Todos los testigos vieron una agresión distinta

Hubo contradicciones entre los cuatro que declararon en la audiencia de ayer. Dos eran amigos de la víctima, otra es pareja de uno de los imputados.

NEUQUÉN (AN)- Guy Durandin, un experto en el estudio de la mentira, dice que un testigo puede dar información falsa con la misma seguridad con la que da información exacta sin que ello signifique mentir deliberadamente. Y que algunos de los factores que favorecen los errores son el movimiento, la brevedad del tiempo de percepción y su nivel de tensión al momento del acontecimiento.

Un buen ejemplo de esto se vio ayer en la tercera audiencia del juicio por el asesinato de Javier Galar. Cuatro testigos que presenciaron la agresión mortal que sufrió la víctima hicieron relatos distintos, como si hubieran observado hechos diferentes.

Fueron sometidos a interrogatorios extenuantes que valieron una inesperada advertencia del presidente del Tribunal, Emilio Castro (ver aparte).

En la jornada estuvieron ausentes los cuatro imputados: Nicolás Chambla, Juan Díaz, Leandro Serrano y Esteban Larrat. Todos están en libertad y pidieron permiso para no presenciar el juicio.

Galar murió producto de uno o más golpes que recibió el 17 de junio de 2006 a las 5:20 de la mañana en la diagonal 9 de Julio. Fue atacado por un grupo de personas entre quienes estarían los imputados más un menor de edad, quienes se desplazaban en una Peugeot Partner. El hecho se desarrolló de noche, a toda velocidad y generó nerviosismo en quienes lo vieron.

La testigo Cecilia Muñoz, pareja de Díaz, atribuyó un rol protagónico en el ataque al adolescente, que ya fue juzgado en la justicia del Niño. «Le pegaba patadas» a la víctima, contó.

Pero también admitió que esa misma madrugada, más tarde, escuchó un comentario que no sabe quién difundió: «decían que Juan le había pegado a una persona».

Carlos Garré estaba esa madrugada con Galar. Según su relato, un grupo bajó de la Partner luego de que él le tocara la cabeza al conductor (se trata de Chambla, quien dice que en realidad recibió una trompada).

El testigo agregó que él y Gabriel Di Marco, otro amigo de Galar, escaparon corriendo hacia el pub Eterno mientras una chica del grupo «retenía a Javier».

Garré dijo que llegó a Eterno, miró hacia atrás y vio a Galar recibiendo golpes de puño y patadas. «Un morochito» (sería el menor) gritaba «lo voy a matar».

Cuando el testigo se pudo acercar a la víctima acompañado por la policía «ya estaba herido, tenía la mirada en otro lado», narró Garré, al borde del llanto.

Di Marco, en tanto, dijo que fue a él a quien retuvo una chica. Y agregó que a él también le pegaron y cayó al piso pero logró levantarse y escapar.

Respecto de Galar, lo vio rodeado «por 3 o 4 personas, parado contra una pared», recibiendo golpes en el torso. No vio que le pegaran en la cabeza, donde sufrió las lesiones que le causaron la muerte. Los médicos no hallaron, en cambio, huellas de esas presuntas trompadas en el pecho.

La que sí vio a un joven que recibía un golpe en la cabeza fue Flavia Cárdenas, quien pasaba por casualidad por allí. Según el relato que hizo ayer ante los jueces, caminaba hacia Eterno con una amiga y de frente venían dos personas, una de las cuales le pegó a la otra detrás de la oreja izquierda y le provocó una caída. Una vez en el suelo, lo pateó en el estómago.

¿Presenció Cárdenas el momento clave del ataque a Galar? ¿Entonces por qué no vio a su alrededor a ninguna de las otras personas que mencionan los demás testigos? ¿Tuvo uno de esos errores de percepción que menciona Durandin? ¿O acaso vio la caída de Di Marco?

Es difícil responder estas preguntas porque no le preguntaron cómo estaba vestido el muchacho que vio caer al piso.


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