Cómo censaron al cóndor andino en Neuquén

El primero en octubre del año pasado arrojó 93 ejemplares en Neuquén y Mendoza. Los especialistas lo repetirán en todas las estaciones.

El cóndor es una de las aves carroñeras más imponentes. El largo de su cuerpo alcanza los 120 centímetros, puede pesar hasta 15 kilos y recorre hasta 350 kilómetros en un solo día. La merma de esta población que solo se encuentra en el continente americano llevó a que la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) la categorice como «vulnerable».

El Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) llevó adelante, junto con la provincia de Mendoza, el segundo censo «simultáneo» del cóndor andino.

El primer paso lo dio en 2023 cuando la entonces Dirección de Áreas Naturales Protegidas y Recursos Faunísticos de Neuquén firmó un acuerdo con la Fundación Bioandina Argentina a fin de generar estrategias de conservación de la especie. Se planteó la posibilidad de crear santuarios del cóndor, especialmente en las áreas naturales protegidas.

Un año después, la fundación dictó algunas capacitaciones para realizar monitoreos durante todas las estaciones del año. En octubre de 2024 se concretó el primer censo del cóndor andino en Neuquén y Mendoza en el que se detectaron 93 individuos. Neuquén encabezó con 62 ejemplares. Días atrás se llevó a cabo el segundo censo aunque aún no se dispone de los resultados.

La modalidad para censar a las aves

Este último censo se extendió entre las 8.30 hasta las 16, cada cinco minutos, y estuvo a cargo de los técnicos del CEAN y los guardaparques provinciales distribuidos desde el norte al sur de la provincia. Se realizó de manera simultánea para evitar cualquier posible doble conteo.

«Esto significa que se seleccionan puntos de muestreo donde se distribuyen los censistas y están atentos a la presencia de cualquier cóndor en el mismo momento. Se hace de esta manera porque el cóndor tiene características biológicas particulares: puede recorrer 300 kilómetros en un solo día. Tienen áreas de acción de 200 mil kilómetros cuadrados«, advirtió Martín Monteverde, director general del CEAN que depende de la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales de Neuquén.

El segundo censo se realizó en dos jornadas. Foto: gentileza

«Existe la posibilidad -añadió- de que si no lo haces simultáneamente, puedas estar contando el mismo cóndor. Un cóndor que puedan ver en San Martín de los Andes podría aparecer en un ratito en Bariloche o La Angostura».

Monteverde recalcó que se sugiere «tener un ojo muy entrenado con los binoculares ya que hay que distinguir si es macho, hembra, adulto, subadulto o juvenal. Los resultados son más finos. De esta forma, sabemos que tenemos un 60% de animales adultos y un 40%, de inmaduros».

¿Para qué resulta indispensable la información del censo? Para implementar «mejores decisiones» apuntadas a la conservación de la especie. «La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza lo considera vulnerable, a nivel global, vulnerable. También está categorizado de esta forma en Neuquén. Esto significa que es una especie que requiere de acciones humanas para su conservación a largo plazo«, especificó Monteverde.

El segundo censo se realizó en dos jornadas. Foto: gentileza

Muchas amenazas conspiran contra la conservación del cóndor. Mucha gente lo mata porque cree que se lleva animales domésticos. Otro de los problemas para esta especie es la ingesta de cebos tóxicos que se usan clandestinamente para controlar a los zorros y pumas.

«Por otro lado, la caza deportiva usa municiones con plomo. Muchas veces, el cóndor se alimenta de carcazas contaminadas con plomo. Sin olvidar el uso de pesticidas que hace que muchas veces coman animales envenenados«, agregó.

Si bien Neuquén superó a Mendoza en número de aves en el primer censo, Monteverde consideró que son muy pocos animales. «Hay que cuidarlos y no por una visión romántica de conservación sino por las funciones que cumple en nuestros ecosistemas», mencionó. Puso como ejemplo que el cóndor es necrófago -se alimenta de animales muertos-. «Tienen jugos gástricos potentes y un sistema inmune muy complejo. Comer animales muertos no es para cualquiera. Pero todo eso evita que los bichos muertos se transformen en foco de infección para la fauna silvestre, doméstica o el humano», manifestó.

El segundo censo se realizó en dos jornadas. Foto: gentileza

La decisión de hacer el censo de manera estacional permitirá conocer las fluctuaciones poblaciones de estos animales durante todo el año. «Esto nos sirve para evaluar e implementar estrategias de conservación y manejo lo más acertadas posible. Los cóndores solo existen en el continente americano, pero hay una merma de la población en general«, indicó.

El cóndor andino habita la Patagonia; mientras que el cóndor de California vive en el Hemisferio Norte. «Si bien pertenecen a la familia de los catártidos (se alimentan de carroña), hay estudios paleontológicos, genéticos y morfológicos que encontraron una estrecha relación entre los cóndores con los ciconiformes -las cigüeñas y las gazas-. De modo que el cóndor sería una cigüeña carroñera«, aportó.

Monteverde destacó que más allá de su función ecológica, el cóndor es «un símbolo cultural argentino«. «Muchas localidades de Neuquén tienen al cóndor en sus escudos, como Chos Malal o Zapala. La aerolínea de bandera también lo tiene».


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