Por qué la Fiesta Nacional del Chocolate traccionó el turismo en Bariloche esta Semana Santa
Los primeros relevamientos arrojan alrededor de un 80% de ocupación, con mucho turismo de cercanía que viajó en su propio vehículo para moverse más fácilmente en la ciudad y pocas excursiones. Desde la Federación de Empresas y Entidades de Bariloche y Zona Andina, destacaron la calidad de la fiesta, pero consideraron que "faltó promoción".
Hasta la última semana, el feriado de Semana Santa resultaba una verdadera incertidumbre para los operadores turísticos que no se arriesgaban a brindar niveles de reserva. La apuesta en Bariloche fue, como los últimos 13 años, la Fiesta Nacional del Chocolate para seducir a los visitantes. Pero la fuerte crisis económica no era garantía de turismo en la región. Por eso, desde el sector se mostraban cautos.
Sin embargo, el jueves a partir del mediodía, autos y más autos empezaron a ingresar a la ciudad cordillerana, al igual que varios vuelos. Ya por la tarde, con la apertura oficial del Paseo del Chocolate, con actividades y juegos especialmente para los más chicos, la plaza del Centro Cívico comenzó a llenarse visitantes. Muchos coincidían en el incordio de llegar a la ciudad ante “el tránsito” por el fin de semana largo.

Según el secretario de Turismo de Bariloche, Sergio Herrero, el porcentaje de ocupación rondaba el 85%, de acuerdo a la Cámara de Turismo de Río Negro, ese porcentaje alcanzó el 65% -y, 75% en Dina Huapi- al tiempo que reconocieron que se repitió la conducta del verano: muchos turistas llegaron a último momento, sin reservas.
Si bien este fin de semana lidera el turismo de cercanía -del Valle de Río Negro y Neuquén- que llega en sus vehículos particulares, el aeropuerto de Bariloche registró 73 vuelos (partidas) entre jueves y domingo.
Sol Lipari, de La Pampa, paseaba por calle Mitre, junto a sus hijos Amelia (3) y Benjamín (6). “Decidimos venir por la Fiesta del Chocolate, en auto, para que los chicos conozcan. Fuimos a la confitería giratoria del cerro Otto, participamos de la barra de chocolate y tenemos previsto una excursión en catamarán por Isla Victoria”, confió.
Aseguró que los precios de Bariloche son muy similares a los de Santa Rosa: “La percepción que tenemos es que todo está igual. Además, hace mucho que no nos tomamos vacaciones así que decidimos hacer este viaje y pasarla lo mejor posible”.
Osca Aguilera, de Bahía Blanca, vacacionó en Bariloche en febrero y decidió volver con su familia en Semana Santa. “Es nuestra primera Fiesta del Chocolate. Vimos cómo estaba decorada la ciudad por redes y nos tentamos para venir. Vinimos en auto porque nos permite ahorrar un poco más en excursiones. Y nos alojamos en un departamento para comer ahí mismo”, explicó.
Jonhatan Figueroa y su esposa Jaqui, de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, decidieron celebrar su aniversario en Bariloche porque “coincidía con la Fiesta del Chocolate”. “Hace años que queríamos venir. Y para poder recorrer varios lugares alquilamos un auto. Fuimos al cerro Otto y al Tronador. Notamos que los precios están igual que en Buenos Aires”, dijo el hombre.
“Este fin de semana largo fue como un buen día de temporada para los comerciantes. Muy similar al Carnaval”, sintetizó Pedro Dranziber, un comerciante de la calle Mitre. Admitió que ya desde el jueves, “se empezó a ver mucha gente. El problema fue el vallado de la cuadra Mitre para la barra de chocolate que no permitió trabajar mucho. Las primeras dos cuadras estaban trabadas de gente que, si quería cruzar de una vereda a otra, tenían que caminar tres cuadras”.
Recalcó que hubo pocas ventas, excepto para las chocolaterías. “Hay rubros a los que les fue mejor, como el chocolate. Los de vestimenta están muertos porque la gente se acostumbró a ir a Chile. En mi caso, vendo regalos y artesanías y ropa de abrigo que se vende muy bien el primer día, con el frío, ya que la gente no viene preparada”, dijo Dranziber.
Ezequiel Barberis, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje y Turismo de Bariloche, celebró “el buen movimiento en la ciudad ya que los relevamientos iniciales arrojan un 75% de ocupación”.
“En cuanto a las excursiones, se ha vendido aunque no se logran completar los productos clásicos, como las lacustres. Eso es una señal de que hay menos gente. Años anteriores, los jueves y viernes se completaban en circuitos clásicos como Circuito Chico, Campanario o paseos lacustres, los productos más cortos para las familias. En esta oportunidad, esos días teníamos lugares vacíos”, especificó Barberis.

Dijo también que, con el turismo de cercanía, la mayoría visita la ciudad en sus vehículos particulares y de esa manera, se mueve por la ciudad. “Por eso -acotó-, baja el consumo en la agencia. Hay gente, pero no ha explotado como el año pasado. Además, tenemos una campaña de sostenimiento de las tarifas hasta el 31 de diciembre”.
“Faltó la promoción del evento”
Leonardo Marcasciano, presidente de la Federación de Empresas y Entidades de Bariloche y Zona Andina (Feeba), definió a la Fiesta Nacional del Chocolate como “un gran motorizador” aunque consideró que “la promoción previa es clave”. “En este sentido, sentimos que hubo una deficiencia en la promoción del destino. La fiesta tenía un presupuesto importante, pero un 30% debe destinarse a la promoción, al menos, dos meses antes para posicionar el evento y que sea tractor del turismo. Se hizo una fiesta excelente, pero faltó lo más importante. Mucha gente no sabía del evento”, evaluó y lo apuntó a la decisión de las autoridades municipales “de desligar” a Lucio Bellora de la organización de la fiesta. “Son decisiones políticas, pero lo cierto es que aporta la parte profesional del evento. La personas que se dedica a esto”, dijo.
Respecto a la ocupación durante el fin de semana largo, consideró: “Venimos de un clima raro respecto a la macroeconomía, con la salida del cepo. En una economía de total incertidumbre, uno cuida el gasto. Es un momento de acomodarse”.

Hasta la última semana, el feriado de Semana Santa resultaba una verdadera incertidumbre para los operadores turísticos que no se arriesgaban a brindar niveles de reserva. La apuesta en Bariloche fue, como los últimos 13 años, la Fiesta Nacional del Chocolate para seducir a los visitantes. Pero la fuerte crisis económica no era garantía de turismo en la región. Por eso, desde el sector se mostraban cautos.
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