Regenera, la puerta de entrada al compost para personas y organizaciones de Mar del Plata
Se trata de una cooperativa que brinda un servicio de recolección de residuos a domicilio, procesamiento y devolución del compost al usuario. Una opción para quienes quieran reducir sus desperdicios, pero no tengan tiempo o espacio para este tratamiento.
Regenera comenzó a funcionar en la ciudad de Mar del Plata en el 2020 como una iniciativa para reducir la basura hogareña a partir de la separación de residuos orgánicos y su posterior transformación en compost. Sus fundadores, Patricio Alfredo de la Fuente, técnico superior en procedimientos y tecnologías ambientales y técnico electromecánico, María Eugenia Sans Smachetti, licenciada en Biotecnología y doctora en Biología, y Agustín Martínez, licenciado en Ciencias Ambientales ―especializado en compostaje y actual presidente de la cooperativa Regenera―, se dieron cuenta de que la generación de basura podría reducirse si los restos orgánicos eran tratados correctamente.
En un principio, los tres expertos ambientales les entregaron baldes a sus familiares y amigos y les pidieron que arrojaran ahí los residuos orgánicos durante una o dos semanas. Luego de ese lapso, pasaron a buscar esos recipientes y se los llevaron a compostar a un campo ubicado en Chapadmalal, a unos 25 kilómetros de Mar del Plata.
Con el paso de los meses, comenzaron a recoger y compostar los residuos de cada vez más hogares. Y entonces aparecieron los primeros factores limitantes: el costo del combustible por el traslado y el tiempo de trabajo por el servicio realizado. Al mismo tiempo, era necesario ampliar el servicio a distintos barrios de la ciudad. Así fue como se decidió probar con un precio justo y equitativo frente al servicio otorgado a esta red de clientes que se había conformado. Y funcionó.
“Nos juntamos con la finalidad de abordar y solucionar la problemática de los residuos orgánicos de los hogares deMar del Plata, y lo hicimos a través de un servicio de gestión de los residuos mediante el compostaje o lombricompostaje”, resume Martínez.
En el 2021 comenzaron a cobrar por el servicio y un tiempo después, cuenta Martínez, se conformaron como cooperativa. Además de compostar los residuos de los marplatenses también comenzaron a brindar talleres ambientales a las escuelas de la ciudad que los convocan y a colaborar con la municipalidad para potenciar el alcance del trabajo de educación ambiental en distintos ámbitos públicos.
Regenera composta residuos de casas, comercios, oficinas y de diversas instituciones y organizaciones. El objetivo siempre es el mismo: recuperar residuos, transformarlos en compost y evitar la generación de basura innecesaria y contaminante.
Los costos del servicio a casas particulares, al día de hoy, promedian los 6.000 pesos mensuales. Incluye la recolección de residuos cada 15 días, material adecuado para la separación de la basura y la devolución del compost que resulta del procesamiento. Por otra parte, el costo de los servicios a otros espacios varía de acuerdo al volumen que se necesita recolectar, trasladar y compostar.
Regenera cobra a las familias y comercios una mensualidad que incluye el material para realizar la separación (baldes o tambores con tapa y señalización), cartelería y órdenes directas acerca de cómo realizar la separación, el retiro de residuos con su posterior traslado al campo donde serán compostados. “Al cabo de tres a cuatro meses de trabajo y seguimiento se obtiene un abono óptimo para su devolución a la tierra. Ese material lo devolvemos a los clientes para que puedan utilizarlo como si lo hubieran hecho ellos mismos”, cuenta.
Como dice el experto en Ciencias Ambientales, este servicio puede ser “la puerta de entrada” al mundo del compostaje, un universo que está al alcance de cualquier persona que decida empezar a hacerlo. “Lo ideal sería que quien quiera compostar puede hacerlo por su propia cuenta”. Pero para quienes deciden delegar esa tarea vital para el cuidado ambiental por falta de tiempo, espacio o por cualquier otro motivo, se puede ocupar Regenera.
Aunque la cooperativa no se inspiró en ningún modelo preexistente, cuando empezaron a estudiar la viabilidad del proyecto sí se encontraron con casos similares en países como Chile, Uruguay, Colombia, Perú y Estados Unidos. “En la Argentina, existe una iniciativa de recolección de residuo orgánico en Benito Juárez llamada Benito Composta. Por el momento no conocemos otra de similares características a nuestra cooperativa”, señala Martínez.
También considera que existe un “gran ejemplo a seguir” en Ciudad de México llamado Hagamos composta, un emprendimiento que consiguió exportar su modelo de servicio a otros países y crecer de manera exponencial en poco tiempo.
Crecimiento y alianzas
Con el objetivo de potenciar el mensaje y acceder a un caudal mayor de vecinos y vecinas, se asociaron con la Municipalidad de General Pueyrredón, con quienes brindaron un taller semanal en escuelas de la ciudad de Mar del Plata durante todo el año lectivo 2023. Este espacio estaba destinado a educar en la importancia de separar residuos y compostar. Al mismo tiempo, participaron en diversos eventos públicos de educación para el cuidado ambiental y que se vincularon con otros emprendedores e iniciativas costeras que persiguen el mismo fin.
