Campeona de las alturas: una mujer de Regina hizo podio en el Mundial de Highline en Brasil

Se trata del deporte extremo de caminar en equilibrio por una cinta a más de 80 metros de altura. Tres deportistas del Alto Valle fueron seleccionados para competir y Florencia Muñoz volvió con dos títulos internacionales.

A un paso de caer al precipicio y con la adrenalina a flor de piel, su mejor arma es la mente. Y si de alturas se trata, los nacidos al pie de la barda en el Alto Valle de Río Negro son candidatos a dar batalla.

Qué es el highline y hace cuánto llegó a la región


Tres deportistas de Regina fueron seleccionados para competir en el “Choose Life World Cup Edition”, el Mundial de Highline que se llevó adelante del 19 al 22 de junio en Brasil. 

Luego de muchos años de entrenamientos, esfuerzo económico para viajar y mucha ayuda de la comunidad, una delegación de cinco rionegrinos viajó a este evento en Cavalcante, una localidad cerca de Brasilia, en medio de la selva.

El highline es un deporte extremo y de riesgo que se practica sobre una cuerda tensada entre dos puntos de anclaje, en altura, a varios metros del suelo y en medio de la naturaleza. Es una variante del slackline, disciplina de equilibrio que tiene apenas 30 años de existencia y hace 15, llegó a la región. 

El seleccionado estuvo compuesto por Florencia Muñoz (speedline y freestyle), Vanesa Contreras (freestyle) y Pablo Vergara (freestyle), los tres de Regina, aunque Florencia vive en Neuquén. Jonathan Lentsch de Roca y Leopoldo “Polo” Alencastre de Regina; se sumaron como participantes. 

Vanesa, Pablo y Florencia, el seleccionado al mundial de Highline en Brasil. Foto: gentileza Polo Alencastre.

Fueron los únicos patagónicos en llegar a este certamen y volvieron con galardones. Florencia Muñoz, más conocida como “Flor Flow”, obtuvo el segundo puesto en speedline femenino, que es velocidad en la cinta; y el cuarto lugar en freestyle, a nivel mundial. 

“Es un gran sueño para mí”, dijo la mujer, de 32 años, tras ser convocada y ganar una competencia con los mejores del mundo. “En Argentina, soy referente femenina del highline, tanto en la disciplina de speedline que es caminar rápido sobre una cinta en el menor tiempo posible y en la categoría de freestyle, que es hacer trucos de estilo libre sobre una cinta más corta, en la que se puede rebotar”, dijo.

Florencia Muñoz. Foto: gentileza Polo Alencastre.

Es profesora de yoga, slackline y acrobacias para infancias. Y tras obtener este título no puede evitar recordar sus inicios cuando era artista callejera y hacía funciones de equilibrio en los semáforos. “En un minuto ponía la cinta de poste a poste y daba una presentación de yoga slackline”, mencionó.

Logró hacer podio en las alturas de Brasil luego de diez años de práctica de slackline. Todo empezó en Regina cuando se cruzó en una plaza con Ema Contreras, pionero en la ciudad. Le dio curiosidad y desde entonces nunca se separó de la adrenalina.

El slackline le dio sentido a mi vida, la gran motivación y la pasión de vivir”, aseguró Florencia. Primero aprendió a caminar, como principiante. Después se animó a más y probó trickline, una modalidad para hacer trucos, saltos y acrobacias. También le gustó el yoga slackline.

Foto: gentileza Polo Alencastre.

Así fue como empezó a competir en torneos y hace siete años incursionó en highline, la modalidad de equilibrio en altura. En Regina, solía practicar sobre los pies del monumento al Indio Comahue, a 50 metros de altura. 

A Uruguay viajó a perfeccionarse sobre seguridad y equipos de montaje, ya que se trata de un deporte de riesgo. Todo lo que aprendía lo llevaba a la comunidad de slackers de Regina que cada año crecía un poco más. 

“En Regina somos una familia equilibrista muy unida, que no se ve en todos lados, pero ahí es como que tenemos la gran oportunidad de poder entrenar abajo en las plazas, en la barda», contó.

Foto: gentileza Polo Alencastre.

«Somos un grupo de entre 15 y 17 personas, en la que entrenamos mayormente entre cinco, ocho, a veces diez personas. Es como un gran abrazo de expansión de la vida”.

Florencia Muñoz, segundo puesto de speedline a nivel mundial.

