“Abuso de autoridad a menores en Cipolletti”

Soy un ciudadano de Neuquén Confluencia. La madrugada del 20 de julio alrededor de las 5, el personal del Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Cipolletti me solicitó para realizarme un test de alcoholemia en la calle 25 de Mayo 338 en la ciudad de Cipolletti. Aduciendo que me había escapado de un anterior control, cosa que no es posible ya que los únicos agentes municipales estaban descansando dentro del móvil municipal. Luego de unos minutos se dio la llegada de dos policías, quienes transitaban en sus motocicletas de patrulla. Sin haber agredido a nadie, colaborando con el procedimiento de los municipales, en el momento en el que el inspector de Tránsito y Transporte Juan Carlos Caso me comunicó que podía hacer uso de mi teléfono celular para darles a conocer los hechos a mis padres, ya que aunque tengo licencia de conducir autorizada soy menor de edad, se acercó uno de los dos policías y, sin motivo alguno me esposó y forcejeó contra mi automóvil, realizándome un procedimiento denominado llave, asfixiándome e inmovilizándome, finalmente golpeando mi cabeza contra el techo de mi auto, manifestando una brutalidad innecesaria y quedando indefenso ante el procedimiento como si fuese un delincuente y no un ciudadano circulando por la ciudad. Esto me produjo traumatismos en las muñecas y en la cabeza. Acto seguido, al replicarle que se identificara y cesara ante tal brutalidad, me dijo que me callara, además al preguntarle si me permitía realizar los llamados como había acordado con el inspector con la oferta de luego volver a colocarme las esposas, tomó mi teléfono del techo del coche, lo miró y arrojó hacia la calle rompiéndolo, mientras que yo y mis compañeros insistimos varias veces en que nos diera a conocer su identidad, sin detenerse hasta el momento en que, sin soltarme y aún causándome dolor, le pidió a un amigo que sacara mi billetera del bolsillo, vio y leyó en mi DNI mi edad (17 años) . Luego, al instante, se alejó de mí para hablar con un compañero y decidió huir de la escena al comprender la gravedad de la falta cometida, dejándome esposado, sin haber revelado nunca su rango ni su identidad. Quedando su compañero, quien tomó una llave de esposas con la cual me dejó en libertad. Al no obtener respuesta del fugitivo acudimos a los agentes municipales (quienes observaban toda la escena sin intervenir), para poder conocer su identidad. Los mismos sólo nos dieron en respuesta: “Es información confidencial”, al preguntarles el nombre o placa de dicho sujeto a quien ellos habían convocado. Por esto y teniendo en cuenta los tratados internacionales de protección al menor y constatando la veracidad de los hechos por cuatro testigos presenciales, constando de material gráfico que corrobora la prueba aquí expuesta, ya que durante los excesos fueron corroborados por los ocupantes del vehículo. Hemos de exponer ante la opinión pública que en el municipio de Cipolletti, en pleno centro, se cometen abusos de autoridad que el municipio avala, controla y supervisa sin dar intervención, sabiendo que estaban cometiendo apremios ilegales a un menor y que, para corolario, asumen que fue una operación exitosa, secuestran el vehículo y nunca manifiestan su identidad. Los presentes hechos fueron certificados por autoridades médicas y están apoyados por material gráfico. En 1976 se producían estos hechos con total impunidad por parte de las fuerzas públicas y fueron condenados por las organizaciones de derechos humanos y la Nación en conjunto. Juan Pablo Flores Vázquez, DNI 40.182.682 Neuquén


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