Teatro La Barda, 45 años de arte y prepotencia de trabajo

Una institución que se mantiene viva por el trabajo de quienes allí aprenden a amar al teatro sobre el escenario o como espectador.

Teatro La Barda con sus casi 45 años de vida funcionado ininterrumpidamente, se transformó en un ícono de la cultura en la localidad de Río Colorado, con diversos reconocimientos provinciales y nacionales, que le permite mantener permanentemente activos a un centenar de artistas locales.

A través de su larga trayectoria, que los transforma en la agrupación más antigua de la provincia de Río Negro, ha presentado exitosamente decenas de obras, muchas de ellas recordadas en el tiempo y para festejar un nuevo cumpleaños estrenarán cinco nuevas piezas, que prometen volver a deslumbrar a la comarca.

Desde el comienzo de sus actividades en abril de 1974, en una época complicada que para el país y La Barda, sus fundadores supieron construir cimientos sólidos para lograr que en la actualidad se transforme en el espacio de referencia en la vida de la ciudad.

Teatro La Barda. Una institución que sigue generando arte.

“Llegamos a los 45 años basados en la prepotencia del trabajo y la satisfacción de los objetivos basados en sus principios quedan reflejados en la realidad actual. Hemos tenido momentos complicados pero nunca hemos dejado de pelear por nuestras convicciones”, reflexionó emocionado al repasar parte de la historia, Gabriel Prieto, uno de los pilares fundamentales de la actividad, junto a Elda y Liliana López y la recordada actriz y directora Maite Abascal.

El grupo consta de unas 35 personas que integran la comisión actores y colaboradores estables y entre ochenta y cien talleristas, que aportan permanentemente sus conocimientos.

Algunas hojas amarillentas de libros históricos cuentan que las actividades comenzaron un 13 abril de 1974, bajo la primera dirección de Valentín Morán.

Después de varios años de talleres para la formación actoral, el grupo se presentó con el estreno de tres obras: “El mancebo que caso con Mujer Brava”, “A las seis en la esquina del bulevar” y “La soga”.

“Las flores contadas”. Marcia Roldan, Eli Benini y Brisa Fuentes.

Desde entonces pasaron innumerables directores nacionales y regionales prestigiosos, entre los que se encuentran Olga Postigo, Hugo Aristimuño, Salvador Amore, Pinty Saba, Maite Abascal, Gabriel Prieto, Maite Aranzábal, Pablo Otazú, Luis Sarlinga, Guillermo Troncoso, Andrea Julia, Charo Moreno, entre otros.

Aun hoy y a pesar de años transcurridos, el público continua recordando exitosas obras como “El suicidado”, “Historia de desconocidos”, “Extraño juguete”, “Lo frío y lo caliente”, “Los días pequeños”, “Real envido”, “Aquí estamos”, “Memoria y Justicia”, “Minas”, “Vivir es dimple”, “La Prudencia”, “El Lazarillo de Tormes”, “Drácula sin colmillos”, “Pereyra y sus días” o “Lombrices”, que permitió a Gabriel Prieto acompañado de Omar Mansilla, subirse al escenario mayor.


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