Los cisnes de cuello negro volvieron al parque Lago Puelo

El último registro de estas aves acuáticas fue en 2021. En los últimos años, Parques Nacionales implementó un programa de control del visón americano que dio resultados.

En los últimos días, los trabajadores de Parques Nacionales detectaron una pareja de cisnes de cuello negro que, después de tres años, regresó al parque nacional Lago Puelo.

Los investigadores recuerdan que hasta 2005, había registros de hasta 50 parejas de cisnes en el lago Puelo. El número fue disminuyendo drásticamente y en 2021, en plena pandemia, solo quedaban cuatro parejas. Fue el último registro de estas aves acuáticas.

«El visón americano los terminó comiendo. Se trata de una especie exótica invasora. Es el único depredador que llega a ambientes acuáticos, donde habitan y nidifican especies de aves y genera un grave daño sobre la fauna nativa», explicó el doctor en Ciencias Biológicas, Ernesto Juan, jefe del Departamento de Conservación y Educación Ambiental del parque nacional Lago Puelo.

En 2019, este parque planificó un programa de gestión con actividades y proyectos para los próximos diez años que incluía el control del visón americano. «Ya veníamos viendo que el número de ejemplares de aves iba disminuyendo y algunas, como el cisne, iban desapareciendo. En 2021 hicimos el último registro», resumió Juan. Tres años después, los cisnes de cuello negro volvieron a verse en el lago Puelo.

Se trata de las aves más grande de los anátidos (grupo de patos) con una gran capacidad de vuelo ya que pueden concretar largas distancias. Tiempo atrás, se pudo comprobar que los cisnes lograron volar hasta la Isla San Fernando, en Chile, a 600 kilómetros del continente.

«Esos registros se hacen a través de radiotransmisores. Hay ciertos trabajos de ecología en los que se colocan radiotransmisores a los animales que va emitiendo una señal cada tanto. De esta forma, se van registrando los recorridos. Y estos trabajos registraron que los cisnes fueron hasta el archipiélago Juan Fernández en Chile, a unos 600 o 700 kilómetros del continente», puntualizó Juan.

Este doctor en Biología aclaró que los cisnes «no están desapareciendo de Argentina sino que evitan determinados lugares donde no se sienten cómodos. No podemos echarle la culpa solo al visón. También los altera la presencia de la gente, el manejo de las lanchas, el avasallamiento del humano sobre los juncales que son los sitios de nidificación de esta especie«, comentó y agregó que «los cisnes invierten mucha energía en sus pichones. Cuando ven que la descendia no prospera, buscan otros lugares para que su descendencia pueda prosperar».

Lago Puelo replicó un plan de manejo del visón americano que la organización Aves Argentinas y Parques Nacionales habían implementado en el río de las Vueltas, entre el Lago del Desierto y la desembocadura en el Lago Viedma, en Santa Cruz, para controlar la plaga.

El plan consistía en colocar trampas con cebos en balsas de madera flotante a unos metros de la costa. Al ser anfibio y curioso, el visón ingresaba atraído por el cebo.

«Cuando me traslado de Calafate a Puelo, me vuelvo a contactar con Aves Argentinas a fin de diseñar un proyecto de control para Puelo. Se involucró también a la Dirección de Fauna de Chubut, Parques Nacionales y el Sistema Agrícola Ganadero de Chile», detalló Juan y acotó que «el objetivo es capturar animales, sacarlos del lago y sacrificarlos, a traves de estas trampas balsas que flotan en el lago. La fauna nativa no accede a ellas porque están diseñadas para que solo entre el visón americano».

Desde la instalación de las trampas en Puelo seis meses atrás, ya se capturaron 25 ejemplares de visones. «Eso va generando una reducción en la presión de caza de las especies nativas. Y, a su vez, los animales se empiezan a sentir más cómodos», advirtió.

Se vieron dos ejemplares de cisnes en el lago Puelo. Foto: archivo Alejandro Carnevale

Comentó que, en el juncal de «La Playita» en Puelo se solían ver muy pocas aves, pero esto se revirtió en el último tiempo. Se encontraron incluso dos casales de cauquenes con 12 pichones que ya son adultos. «Poco a poco, vamos sacando la presión del visón que se los come. Con el cisne pasa lo mismo: el animal empieza a individualizar que lago Puelo es un lugar más tranquilo«, indicó.

Aseguró que no es posible erradicar por completo al visón americano ya que es muy difícil determinar el número de población, pero auguró el éxito del proyecto de control en lugares óptimos para que las especies puedan nidificar tranquilas. En este caso, se colocaron trampas en ambas márgenes del brazo occidental que va hacia el cruce con Chile. También en el desemboque del río Epuyen. Y la próxima etapa es instalarlas en la margen este del cerro Cuevas, en una parte de la reserva.

El movimiento de los cisnes

Los cisnes habitan desde el sur de Brasil hasta Tierra del Fuego y van migrando de acuerdo a las condiciones climáticas. Algunos pasan todo el año en Puelo; mientras que otros se dirigen al norte.

«Quizás en pleno invierno suben un poco de latitud en busca de determinadas condiciones. Buscan lagunas más cálidas. Por eso, en Puelo suelen verse a partir de septiembre, octubre y noviembre, cuando vienen a anidar. Esperamos que este año podamos encontrar parejas reproductivas», se esperanzó Juan.


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