25.000 ediciones: el mundo femenino, la fruticultura y el primer Golpe

Desde aquella primera edición en 1912 hasta la número 25.000 que hoy se imprimió y se subió a la web, muchos sucesos fueron marcando cada década.

Nos describen hoy, guardados en el archivo “de papel” y digital, cómo fue vivir esos años en la región, desde la mirada de los periodistas, fotógrafos y editores que pasaron por la redacción.

Años 1929 al 1939 |

Mundo femenino:

A medida que avanzaron los años y la cantidad de páginas en “Río Negro”, crecía el espacio dedicado a la mujer según los estereotipos de la época.

En las primeras décadas de siglo XX la audiencia femenina era destinataria de consejos para la estética, la limpieza y orden del hogar.

El paso, la voz, el gesto, la sonrisa, eran considerados por ejemplo, “problemas” a tener en cuenta, para corregirlos, mejorarlos y lograr el efecto deseado.

“Todo el mundo está de acuerdo que los labios mejor formados son aquellos que afectan la forma de un perfecto “arco de Cupido”, como se definía a la forma ideal, aconsejaba una de las publicaciones.

Para conseguirla explicaba el funcionamiento de un “invento interesante”, un “aparatito” hecho de hierro y resortes, que con presión y uso continuo, brindaba la forma deseada.

Llegada de AFD, capitales ingleses para la fruticultura:

Trabajadores de la AFD – Fuente: proyectoallen.com.ar

Con el paso de los años, cada vez fue más concreto el cambio en el tipo de cultivos que cubrían el suelo del Valle. Lejos quedaba la idea de que los productores locales sólo producían alfalfa, lino, maíz, etc.

La labor de los primeros fruticultores, considerada “precaria” a la vista de los inversores ingleses, fue el foco al que desde Ferrocarriles del Sud apuntaron para sostener el monopolio en la zona.

Así, con capitales del mismo origen conformaron la Argentine Fruit Distributors (AFD), que insistió para promover la exportación de frutas entre las cooperativas de chacareros que ya se organizaban para vender lo que cosechaban.

A través de un censo en 1935, abocado al departamento General Roca y Confluencia de Neuquén conocieron todas las especies y variedades frutales que crecían regadas por los canales.

Primero se instalaron las plantas de empaque en Cinco Saltos, Cipolletti, Allen, y kilómetro 1.156, y con posterioridad en Villa Regina. Estas plantas se construían en las mismas playas ferroviarias, circunstancia que las colocó en ventaja con respecto a otras empresas similares, puesto que su producción pasaba directamente a los vagones.

En esas sedes la empresa impuso el uso de cajones cosecheros estándar (field boxes – bins) en los cuales se trasladaba la fruta recién cosechada desde la chacra al galpón, por camión o por carro.

Lejos de las “ramadas” en las chacras, un oficio artesanal de los trabajadores rurales y embaladores, se clasificaba en forma mecánica por tamaño y a mano por calidad, teniendo en cuenta la presentación. Luego cada fruto se envolvía con papel especial y se embalaba con cajones tipificados de madera de álamo. Así se remitía a Buenos Aires.

La AFD, a través de la estación Agronómica del Ferrocarril Sud, proveía también los insecticidas, fertilizantes y el asesoramiento necesario, siempre acorde a los intereses del capital británico.

El sistema de comercialización que estableció, y que con pocos cambios persiste hasta hoy, fue el de consignación del producto y liquidación posterior para su venta, sin que el chacarero pudiera saber por anticipado el precio que finalmente se le pagaría.

1° golpe de Estado:

La crisis económica se extendió a gran parte del mundo y surgieron varios conflictos limítrofes en países de Latinoamérica. En nuestro país la crisis económica se traslada a la política, donde el suceso más grave fue la caída del gobierno de Yrigoyen.

Un movimiento campesino también reclamaba una ley de arrendamientos, frenada en el Congreso, mientras que la Sociedad Rural alertó sobre los efectos de una ley arancelaria de Estados Unidos.

Así tiene lugar el primer golpe militar de la Argentina, llevado a cabo con el apoyo de políticos, medios de prensa y sectores empresariales, además del aval de la Corte Suprema de Justicia y de la Iglesia.

Las páginas de nuestro periódico relataban el hecho para sus lectores: “Pero mientras el gobierno permanecía en irresoluta expectación, atinando solamente a emplazar tropas y ametralladoras en el palacio gubernativo y otros lugares, los opositores estrechan sus filas y arreciaron en sus críticas y ataques, consiguiendo día por día aumentar el contingente ciudadano a sus actos de protesta, hasta conseguir el día que fuertes núcleos estudiantiles formados en la facultad de medicina, se lanzaran a la calle en manifestación bulliciosa contra las autoridades y a esos núcleos iniciales, muy pronto se fueron sumando contingentes entusiastas de las demás facultades”.

En la tarde del 4 se organizó una nueva manifestación estudiantil frente a la facultad de medicina. A gritos para que renuncie Yrigoyen invadieron la plaza de Mayo, hasta situarse junto a la estatua de Belgrano, pujando con la fuerza pública por llegar a la casa de gobierno. En tales momentos se produjo un tiroteo, con los lamentables resultados conocidos: la muerte del estudiante Juvencio Aguilar y varios heridos.

El nombramiento del ministro del interior, señor González, para el desempeño de la cartera de Guerra, colmó sin duda el descontento reinante, aún dentro del Ejército, produciendo este nombramiento la precipitación de los acontecimientos.

El día 5, poco después de las 17, delegó el mando el ex-presidente en el vice señor Martínez, quien asumió inmediatamente la presidencia de la Nación; pero no tuvo tenido tiempo de tomar resoluciones de importancia ni asumir actitudes capaces de definir su temperamento, exceptuando la declaración del estado de sitio.

En la madrugada del día 6, grupos de legisladores de la oposición se trasladaron a Campo de Mayo, entrevistandose con algunos jefes y oficiales, manifestando al general Alvarez que ‘concurrirían allí para solicitar la colaboración del ejército en la tarea de restablecer la normalidad institucional y la situación anómala creada en el país por el presidente Yrigoyen”.


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