Un día de agua y sol en compañía de dinosaurios

Miles de turistas eligen las playas de Villa El Chocón por la pureza de sus aguas y la gran cantidad de actividades que se pueden realizar.

Cuando el tiempo de descanso es corto o la economía no da para demasiado viaje, una de las opciones para disfrutar de la naturaleza, descansar y realizar actividades recreativas es Villa El Chocón. Allí se puede pasar un día de playa a pleno.

Antes de llegar a la entrada, los carteles mordidos por dinosaurios y las réplicas de los animales prehistóricos, al estilo Hollywood, anuncian uno de los grandes tesoros con los que cuenta la localidad que se estima alberga a unas 1300 personas.

Sólo 89 kilómetros separan la villa turística de Neuquén Capital. Basta con tomar la Ruta 22 en dirección oeste y luego empalmar con la 237 y se llega a este refugio de dinosaurios. Pero El Chocón no es solo prehistoria. El lago Ramos Mexía ofrece cada verano sus costas para que miles de turistas disfruten del calor en sus playas de aguas limpias.

A lo largo de toda la extensión del lago artificial formado para abastecer la represa que genera energía para gran parte del país, se ofrecen actividades náuticas como kayak, canotaje, paseos y recorridos en lancha, así como también el servicio de pesca deportiva.

“Los Gigantes” son uno de los atractivos turísticos que guarda mayor belleza. Se trata de grandes acantilados e imponentes formaciones rocosas que se combinan con playas de arena escondidas entre las bahías. El paisaje es imponente pero allí sólo se puede llegar en lancha o con una excursión en 4×4 por la meseta.

En la zona conocida como Boca del sapo, se pueden realizar deportes extremos como tirolesa y saltos. Esta bahía es uno de los puntos de más concurrencia, su costa de arena y su aguas calmas son ideales para el disfrute de toda la familia.

Otro lugar para visitar es el balneario y sector náutico “Las Huellas”, que tiene una playa de unos 1.500 metros de largo. Allí, se ofrece el servicio de guardavidas. Además, combina turismo de verano y paleontológico, ya que se pueden ver huellas naturales de dinosaurios. Y el mirador Del Faro no es una zona apta para bañistas pero ofrece una magnifica vista del embalse y es un lugar en el que se puede abordar todo tipo de embarcaciones.

Para los que no les gusta estar mucho en la reposera, pueden salir a hacer mountain bike o caminatas diurnas y nocturnas por la Represa, el Cañadón Escondido (donde se pueden observar sedimentos de las bardas, huellas de dinosaurios ), el Cañadón Cocodrilo (lugar donde se encontraron pequeños cocodrilos llamados araripesuchuss), o hace avistaje de aves, flora y fauna a orillas del Río Limay.

Después de un día de playa, cuando se seca la malla, el museo municipal paleontológico “Ernesto Bachmann” es paso obligado para los que nunca hayan entrado. Mientras los adultos conocen todo el universo de la paleontología, los chicos se asombrarán con las réplicas gigantes y pueden jugar a ser “Paleontólogos por un día”.

Cuando el tiempo de descanso es corto o la economía no da para demasiado viaje, una de las opciones para disfrutar de la naturaleza, descansar y realizar actividades recreativas es Villa El Chocón. Allí se puede pasar un día de playa a pleno.

Antes de llegar a la entrada, los carteles mordidos por dinosaurios y las réplicas de los animales prehistóricos, al estilo Hollywood, anuncian uno de los grandes tesoros con los que cuenta la localidad que se estima alberga a unas 1300 personas.

Sólo 89 kilómetros separan la villa turística de Neuquén Capital. Basta con tomar la Ruta 22 en dirección oeste y luego empalmar con la 237 y se llega a este refugio de dinosaurios. Pero El Chocón no es solo prehistoria. El lago Ramos Mexía ofrece cada verano sus costas para que miles de turistas disfruten del calor en sus playas de aguas limpias.

A lo largo de toda la extensión del lago artificial formado para abastecer la represa que genera energía para gran parte del país, se ofrecen actividades náuticas como kayak, canotaje, paseos y recorridos en lancha, así como también el servicio de pesca deportiva.

“Los Gigantes” son uno de los atractivos turísticos que guarda mayor belleza. Se trata de grandes acantilados e imponentes formaciones rocosas que se combinan con playas de arena escondidas entre las bahías. El paisaje es imponente pero allí sólo se puede llegar en lancha o con una excursión en 4×4 por la meseta.

En la zona conocida como Boca del sapo, se pueden realizar deportes extremos como tirolesa y saltos. Esta bahía es uno de los puntos de más concurrencia, su costa de arena y su aguas calmas son ideales para el disfrute de toda la familia.

Otro lugar para visitar es el balneario y sector náutico “Las Huellas”, que tiene una playa de unos 1.500 metros de largo. Allí, se ofrece el servicio de guardavidas. Además, combina turismo de verano y paleontológico, ya que se pueden ver huellas naturales de dinosaurios. Y el mirador Del Faro no es una zona apta para bañistas pero ofrece una magnifica vista del embalse y es un lugar en el que se puede abordar todo tipo de embarcaciones.

Para los que no les gusta estar mucho en la reposera, pueden salir a hacer mountan bike o caminatas diurnas y nocturnas por la Represa, el Cañadón Escondido (donde se pueden observar sedimentos de las bardas, huellas de dinosaurios ), el Cañadón Cocodrilo (lugar donde se encontraron pequeños cocodrilos llamados araripesuchuss), o hace avistaje de aves, flora y fauna a orillas del Río Limay.

Después de un día de playa, cuando se seca la malla, el museo municipal paleontológico “Ernesto Bachmann” es paso obligado para los que nunca hayan entrado. Mientras los adultos conocen todo el universo de la paleotología, los chicos se asombrarán con las réplicas gigantes y pueden jugar a ser “Paleontólogos por un día”.

Salir a recorrer la represa, una buena opción.

Los Gigantes uno de los mayores atractivos.

¿Qué hay que llevar?

El museo abre sus puertas todos los días de 7 a 20. Mañana estará cerrado y el 1 abrirá de 17 a 21. El costo de la entrada es de 30 pesos.

Las playas río arriba las grandes ciudades prometen aguas menos contaminadas.
Mauro Pérez

Escapadas + Voy

Datos

Protector solar y sombrilla: en verano el sol es muy fuerte y no hay muchos lugares que cuenten con reparo.
Reposeras y lonas: las playas de arena invitan al descanso.
Toallas y algo de abrigo: si bien el calor es intenso, el agua puede resultar fría y además es habitual que haya viento.
Comida y bebida: la villa cuenta con algunos locales donde se pueden adquirir víveres, pero la mayoría cierran de 14 a 17 por lo que siempre es aconsejable llevar la típica canasta de camping y la conservadora con bebidas frías.
El museo abre sus puertas todos los días de 7 a 20. Mañana estará cerrado y el 1 abrirá de 17 a 21. El costo de la entrada es de 30 pesos.

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