Ni 24°C, ni 22°C: revelan la temperatura exacta del aire acondicionado para ahorrar hasta un 30%
Configurar el equipo correctamente puede reducir hasta un 30% el gasto en la factura de luz. Técnicos en eficiencia energética explican por qué un pequeño cambio en el termostato hace una gran diferencia en el consumo de verano.
Durante el verano, el aire acondicionado es el principal responsable de los saltos en el consumo eléctrico hogareño. Aunque existe la creencia de que 24° C es el punto de equilibrio, los especialistas en eficiencia energética aseguran que el rango más eficiente es, en realidad, entre los 25°C y 26°C.
Esta configuración permite mantener una sensación térmica confortable sin exigir al máximo al compresor, evitando picos de consumo innecesarios. Bajar la temperatura por debajo de este nivel puede incrementar el gasto entre un 5% y un 7% por cada grado, un impacto que se nota rápidamente al cierre del mes en la factura.
¿Por qué poner el aire en 24° ya no es la mejor opción para ahorrar?
Programar el aire a 22°C obliga al equipo a trabajar a máxima potencia de forma continua, especialmente en días donde el calor exterior supera los 35°C. Esto no solo acelera el desgaste del compresor, sino que vuelve ineficiente el proceso de enfriado, sobre todo en ambientes con filtraciones de aire o mala aislación térmica.
En cambio, mantenerlo en 25°C-26°C ayuda a disminuir la brecha térmica con el exterior, logrando que el equipo descanse más tiempo una vez alcanzada la temperatura deseada, algo fundamental tanto en modelos tradicionales como en tecnología Inverter.
Cómo configurar el aire acondicionado para que la factura de luz no llegue con aumento
El confort no depende solo de los grados, sino también de la humedad ambiente, que es la verdadera causa del malestar en muchas regiones del país. Los expertos recomiendan utilizar el modo «Dry» (deshumidificación) en días pesados o combinar el aire a 25°C con un ventilador de techo para mejorar la circulación sin enfriar de más.
Además, prácticas simples como limpiar los filtros cada 15 días, cerrar cortinas en las horas de sol pleno y usar el modo «Sleep» por la noche son claves para maximizar el rendimiento. Aplicando estas medidas de forma conjunta, es posible disfrutar del verano reduciendo el consumo total de electricidad hasta en un 30%.
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