Cambio clave en las autoridades de la Caja Forense de Río Negro
El representante de la Primera Circunscripción de Viedma, Alberto Visintin, es el nuevo presidente del directorio. Wálter Carrasco es vicepresidente por Roca y habría mayor consenso para tomar decisiones.
Las elecciones en la Caja Forense de Río Negro dejaron un giro clave en la conducción de la organización que es la caja previsional de los abogados de la provincia y que también tiene una obra social, cuyos cambios implementados por la anterior gestión provocaron un fuerte enfrentamiento entre Cipolletti y Bariloche por un lado, y Roca y Viedma por el otro.
Hasta la semana pasada la Caja Forense de Río Negro era presidida por Christian Larracoechea de la tercera circunscripción con cabecera en Bariloche.
A mediados del año pasado se generó una tensa situación cuando el representante de Roca, Walter Carrasco, fue desplazado de la presidencia del directorio anticipadamente, lo que disparó un conflicto judicial que quedó dirimido en parte por Personas Jurídicas, que ratificó a Christian Larracoechea en la titularidad del directorio.
Bariloche y Cipolletti impusieron desde entonces su mayoría en las últimas decisiones.
La composición del nuevo directorio de la Caja Forense en Río Negro
El directorio de la organización tiene cinco miembros: uno por circunscripción, y quien es elegido presidente automáticamente genera una vacante que es cubierta por su suplente de la misma jurisdicción, lo que le otorga una ventaja a la hora de votar.
Ahora la nueva integración del directorio tiene a Alberto Visintin de la circunscripción primera de Viedma como presidente. La llegada de Visintin a la presidencia fue fruto de un acuerdo para que Viedma tenga por primera vez la presidencia de la Caja Forense.
Wálter Carrasco sigue en el directorio ahora como vicepresidente por la segunda circunscripción con cabecera en Roca.
Nicolás Gómez entra por la primera circunscripción como tesorero.
La Tercera Circunscripción de Bariloche está ahora representada en el directorio por Paola Villaverde.
Por último Natalia Garnero entra por la Cuarta Circunscripción de Cipolletti.
Como directores suplentes quedaron Mariano Baraldi, de la segunda circunscripción; Julio Biglieri, de la tercera circunscripción; y Patricia García, de la cuarta circunscripción.
En Bariloche, la única circunscripción en la que no hubo lista única, la lista Verde que llevaba a Paola Villaverde se impuso sobre la oficialista Carla Orticelli, que era síndica de la Caja Forense hasta la semana pasada.
En la asamblea que se realizó para elegir las autoridades a nivel provincial el viernes pasado Jimena Gallisa, de la segunda circunscripción fue elegida síndica tras competir con Patricia Falca, de la primera circunscripción, que quedó como síndica suplente.
¿Nace una nueva mayoría en la Caja Forense de Río Negro?
La nueva composición del directorio alejaría los fuertes enfrentamientos que se generaron en los últimos meses. A Viedma y Roca, que siguen con la misma línea se sumaría Bariloche, donde ganaron los opositores a la conducción de Larracoechea. Quienes entraron en Cipolletti tendrían también una mirada distinta a los anteriores representantes.
En este nuevo escenario, la pregunta es que pasará con la cobertura de salud que brinda la Caja Forense, que ha sido el origen del enfrentamiento del año pasado y de los últimos meses.
La cobertura de salud, el gran tema de la Caja Forense
En los últimos meses se decidió una segmentación del sistema de salud, al estilo de una prepaga, había denunciado en su momento Carrasco, en la que los afiliados de más años pagarán más. Este sistema se comenzó a aplicar en mayo.
El argumento del entonces presidente Larracoechea fue que el sistema que se va a dejó de implementar es muy caro para los abogados jóvenes y muy barato para los con mayor recorrido en sus carreras, ya que la tarifa era plana.
Larracoechea había dicho que con el sistema anterior de salud «más pronto que tarde vamos a quebrar”. La contingencia de los casos de salud se llevó los fondos previsionales, indicó meses atrás.
Ahora se buscaría un punto intermedio. En donde se buscaría bajar el déficit que tiene la obra social pero sin dejar el costado solidario que caracterizó su funcionamiento cuando fue creada.
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