El Ejecutivo responsabilizó a Nación y a Provincia por los problemas del transporte público en Cipolletti

Desde el área de Finanzas aseguraron que la falta del pago de subsidios afectó la rentabilidad de Pehuenche que amenazó con abandonar el servicio. El municipio tuvo que poner 36 millones de pesos para garantizar el transporte de pasajeros. 

A finales de febrero la empresa de transporte amenazó al municipio de Cipolletti con suspender el servicio de trasporte en la ciudad por la falta de pago de los subsidios de la provincia de Río Negro y Nación. Ante esta problemática la administración de Claudio Di Tella decidió entregar una suma millonaria el dinero en concepto de subsidios para impedir que Pehuenche deje de funcionar a principios de marzo.

A diario vecinos de Cipolletti reclaman por el deficiente servicio de transporte local e interurbano. Protestan por la falta de frecuencia en los recorridos, el estado de abandono de las unidades y la falta de higiene. Desde el municipio de Cipolletti aseguran que la problemática se da porque la empresa no recibe los subsidios que Nación y Provincia pagan por el servicio.  

Los principales reclamos provienen de los vecinos de los barrios más alejados del centro de la ciudad que utilizan el servicio como único medio de transporte, también se escuchan quejas de los padres de las escuelas que utilizan el servicio para que sus hijos puedan asistir a clases. Denuncian que muchas veces el colectivo no pasa y los alumnos quedan a la deriva sin poder asistir a la escuela o regresar a sus hogares.  

Desde el municipio de Cipolletti, el secretario de Hacienda Adrián Garnero, manifestó que el problema del transporte en la ciudad se da principalmente por el atraso en los pago de los subsidios que envía la provincia y nación. Aseguro que «durante enero, febrero y marzo tanto la provincia como nación no realizaron el pago del subsidio provocando que la empresa se quedará sin fondos para poder subsistir”.   

En total la empresa de transporte recibe alrededor de 14 millones de pesos provenientes de los subsidios, que deben ser depositados al día 4 de cada mes. Explicó que “en lo que va de este año, tanto la provincia como nación no giraron el dinero. En consecuencia el municipio debió anticipar el pago a través de un convenio. En total se depositaron 14 millones correspondientes al pago del subsidio provincial de enero y febrero, pero esto no debería pasar porque la municipalidad no es un banco como para anticipar tres, cuatro o cinco meses de subsidios”.   

El pago se trata de una compensación correspondiente al primer trimestre de 2023 por un saldo de 13 millones. Además una entrega en concepto de adelantó del aporte provincial de enero a marzo, cada uno por 6,3 millones de pesos y un saldo en concepto de “compensación subsidio transporte público” de 4 millones más.

La falta de compromiso de la provincia y Nación provocó que en varias ocasiones la empresa amenazara con retirarse de la ciudad, pero el municipio de Cipolletti solicitó que no cortaran el servicio porque iniciaban las clases y hay mucha gente que depende de ese medio de transporte.  

Garnero, manifestó que «claramente, la falta de pagos perjudica el sistema de transporte porque se va deteriorando de a poco, y si el empresario no recibe ese dinero tampoco puede pagar los sueldos entonces cómo funciona. Esto de a poco fue desmejorando el servicio por falta de recurso como cualquier actividad que no tiene rentabilidad”.

“La solución sería que los actores principales; nación y provincia agilicen el trámite de los pagos en alguna cercanía a los plazos para que todo funcione bien. Si los fondos estuvieran depositados en tiempo y forma ahí podríamos decir por qué el servicio es tan deficiente, pero hoy los argumentos se caen y el problema no es sólo en Cipolletti, pasa en Neuquén y en Capital Federal”, expresó.  

Actualmente la empresa se sustenta con el dinero que ingresa a través de los subsidios, más lo que pueda colaborar el municipio, y lo que se recauda por sube. Los subsidios representan el 70 % del total de ingresos.  

Garnero, manifestó que “los subsidios distorsionaron el sistema, y hoy las empresas quedaron atados a la asistencia que envían los estados para poder funcionar, pero si no existieran hoy también el boleto de transporte superaría los 500 pesos”.


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