Tamara: el amor por las mascotas se inmortaliza en mates de madera
Tamara es una artista que vive en Roca y crea estas obras que conmueven a los amantes de los animales. Desde pequeña nació su pasión por la pintura y ahora lo combina con su vínculo por los amigos de cuatro patas.
“El primer retrato que hice en un mate fue de mi perrita Neus y de mi gatita Nala, que ya habían fallecido. Estaba pintando y recordaba a mis mascotas. De alguna manera estaban presentes en ese mate”, contó emocionada la artista Tamara Lara que pinta retratos de animales en Roca.
Su vínculo por los amigos de cuatro patas fue tan fuerte que la llevaron a crear estas obras personalizadas en algo tan cotidiano como un mate.
“Es una expresión tan linda tener a tu mascota en un mate, que es un compañero del trabajo, del viaje, de la escuela”, señaló.
Tamara tiene 26 años y desde pequeña fue una apasionada por la pintura. “Soy autodidacta, esto es algo que tuve siempre, desde muy chiquita. Empecé con las témperas en la clase de plástica, que siempre fue mi materia favorita”, recordó.
A partir de allí descubrió que podía dibujar. “Me gusta dibujar mucho a personas, hacer retratos. A medida que iba pasando el tiempo, siempre busqué la manera de conectarme con el arte”, dijo.
“No importa si es una pared o es un cuadro o es un mate, una caja o un papel. La pintura me gusta y es muy terapéutica”, detalló.

Su conexión
Tamara ama mucho a los animales, incluso en Viedma donde estuvo viviendo hasta hace unos meses participó activamente de una asociación proteccionista.
“El vínculo que tengo con ellos es muy profundo. En Viedma cuando veía animales que habían sido abandonados, trataba de conseguirles un hogar, de que tengan una linda familia”, contó.
A ella le molesta mucho el maltrato que estos pequeños muchas veces reciben. “Ellos tienen derecho a tener una vida digna. Son seres que solamente dan amor, no son malos. Las personas son malas y le hacen daño”, expresó.
Cuando llegó a Roca, adoptó a un perrito llamado Zahion. “Vi en una publicación, que lo habían abandonado, tenía la colita quebrada, estaba lleno de garrapatas y el amor que surgió fue mutuo”, dijo conmovida.
“Son unos compañeros muy fieles. Ahora vivo sola con mi pareja y tenemos dos perritos, se llaman Zahion y Lexy. Esa es mi familia”, describió.

Dedicación
El emprendimiento con los mates nació en plena pandemia del coronavirus “cuando todos debían usar su propio mate”, recordó.
“Empecé pintando, dibujando animales. Estaba en un grupo de proteccionistas de animales ahí en Viedma y publiqué que pintaba mates y mucha gente me empezó a pedir con retratos de sus mascotas”, explicó.
El primero que pintó fue muy idéntico. “Era muy real, trato de ser muy detallista en cualquier marca, en el detalle del pelaje, en la mirada, en todo”, describió.
Los mates que utiliza son de madera de algarrobo que compra al mayor. El primer paso es lijar bien la madera. “La preparo antes de pintarlos con un imprimante, para que perdure el retrato, lleva todo un proceso”, detalló.
Luego hace un boceto de la mascota. “Pido que las imágenes sean lo más claras posibles para poder ver todos los detalles y con lápiz a mano alzada, hago el boceto”, contó.
La artista contó que antes del último paso le consulta al cliente si le gusta el trabajo por si hay que hacer cambios. “Si le gustó, hago la última etapa que es pasarle la hidrolaca y después del periodo secado está listo para entregar”, mencionó.
El tiempo que le lleva confeccionar cada retrato depende del diseño que pida el cliente. “Por lo general, tardo cuatro días para que tenga su tratamiento la madera con cada capa de pintura. Me gusta respetar el tiempo de secado”, explicó.
Cada persona le da el uso que desea al mate. “Tengo una clienta que me pide para coleccionarlos”, señaló.
Las reacciones

Una vez que entrega cada pieza, Tamara espera ansiosa saber que le pareció a esa persona el retrato de su mascota ya terminado.
“Me han mandado videos en donde las personas están muy emocionadas”, dijo.
La artista recordó una situación muy conmovedora. “Una chica pidió un retrato de una perra para regalarselo a su mamá. Cuando ella abrió el paquete, la primera reacción de esa madre fue llorar y abrazar a su hija. Eso me hizo emocionar mucho”, contó con sus ojos humedecidos.
Allí ella comprendió la belleza del trabajo que realiza y cómo impacta en las personas.
“Este arte que no es muy conocido, es algo lindo, no solamente porque te hace llegar a las otras personas, sino porque es terapéutico para uno. Es un cable de tierra que todos necesitan y creo que hay que ser fieles a eso”, expresó orgullosa.
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