Slackline: la experiencia de competir en un mundial


“Había mucho nivel, el lugar era muy alto y fue muy emocionante compartirlo con mis amigos de entrenamiento, difícil la competencia porque era muy exigente el jurado”, contó Vanesa Contreras, otra de las seleccionadas para el mundial. 

Tiene 32 años y también es de Regina, dueña de una escuela de acrobacias en telas y profesora de yoga. Nacida para hacer deportes, reconoce que el slackline le pareció un deporte extraño, pero fue amor a primera vista. Empezó porque una amiga la invitó a la plaza. “Es muy complejo, me llevó como un mes poder caminar una cinta de 20 metros”, contó.

Vanesa Contreras. Foto: gentileza Polo Alencastre.

Poco a poco se empezó a formar Con el tiempo conocieron el trickline y empezaron a hacer trucos sobre la cinta. “Era muy duro porque caías al piso, era medio doloroso”, reconoció. Así empezó a participar de torneos nacionales junto a su hermano que se convirtió en campeón nacional de trickline. 

Luego llegó a sus vidas el highline, hace siete años. “Muchos nervios, muchos miedos, es difícil hacerlo en altura, te genera muchas emociones”, comentó Vanesa, pero aún así lo logró.

Vanesa Contreras (derecha). Foto: gentileza Polo Alencastre.

Para ella el slack es “un estilo de vida” y a donde va lleva una cinta para ponerla en una montaña, un cañadón, donde sea que la naturaleza invite. No hay como las bardas y el río del Alto Valle, son excelentes escenarios para practicar highline. 

“El slack me gusta mucho porque te conecta con la naturaleza, vos lo haces al aire libre, te lleva a lugares increíbles”. 

Vanesa Contreras, seleccionada para el mundial de highline en Brasil.

Leopoldo “Polo” Alencastre es otro de los deportistas de Regina que viajó a Brasil como participante, para tener la posibilidad de subirse a las más de 15 cintas de highline de hasta 100 metros de altura.  

Tiene 45 años, es realizador audiovisual y luthier de Didgeridoo, un instrumento musical de viento de origen australiano. Practica slackline desde 2014 y es parte de la comunidad de slackers de Regina con quienes entrena todos los fines de semana. “En el verano practicamos sobre el agua, waterline, en el balneario de Chichinales”, contó. Para él es una actividad integral “que me hace bien al cuerpo y al alma”. 

Slackline: del miedo a la adrenalina hay un solo paso


“Pasamos del miedo a la adrenalina. Esa adrenalina y ese miedo al estar ahí en una cinta a una distancia muy larga y una altura de unos 50-100 metros, obviamente aparece el miedo a la muerte”, admitió Florencia. 

Foto: gentileza Polo Alencastre.

Sin embargo, cuentan que al estar en esa situación el cuerpo actúa con instinto de supervivencia. “El cuerpo y la mente se ponen tensos. Y la única forma de salir de ese miedo es superarlo e intentar caerte”, explicó, ya que en la experiencia de caer es donde emerge la adrenalina de saber de que la caída no es muerte, porque hay seguridad.

Tenés que mantener mucho la calma para poder caminar una cinta, para poder sostenerte ahí arriba en equilibrio en un estado meditativo”, opina por su parte, Vanesa. 

A Polo, lo que más lo motiva es lograr la superación personal. Es como “una dosis de dopamina, que hace bien», balanceó el deportista. 

“El luchar contra el miedo que te genera estar en altura para poder empezar a dar unos pasos es un quiebre emocional que le recomiendo a todo el mundo, es una liberación mental increíble”.

Leopoldo «Polo» Alencastre, participante del mundial desde Regina.

Si bien siempre está la posibilidad de lesiones o accidentes, se trabaja mucho en la seguridad y la preparación de los equipos.

Foto: gentileza Polo Alencastre.

“Cuando te das cuenta de que no te morís cuando te caes, empezás a sentir adrenalina, el éxtasis natural del cuerpo, que es como querer siempre un poquito más. Con el tiempo crece esa plenitud”, aseguró Florencia. Cuerpo y mente se vuelven una sola cosa. 

Slackline: próximos desafíos


La meta de la comunidad reginense de slackers es organizar un certamen de highline en la ciudad. Es que las bardas tienen muy buenas condiciones para ser anfitrionas de un evento de estas características. 

Acá tenemos todas las condiciones para realizarla. Mucha gente nos pide que armemos una competencia a nivel nacional, quizá internacional”, comentó Vanesa. “Tenemos para montar diez cintas para estilo libre, freestyle o también speedline”, agregó. 

Highline

70
personas en el Alto Valle practican highline, según la última competencia regional que realizaron.

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