“La presencia en escuelas es fundamental para que los jóvenes tomen contacto con el reciclaje antes de terminar su ciclo escolar. Ahora estamos buscando patrocinadores para mantener y asegurar los talleres ambientales en las escuelas. Creemos que hay grandes posibilidades siempre que se trabaje con compromiso y dedicación”, considera Martínez.
Durante el verano, también trabajaron en conjunto con la organización Playa Limpia, encargada desde hace años de concientizar y educar en la importancia de separar los residuos tanto en balnearios privados como en playas públicas. Un dato que les llamó la atención, recuerda Martínez, fue el retiro casi sistemático de unos 200 litros de yerba cada dos días en los tachos exclusivos ubicados en balnearios privados. Con la llegada del turismo, el impacto ambiental generado por el exceso de producción de basura es una de las grandes problemáticas que la ciudad debe atender cada vez con mayor celeridad.
La cuestión pedagógica
La tarea pedagógica es crucial para que el modelo verdaderamente funcione y prospere. Así lo entiende Martínez, quien asegura que un emprendimiento como Regenera no podría sostenerse en el tiempo si no se tomaran en cuenta las variables sociales y pedagógicas.
“Es fundamental participar de talleres ambientales donde se genere una difusión efectiva de las políticas ambientales apropiadas para vivir en un mundo sano. La agenda 2030 de la ONU parece no ser aún muy conocida por el ciudadano o ciudadana común y este es un aspecto que debe modificarse si deseamos que se tomen decisiones más coherentes con la realidad ambiental que se describe”, advierte Martínez. Aunque también reflexiona sobre una realidad evidente y dolorosa: “En un país con el 50 % de su población por debajo del umbral de pobreza, que está ocupada en pensar cómo alimentarse y llegar a fin de mes, es difícil pedir que se piense en las consecuencias ambientales que vamos a sufrir si no modificamos nuestro modelo productivo dentro de los próximos años. Sin embargo, también es cierto que cada vez hay más personas conscientes del impacto que generan sus hábitos y consumos en el ambiente local y global y que desean responsabilizarse de sus consecuencias y en eso estamos profundizando nosotros”.
¿Cuánto se composta y qué volúmenes manejan?
Por el momento, el método de compostaje es manual, por lo tanto, pueden procesar hasta 8 toneladas de residuos orgánicos por mes. “Si tenemos suerte y seguimos trabajando así, en poco tiempo podremos contar con maquinaria para automatizar el proceso y aumentar nuestra capacidad productiva”.
Actualmente la cooperativa está integrada solo por sus tres miembros fundadores. Asisten a unas 1.000 personas que están involucradas directa o indirectamente con Regenera y, entre ellas, a 150 domicilios fijos en distintos barrios de la ciudad costera.
Básicamente, se financian a través del cobro de la mensualidad y por la venta de una fracción del abono resultante. También participan de numerosos proyectos de difusión para empresas B y colaboran con diferentes proyectos de gestión de residuos.
La experiencia de usuarios
Para Florencia Fernández, la necesidad de compostar nació hace varios años, desde que comenzó a dedicarse al arte botánico en contacto directo con las plantas y la tierra. Antes de comunicarse con la cooperativa ella compostaba en su departamento de dos ambientes, donde, dice, muchas veces se le complicaba. Luego de asistir en 2022 a distintos eventos organizados por Regenera en los que informaban sobre la importancia del cuidado ambiental, decidió probar el servicio.
“Me dejan un balde con una manija y con un sticker donde están listados los elementos que pueden y no pueden ir al tacho. Me parece una gran propuesta por la practicidad del proceso y por el precio, ya que es económico”, considera.
También cuenta que aprendió a separar los residuos orgánicos de los inorgánicos, algo que a veces podía resultar “un poco confuso”. “Me ayuda mucho la etiqueta que viene en el balde, además de toda la información detallada de la separación de residuos que aprendo a través de las redes de la cooperativa”, agrega.
Por su parte, Mariana Rubio cuenta que llegó a la cooperativa a través de una amiga con quien compartía un puesto en una feria de emprendedores. Gracias a sus años de experiencia dedicados a la cosmética natural, el interés por seguir aprendiendo sobre el cuidado ambiental resultó algo muy fácil de adoptar en su vida. Sin embargo, hasta que se contactó con Regenera dice que no se había logrado involucrar con el compostaje de manera sostenida.
A mediados del 2021 se puso en contacto para aprender a separar residuos y a compostar correctamente: recibe, desde entonces, un cambio de balde cada 15 días y, cada tres meses, una bolsita de tierra como consecuencia del proceso de compost.
Desde que se maneja bajo esta modalidad, saca la bolsa con basura solo una vez por semana. “Lo único que no va a la compostera es la carne o todo lo que tenga mucha grasa. El resto se puede separar”. En la casa de Rubio también separan los residuos plásticos, hacen ecoladrillos y agrupan todo material que sea posible de reutilizar. “Cuando ves los resultados ya no querés volver para atrás”, concluye.
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.
Comentarios