ChatGPT: Una IA que podría cambiar las reglas del juego

ChatGPT es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, desarrollado por OpenAI, que tiene entre sus fundadores a Elon Musk. Y esta tecnología funciona tan bien que es prácticamente imposible detectar si un texto fue escrito por el algoritmo o por un ser humano.

Contenido publicado originalmente en Patagonian

Soy fanático de la tecnología. Me gustan los videojuegos, los últimos celulares, conocer los últimos avances. Sin embargo, recuerdo muy pocos momentos en mi vida en los que pensé «no puedo creer lo que estoy viendo». Me pasó cuando me conecté a internet por primera vez –después de haber escuchado los extraños sonidos que hacía el módem de mi computadora– e hice mi primera búsqueda en Altavista (uno de los buscadores más importantes que tuvo la red antes de Google), me pasó cuando tuve el primer iPhone en la mano y me pasó la primera vez que jugué un videojuego en red a través de internet.

Si bien no recuerdo muchas más, la última vez que me sucedió fue esta semana cuando entré a la web de ChatGPT, el modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI que se especializa en generación de texto y que permite que conversemos con esta tecnología en tiempo real. Si bien entiendo cómo funciona (al menos por arriba) y sé cómo se entrenan los algoritmos de inteligencia artificial, hay cosas que no dejan de sorprenderme. Y lo bien que entiende y contesta este algoritmo es una de ellas.

ChatGPT es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, desarrollado por OpenAI, que tiene entre sus fundadores a Elon Musk. Y esta tecnología funciona tan bien que es prácticamente imposible detectar si un texto fue escrito por el algoritmo o por un ser humano. Ojo, no significa que sea perfecta. Muchas veces da respuestas donde asegura que algo es de determinada manera pero, en realidad, es de otra. Que «escriba bien» no significa que la información brindada sea asertiva en el 100% de los casos.

Hay algo que me encanta: lo que puede hacer ChatGPT todavía no fue completamente descubierto. Depende mucho del ingenio de las personas y las diferentes aplicaciones que le encuentren, como el caso del desarrollador que, solo tomando como base las respuestas que daba el algoritmo, creó un sitio de preguntas y respuestas; el caso de usuarios que hicieron que compile código; o que la convirtieron en una máquina virtual de Linux.

Hay usuarios que están diciendo que podría, incluso, ser un competidor de Google. Al menos en los casos que involucren cosas particulares con, por ejemplo, los pasos a seguir para realizar una tarea. Te doy un ejemplo de una conversación muy breve que tuve con el algoritmo:

Mi pregunta: ¿Cómo hago para ver, a través de la terminal, cuánto espacio libre me queda en el disco en la MacBook?

Su respuesta: «Para ver cuánto espacio libre queda en tu disco en tu MacBook, puedes usar la herramienta de la línea de comandos ‘df’. Simplemente abre la terminal y escribe ‘df -h’, que te mostrará una lista de todas las particiones de disco en tu MacBook, junto con la cantidad de espacio libre disponible en cada una».

Pero Google no es el único mundo cuyas bases viene a movilizar ChatGPT. Una de las grandes aplicaciones es que el algoritmo ayuda a programadores. Un usuario le pide un consejo de cómo hacer algo y el sistema devuelve una explicación. No es la única que hace esto. Hace tiempo, por ejemplo, GitHub lanzó Copilot, una inteligencia artificial creada con la intención de que asista a desarrolladores para que ellos puedan hacer las cosas más rápido y no aburrirse con, sobre todo, tareas repetitivas. 

Sin dudas las primeras industrias que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en las aplicaciones que podría tener ChatGPT son en las que tengan que ver con la atención al cliente automatizada o en asistentes virtuales como Alexa o Siri mejorando su capacidad de comprender lo que los usuarios quieren. Sea como sea, todavía todo es extremadamente incipiente y es probable que ni siquiera nos imaginemos cómo terminará siendo ni utilizada por los usuarios finales ni aplicada por corporaciones. Mientras tanto yo me divierto chateando con el algoritmo para ver si me da alguna que otra respuesta interesante.

Antes de irme, le pregunté a ChatGPT si la tecnología detrás podría generar una revolución. Esta fue su respuesta: “Una ‘revolución’ suele referirse a un cambio radical y generalizado en una sociedad o una industria. ChatGPT, por sí solo, es una herramienta de software y no tiene la capacidad de causar un cambio tan generalizado. Sin embargo, es posible que la tecnología de generación de lenguaje que está detrás de ChatGPT, llamada ‘transformer’, pueda tener un impacto significativo en ciertos campos y ayudar a impulsar el desarrollo de nuevas aplicaciones y tecnologías’.


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