hay un registro oficial sobre cantidad de personas que quedaron en este estado.

“Estos pacientes parecen tener las mismas secuelas que cualquier otro paciente crítico, el llamado Síndrome post terapia intensiva. Es frecuente que se presente debilidad, dolores musculares, cansancio, trastornos del sueño y temor. Estamos viendo en algunos pacientes leves y moderados un síndrome de covid extendido o post covid”, explicó Benítez, quien también es vicedirector del departamento de Oncología de la Asociación Latinoamericana del Tórax.

Enrique Santillán, kinesiólogo intensivista del Hospital de Bariloche, comentó que alrededor de un 10% de las personas que contraen coronavirus, desarrollan este tipo de secuelas y estas se resuelven dentro de las tres semanas, pero hay un pequeño porcentaje, en el que se extiende más allá de los tres meses. En tanto, el 65% de los pacientes vuelve a su estado de salud previo a adquirir covid entre los 14 y 21 días. “Es muy poco el porcentaje de población que tiene sintomatología o secuelas a largo plazo”, evaluó el kinesiólogo.

Las secuelas podrían clasificarse en tres grandes grupos: respiratorias, del músculo esquelético y neuropsiquiátricas, según explicó el especialista en kinesiología. Los síntomas post covid más frecuentes son: tos, febrícula o fiebre baja, disnea, dolor o ardor de pecho, dolor de cabeza, fatiga, cansancio, dolor y debilidad muscular, dificultades neurocognitivas, falta de concentración, pérdida de memoria, depresión y en algunos casos molestias gastrointestinales y alteraciones metabólicas. “El estrés postraumático se manifiesta en muchos pacientes”, comentó Santillán.

La intensidad de estos síntomas también depende de cómo haya transitado la enfermedad esa persona, ya que las secuelas de un paciente pos terapia intensiva (ver recuadro), son distintas al paciente que no llega a UTI, o que el moderado; o el leve que en general no siente más que una gripe común. Tampoco es lo mismo en los casos en que ya posean enfermedades crónicas cardiovasculares, obesidad, diabetes o cáncer; pacientes que se ven más afectados.

“La mayoría de los pacientes poscovid han quedado con disnea o falta de aire por un tiempo, de dos a tres meses. También dolor de espalda o en el pecho, recuperación que lleva un tiempo por la cicatrización de los pulmones”, comentó la kinesióloga intensivista Mirian Romero desde el Hospital López Lima de Roca.

La jefa de la unidad de terapia intensiva del Hospital de Roca, Cristina Orlandi, aseguró que ya tuvieron alrededor de seis pacientes críticos con secuelas covid y que necesitaron rehabilitación, inclusive de deglución y fonación, como fue el caso de un paciente covid de Roca de 56 años que cumplió 90 días en terapia intensiva, y fue la internación más larga.

“Dado lo nuevo de la enfermedad, se sabe poco sobre este tema. Nuestra estrategia es estudiar a los pacientes y seguirlos a largo plazo”, aportó el neumonólogo y reforzó la idea de que cada caso es particular.

Hay tratamiento

“El tratamiento de rehabilitación cardiorrespiratoria en pacientes crónicos tiene el enfoque de tratar de reducir esa sintomatología y llevarlos a un nivel superior de rendimiento en su vida diaria y obviamente mejorar su estado de salud”, explicó Santillán.

Este tipo de rehabilitación está enfocada a pacientes que padecen estas secuelas y tienen enfermedades crónicas. Se realiza a partir de un equipo interdisciplinario que debe estar conformado por neumonólogos, kinesiólogos, psicólogos, nutricionistas, entre otros.

“Consiste en trabajar la disnea, la fatiga y la debilidad muscular dentro de un gabinete de rehabilitación, como si fuera un gimnasio que debe estar adecuadamente equipado”, aseguró Santillán, ya que todos los entrenamientos son monitoreados. Para cada paciente, el cuerpo médico debe hacer un plan de trabajo específico con evaluaciones individuales.

En el caso de pacientes que obtienen el alta de terapia intensiva, la rehabilitación se intensifica tras la desvinculación del respirador y pasa a una la sala de internación común. Allí continúa la rehabilitación hasta que sale de la institución. En algunos casos, el paciente continúa con el tratamiento en forma ambulatoria.

El kinesiólogo explicó que se trabaja el acondicionamiento físico aeróbico y ejercicios complementarios de fuerza de miembros superiores e inferiores. En los casos de depresión o estrés postraumático, se acompaña al paciente con especialistas en salud mental, lo mismo que en la parte neurocognitiva y así en cada una de las afecciones.

Pero hay un grupo de pacientes que con seguimiento médico y caminatas de 30 minutos tres veces por semana, puede recuperar su estado de salud en el corto plazo sin necesidad de un plan de rehabilitación.

