«Desatendieron» a su bebé en Roca, lo salvaron en una clínica de Neuquén, y ahora deben un millón de pesos

La familia de Ciro, con un bebé de dos meses que estuvo al borde la muerte, busca que Salud Pública de Río Negro se haga cargo de la deuda por su internación. El menor fue dos veces derivado a su casa por lo que debió recurrir a un centro privado neuquino.

Con tan solo dos meses su hijo se debatió entre la vida y la muerte. Y aunque la mejoría de Ciro es lo que más le preocupa a la familia Quesada, por estas estas horas otra carga -en este caso económica- pesa sobre sus espaldas.

Es que ante la desesperante «desatención» recibida por parte del Hospital Francisco López Lima, debieron recurrir a una clínica privada de la capital neuquina donde finalmente el menor pudo ser salvado de un grave caso de neumonía y bronquiolitis. Ahora deben pagar $929.947 derivados de los gastos de internación, monto que la familia no puede solventar por carecer de empleo. El papá del menor no duda de que se trató de una desatención en el hospital roquense.

«Solo pido que Salud Pública de Río Negro se haga cargo«, exigió en diálogo con Digan lo que Digan, de RN Radio, la radio del diario Río Negro, Darío Quesada, papá de Ciro. Por su parte, tanto la Provincia de Río Negro como el nosocomio roquense deslindaron responsabilidades por no tratarse de una derivación efectuada desde el sistema público. Hasta la publicación de esta noticia no se pudo obtener la opinión del hospital roquense.

El caso


Todo comenzó el sábado 18, cuando el menor -con historial de problemas respiratorios- empezó a presentar los primeros síntomas de decaimiento. Y dado que ya había sido sometido a dos internaciones anteriores, sus padres decidieron llevarlo hasta la guardia del hospital.

«Lo llevamos totalmente desvanecido. Nos dejaron esperando dos horas al pediatra en el pasillo hasta que nos atendió una doctora en un consultorio, donde lo revisó y lo diagnosticó con bronquiolitis. Pero como no estaba para internarlo, nos mandó a la casa«, comentó Quesada.

Al día siguiente por la tarde ante el empeoramiento del cuadro y una marcada dificultad para tomar el pecho, el bebé fue llevado nuevamente por sus padres al centro de salud. Allí fue donde otra doctora insistió en no internarlo y se limitó a recetar simplemente un «spray» nasal para abrir la vías respiratorias, según el testimonio de su padre.

«Eran cerca de las ocho de la noche y el nene seguía mal, con los labios violaceos. Para ellos no revestía gravedad, y uno como paciente no piensa que los médicos se pueden llegar a equivocar«, admitió el hombre. De inmediato, los padres de Ciro se lanzaron a la búsqueda de una atención pediátrica de urgencia, servicio inexistente en la ciudad.

Fue un error de ellos, no me vine acá por un capricho. Al hacerlo público nos enteremos de montón de gente que pasó por la misma situación. El desamor por la vida que tienen es impresionante.

Darío Quesada, padre de Ciro

Ante la desesperación y una saturacion de oxígeno en sangre extremadamente pobre, decidieron recurrir a Neuquén y en esa provincia el Policlínico Neuquén fue el destino. «Decidí llevarlo a Neuquén, porque los hospitales de Río Negro están de paro«, sentenció el padre, quien explicó que por esa razón no intentó atención en Allen o Cipolletti.

El rostro de los médicos delató de inmediato el inminente riesgo de vida que corría Ciro, a quien se le practicaron maniobras de RCP y se lo conectó velozmente a un respirador mecánico. El menor atravesaba un cuadro de bronquiolitis, agravado por una neumonía y anemia.

«En el momento, les dije al personal que no estaba en condiciones de pagar una internación y les pedí un traslado, pero no pudieron hacerlo por lo delicado que estaba el bebé«, explicó.

Hoy el menor continúa internado, a la espera de ser desconectado del respirador debido a la mejora de su saturación de oxígeno.

Una deuda imposible de solventar


La familia Quesada es una de las tanta víctimas de la pandemia, que se cargó a cuestas su emprendimiento de lavado de autos y se llevó consigo la posibilidad de acceso a condiciones dignas de subsistencia. Con un hogar en precarias condiciones y sin cobertura de seguridad social, el pago de la deuda con el centro asistencial resulta imposible de cubrir.

De hecho, su estadía provisoria en la capital neuquina se sostiene por medio de los ingresos que reciben de la Tarjeta AlimentAR. Y alguna que otra ayuda que obtienen desde la institución que atiende a Ciro.

Ante este panorama la administración del centro privado se comunicó con las autoridades de Salud Pública de Río Negro para acordar la cobertura de los gastos de internación, aunque la respuesta no fue satisfactoria. «La administración del Policlínico se habló con el hospital, pero dijeron que ellos no se iban a hacer cargo porque no lo derivaron«, explicó Quesada.

Días después, y a raíz de una denuncia en redes sociales, una secretaria de la dirección del Francisco López Lima conversó con los padres de Ciro para ponerse al tanto del reclamo. La mujer se comprometió a hablar con la directora, Ana Senesi, pero posteriormente el diálogo se cortó sin mayores novedades.

«Desde el Policlínico nos dijeron que solo les importaba que el bebé salga adelante, que lo demás se resolvía de alguna u otra manera. Están haciendo lo posible para que Río Negro se haga cargo«, finalizó.

Escuchá la entrevista completa a Darío Quesada, papá del menor atendido en un centro de salud neuquino, en Digan lo que Digan, por RN Radio.

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