25.000 ediciones: el robo al Tesoro en Roca y los nazis en Bariloche

Desde aquella primera edición en 1912 hasta la número 25.000 que hoy se imprimió y se subió a la web, muchos sucesos fueron marcando cada década.

Nos describen hoy, guardados en el archivo “de papel” y digital, cómo fue vivir esos años en la región, desde la mirada de los periodistas, fotógrafos y editores que pasaron por la redacción.

Años 1989 al 1999 |

Asalto al Tesoro en Roca:

15 millones de dólares (166.000 millones de australes) fue el monto que se llevaron, aquella tarde del 5 de julio 1991, del edificio del Banco Provincia de Río Negro, en Roca.

El dinero, alojado en las bóvedas del subsuelo, pertenecía al Tesoro Regional y Horacio Massaccesi, por entonces gobernador de Río Negro por la UCR, fue condenado en primera instancia, como autor del robo.

Con esos fondos pagó los sueldos de los estatales, un mes antes de las elecciones provinciales, que el 11 de agosto de ese año finalmente determinaron su reelección.

“En el preciso instante en que se estaba tomando el dinero, una febril pero hermética actividad se vio ayer por la tarde” en la sede bancaria, publicaba “Río Negro” en el impreso que circuló a primer hora del día siguiente.

Según se había podido averiguar, “la plana mayor del gobierno y de la entidad estuvieron reunidos en la subsecretaría, aunque el tráfico de funcionarios entre los dos edificios de la sede fue intenso entre las 16 y las 18.20”, reconstruyó.

A las 20 daremos un comunicado desde Viedma”, había dicho el gobernador esa tarde, antes de partir desde el aeropuerto local.

El entonces mandatario se cubrió con el eslogan de un presunto “Robin Hood patagónico” y presentó los hechos como una suerte de compensación por la demora en el pago de fondos coparticipables de parte de Nación.

La causa en su contra se dilató, pero el mandatario pretendía que lo declaren inocente. Cuando el tema llegó a la Corte Suprema, estaba condenado a tres años de prisión en suspenso y a la inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos. El ex gobernador rionegrino, Pablo Verani, fue procesado con prisión preventiva.

“Luego de más de un cuarto de siglo de proceso pasamos por peculado, defraudación, abuso de autoridad, robo, hurto”, enumeró Massaccesi.

Finalmente todo prescribió y fue sobreseído, junto con los exministros Raúl Di Nardo, Fernando Chironi y Ricardo Sarandría.

Priebke en Bariloche:

Por unos 40 años, el criminal de guerra Erich Priebke pudo vivir en Bariloche apaciblemente y sin ser denunciado.

Hasta que Esteban Buch, oriundo de esa ciudad lacustre, reveló en 1991 el retiro de este exoficial nazi, en la Patagonia argentina, a través su obra ‘El pintor de la Suiza Argentina’, trabajo dedicado a los nazis en exilio.

Él me habló espontáneamente del episodio de las Fosas Ardeatinas, explicando que no fue más que un simple ejecutor de las órdenes de Adolf Hitler”, recordó el investigador. En ese episodio, ocurrido en Roma, fueron asesinados 335 civiles italianos en 1944.

Priebke llegó a Argentina en 1946 bajo el nombre de Otto Pappe. Después, con su verdadera identidad, fue sucesivamente directivo de un hotel, propietario de una chacinería y luego de un centro privado de consultas. Era respetado y querido en la comunidad alemana de Bariloche, de la que era uno de sus líderes.

En el hallazgo colaboró la periodista norteamericana Dalila Herbst, corresponsal de ABCNews en Argentina. Había sido enviada a nuestro país buscar a Reinhard Kopps, autoridad militar nazi, de segunda línea, quien vivía bajo el nombre de Juan Mahler. Pero en el medio leyó el libro de Buch y buscó el apellido de Priebke en la guía telefónica.

Llamó y atendió una señora alemana. Pidió por Priebke pero colgó cuando se puso al teléfono. Inmediatamente, habló con ABC y se planificó el viaje de un colega. Mientras tanto, hizo tareas de seguimiento y llegó a tomar un café con Priebke.

Finalmente lo interceptaron a la salida del colegio Primo Capraro. En esa entrevista, terminó autoincriminándose.

Extraditado en 1995 a Italia, allí tres años más tarde lo condenaron a cadena perpetua. Murió en 2013, a los 100 años de edad. El cuerpo fue rechazado en Bariloche, donde descansan los restos de su esposa. También se negaron a recibirlo en Hennigsdorf, su pueblo alemán natal y a que permanezca en la capital italiana.

Terminó siendo sepultado, de todos modos, en una cárcel en Roma.


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