Consultado por el rol de la neumología en la recuperación, Benítez aseguró que es de gran importancia ya que la mayoría de los pacientes desarrollan un síndrome respiratorio y su especialidad debe ser parte de los equipos de seguimiento de pacientes pos covid y que el profesional tenga un perfil clínico.



“El paciente que entra a Terapia Intensiva con covid necesita asistencia de rehabilitación desde el minuto cero”, explicó el kinesiólogo Santillán, quien desde su rol, se encarga del manejo de la vía aérea, el cuidado en respirador, del manejo de secreciones, la desvinculación del respirador, la pronación, entre otras tareas.

El paso de un paciente por cuidados intensivos en general es prolongado ya que pueden llegar a permanecer entre 30 a 40 días y es por esto que el organismo sufre alteraciones debido no solo a las con secuelas de la asistencia respiratoria mecánica, sino a la medicación y la parálisis general del cuerpo.

La desvinculación del respirador puede causar trastornos deglutorios o de la fonación y la parálisis de los músculos durante 30 días o más, genera una debilidad importante. “Allí es donde suelen quedar algunas secuelas en el paciente y dificultades para movilizar piernas, brazos, tragar y hasta respirar, porque los músculos quedan débiles”, expresó Santillán. Todas estas secuelas son trabajadas mediante la rehabilitación post terapia.

El paciente tenía una calidad de vida previo a adquirir covid y la búsqueda de la rehabilitación es devolverle ese estado de salud.

Enrique Santillán, kinesiólogo intensivista de Bariloche.



En el sistema público rionegrino no hay centros de rehabilitación con internación para pacientes post terapia intensiva, según comentó la jefa de UTI, Cristina Orlandi. El más cercano y único en la región es en una clínica privada de Neuquén.

En el marco de la pandemia, en la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) comenzó a crecer la preocupación sobre este tema. Las salas de rehabilitación intensiva de pacientes post covid son extremadamente escasas y es casi imposible en el sistema de salud derivar pacientes críticos con debilidad muscular o secuelas neurológicas a centros de rehabilitación, tal como lo indicó en un ateneo virtual la médica intensivista Carina Balasini, del Hospital Pirovano.

La experiencia más avanzada está en la ciudad de Buenos Aires. Se crearon durante la pandemia las salas de rehabilitación intensiva post covid llamadas “Sarip”. Son salas de clínica médica para pacientes que salen con el síndrome de post terapia intensiva. El principal tratamiento es la rehabilitación y para ello se conforman equipos transdisciplinarios compuestos por kinesiólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, terapistas, trabajadores sociales, nutricionistas y hasta musicoterapeutas.

En el caso de Bariloche, no hay salas con internación, pero hay un servicio de rehabilitación en el hospital para abordar todo tipo de patologías inclusive rehabilitación cardiorrespiratoria. Allí trabajan kinesiólogos, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicopedagogos y se atiende desde neonatos hasta adultos. Además, hay un centro de rehabilitación privado en el que se dedica a pacientes post covid en forma ambulatoria.

“El hospital cuenta con un gran equipo de rehabilitación respiratoria que fue uno de los primeros en generarse en el interior del país. Actualmente la disponibilidad de turnos es limitada dada la demanda de los pacientes ventilados en internación”, aseguró el neumonólogo Benítez.

En el caso de Roca, “los pacientes que salen de UTI y requieren rehabilitación quedan en sala de clínica”, comentó Orlandi y dijo que son atendidos por kinesiólogos, pero solo hay dos profesionales para una gran cantidad de pacientes. También existe el centro Adanil, pero es para pacientes ambulatorios.

Contar con el equipo de salud multidisciplinario y adecuado para hacer este tipo de rehabilitación tampoco es tarea sencilla, sino que hoy es una de las “limitantes” por la falta de profesionales médicos y kinesiólogos intensivistas en todo el país, según opinó Santillán. 

La falta de este tipo de espacios termina implicando un problema para las familias que se deben hacer cargo de los pacientes en ese estado en sus casas y genera que estos tengan “menos posibilidades de recuperarse y reinsertarse en la sociedad”, analizó Orlandi.

“Debería haber un centro de rehabilitación así, no solo en pandemia. Siempre se necesita para pacientes respiratorios, neurológicos y por el síndrome post UCI (terapia intensiva)”, manifestó la médica de Roca. 

Sobre la zona andina, Benítez, comentó que el tema está planteado en el hospital y se evalúa “generar un consultorio post covid y salas de atención específica”.

Es necesario armar estrategias de rehabilitación en la provincia, porque los que van saliendo de terapia Intensiva lo necesitan.

Cristina Orlandi, jefa de la Terapia Intensiva del hospital de Roca.


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