Tras el incendio en El Bolsón, empezaron las clases en el Mallín: «Iremos viendo el estado de los chicos»

"Nos parecía urgente arrancar", reconocieron desde el colegio que fue rodeado por el incendio que afectó 3.400 hectáreas, en dos oportunidades.

«Yo voy a la 103 y amo el bosque. Hoy nos encontramos en un abrazo… Yo voy a la 103 y amo la tierra. Cantando y bailando, reverdecemos«. Con una canción, los docentes y directivos recibieron a los alumnos de la escuela «Costa del Río Azul» en el paraje rural Mallín Ahogado este miércoles, después del horror por el incendio que se desató el 30 de enero pasado y afectó 3.400 hectáreas.

«El incendio rodeó la escuela que está camino al cerro Perito Moreno el día 30 (de enero) y días después. Con un grupo de docentes y familias logramos hacer una guardia de cenizas y resguardar la institución«, explicó Mónica Dip, directora de la escuela 103.

Lamentó que más de 30 familias resultaron damnificadas por los incendios, con pérdidas totales y muchas más aun sufrieron daños parciales. «En febrero, el 50% de las familias de una matrícula de 286 alumnos fue afectado: o fueron evacuados o sufrieron pérdidas y daños en sus viviendas. Tenemos muchas familias que, al día de hoy, no tienen luz», puntualizó Dip.

En un primer momento, la escuela no podía recibir donacionales porque la institución estaba en riesgo por el fuego. A mediados de febrero, pudieron empezar a resguardar cosas para entregar a las familias que estaban, provisoriamente, en casas de familiares o amigos. «Muchos otros quedaron viviendo en carpas mientras intentan reconstruir sus viviendas de a poco. Como escuela fuimos juntando donaciones aunque no podíamos cubrir la demanda de todos. La semana pasada conseguimos un container para resguardar muebles y cosas de las familias hasta tanto puedan levantar sus viviendas», comentó.

También han recibido donaciones de alimentos con los que arman módulos para quienes necesitan. «Sucede que la ayuda llegó tarde: las familas no tenían una respuesta clara de qué iban a recibir. Luego, llegó el bono para comprar en el supermercado y eso trajo alivio. Muchas organizaciones fueron colaborando», mencionó Dip.

Arrancaron las clases aunque no se garantizó al limpieza del predio

Las autoridades de la escuela y los docentes decidieron comenzar las clases este miércoles aunque, en el predio, todavía no se hizo la limpieza de los montículos de árboles que debieron tirarse abajo. «Nos parecía urgente comenzar«, dijo.

El incendio afectó el frente y la parte trasera de la escuela. «Estuvimos 15 días sin luz y tenemos agua por el grupo electrógeno. Se nos quemó el tendido eléctrico, el alambrado y las mangueras de agua. Veníamos haciendo guardia de cenizas porque sabemos que siguen prendidas las raíces. Hace unos días veíamos que, en un sector, había humo y pedimos al Splif que hiciera un relevamiento del campo para que el regreso sea seguro«, indicó y aclaró que la escuela tiene 25 hectáreas.

Lamentó que la escuela hoy tiene dos porteros menos. «Tres porteras fueron afectadas por el incendio. Una quiso volver, pero las otras dos son único sostén del hogar y están tratando de volver a levantar sus casas. Psicológicamente están muy afectadas. Por eso, le pedimos al Consejo de Educación que les otorgue una licencia», señaló y agregó que la vicedirectora del colegio también perdió su vivienda, pero decidió volver a trabajar: «Conoce a la comunidad y es una referente importante para las familias».

Desde la institución se solicitó el acompañamiento a los equipos técnicos del Consejo de Educación. «Iremos evaluando a los estudiantes con el correr de los días. Hay propuestas de juegos, charlas, momentos de escucha para ir viendo qué sale de ellos. Algunos van a contar de entrada; otros tendrán que atravesar un proceso. Hay que respetarlos, no queremos invadirlos», planteó.

La vuelta a la escuela y el reencuentro, reconocieron los docentes, generó mucha emoción. «Había mucha necesidad de encuentro, de abrazarnos personalmente aunque estamos asistiendo desde el primer momento. Nos organizamos con los docentes en grupos para hacer el seguimiento de cada familia afectada«, señaló.


"Yo voy a la 103 y amo el bosque. Hoy nos encontramos en un abrazo... Yo voy a la 103 y amo la tierra. Cantando y bailando, reverdecemos". Con una canción, los docentes y directivos recibieron a los alumnos de la escuela "Costa del Río Azul" en el paraje rural Mallín Ahogado este miércoles, después del horror por el incendio que se desató el 30 de enero pasado y afectó 3.400 hectáreas.

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