Tragedia en la Ruta 51: habló el chofer del colectivo y dijo que «iba siguiendo el GPS»
El conductor del ómnibus, Daniel Alejandro Pereyra (35), quedó detenido e imputado por «homicidio culposo agravado por la pluralidad de víctimas fatales».
Un colectivo de la empresa Vía Tac que partió desde Caleta Olivia volcó este domingo por la mañana en el cruce de las rutas provinciales 51 y 76, en cercanías a la localidad bonaerense de General La Madrid. El siniestro dejó un saldo fatal murieron cinco personas y hubo 25 pasajeros resultaron heridos de gravedad. El conductor del micro aseguró que no conocía la ruta. Qué dijo.
El accidente ocurrió alrededor de las 6 de la mañana, cuando el micro, volcó y quedó tumbado sobre su lateral izquierdo. En total viajaban 33 pasajeros y dos choferes. La zona donde ocurrió el siniestro está señalizada, pero es considerada peligrosa por su trazado.
“No conocía bien la ruta”, declaró el chofer del micro que volcó en Ruta 51, donde murieron cinco personas
De acuerdo a la información que brindó el medio de Puerto Madryn LA17, el conductor del micro que protagonizó la trágica madrugada en General La Madrid rompió el silencio ante la Justicia y aseguró que “no conocía bien la ruta”. Se trata de Daniel Alejandro Pereyra, de 35 años, oriundo de Tres de Febrero, quien este martes prestó declaración indagatoria en el Juzgado de Garantías N° 2 de Olavarría.
“No me quedé dormido, iba siguiendo el GPS”, expresó Pereyra ante la ayudante fiscal Belén Colantonio. Según explicó, había tomado el volante apenas unas horas antes del accidente y reconoció que era la primera vez que conducía por ese trayecto, lo que podría dar lugar a un error humano.
Por el momento, Daniel Alejandro Pereyra permanece detenido en la Comisaría Comunal de La Madrid, mientras la Justicia continúa reuniendo pruebas. La causa fue caratulada como “homicidio culposo agravado por el número de víctimas”.
Asimismo, afirmaron que Vecinos y sobrevivientes coincidieron en que el micro “casi pasa de largo” al llegar a la rotonda, lo que alimenta la hipótesis de una maniobra tardía o errónea.
Pese a su declaración, el juez decidió que el conductor continúe en detención, mientras avanza la investigación judicial y se analizan pericias clave como los registros del tacógrafo, condiciones de visibilidad y señalización de la ruta.
Accidente en la Ruta 51: «Escuché gritos y me agarré fuerte», contó un hombre de Las Grutas que sobrevivió al vuelco
Diego, uno de los afectados, viajaba solo en el colectivo accidentado y contó su testimonio a Diario RÍO NEGRO. Iba desde San Antonio Oeste rumbo a Buenos Aires para ver a sus hijos, es padre de Tomás Porra, futbolista de Barracas Central, equipo que este domingo enfrentaba a Boca Juniors.
El viaje comenzó mal desde el primer momento. «El cole era de un piso y en mal estado, no estaba en condiciones de hacer un viaje tan largo«, contó. Según dijo, la empresa había vendido pasajes con servicio cama, pero el colectivo era todo semicama.
Apenas lo abordó en San Antonio Oeste, notó que la situación era irregular: «No me dieron ticket por la valija y cuando pregunté por el asiento, me dijeron que me sentara donde encontrara lugar. Me dijeron que en Bahía Blanca haríamos transbordo». Finalmente, ese cambio de unidad no se concretó. Solo cambiaron los choferes.
«Uno de ellos subió con mala actitud, diciendo que no se iba a cambiar de micro, que íbamos a parar solo cinco minutos o no llegábamos más. Hablaba mal y muy enojado, eso me sorprendió», agregó.
«Empecé a escuchar gritos y cuando el conductor pegó el volantazo ya estábamos por volcar», el testimonio de Diego
Diego viajaba en el medio del colectivo, acostado sobre dos asientos. «Apoyé la cabeza contra la ventanilla. Empecé a escuchar gritos, me senté rápido, y cuando el conductor pegó el volantazo ya estábamos por volcar. Me paré y me agarré fuerte. Quedé golpeado en la espalda y la nuca, pero logré mantenerme de pie».
Lo que siguió fue el caos: «Empezaron los llantos, los gritos… de todo. Me quedé dos minutos quieto y después empecé a ayudar a una abuela que tenía problemas para respirar. Le hablé, la tapé. Tenía dolor de cintura y de un brazo. Me pidió su mochila, porque ahí tenía su puff —el aparatito para respirar— y su celular. Le dije que no me iba a mover de su lado hasta que llegara la ambulancia».

Cuando llegaron los bomberos, Diego se acercó a una de las bomberas y le explicó que la señora necesitaba su mochila con sus pertenencias. Luego fueron trasladados al hospital de General La Madrid.
«Casi todos fuimos ahí, salvo cuatro personas que fueron a otro lado. La atención fue muy buena. Cerca de las 11 llegó gente de la municipalidad, y nos llevaron a los que ya teníamos el alta a un polideportivo. Nos atendieron excelente, nos dieron algo calentito para tomar y después nos sirvieron comida», contó.
«Volcamos en una especie de zanjón con agua. Estaba muy frío», dijo sobre el lugar del accidente. «Me duele todo, pero estoy vivo«, añadió.
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