Una mediación liberó el municipio de Neuquén

Las extrabajadoras que permanecían apostadas desde el martes en el hall del edificio fueron convocadas a una audiencia para hoy a las 8:30 en la Ciudad Judicial. El Poder Ejecutivo no participará. Anoche cuestionaron a las autoridades.

Cuando las extrabajadoras se preparaban para pasar otra noche más en el hall del Municipio en reclamo de un nuevo contrato laboral, fueron convocadas por la fiscal Paula González a una mediación. La cita es hoy a las 8:30 en la Ciudad Judicial.

Toda mediación requiere si o si de dos partes que buscan ponerse de acuerdo. Pero fuentes municipales confirmaron ayer que no fueron notificados de ninguna audiencia, que no concurrirán porque para el Ejecutivo es “tema concluido, caso cerrado”.

Ayer, luego de hablar con la fiscal el grupo de mujeres que tomaron el hall del edificio, luego de un conflicto de casi dos meses, resolvieron desalojar voluntariamente el edificio. Al cierre de esta edición, estaban resolvieron si se retiraban a sus casas o permanecían en las escaleras exteriores, sobre calle Roca.

“Vamos a ir a ver si nos podemos poner de acuerdo para encontrar una solución a este problema”, dijo Ayelén Torres, una de las excontratadas. La mujer denunció que no recibieron agua ni comida y que tampoco les permitían acceder a los baños internos. El secretario de Coordinación del Municipio Marcelo Bermúdez desmintió esto y aseguró que se les acercó alimentos para el menor.

Ayer se declaró asueto en todas las dependencias municipales y las puertas del Municipio permanecieron cerradas durante todo el día. El intendente Horacio Quiroga se vio obligado a mudar su despacho privado al Museo Nacional de Bellas Artes. “Es una situación protagonizada por siete personas que exigen un derecho que no tienen”, dijo el jefe comunal en conferencia de prensa. Opinó que hay una utilización política del hecho y repudió que se usen menores.

Por el reclamo de las extrabajadoras el intendente Quiroga mantuvo ayer una reunión con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alfredo Elosu Larumbe y mudó su despacho al Museo Nacional de Bellas Artes.

Frente al Municipio, seis mujeres que piden su reincorporación se encadenaron. Otras siete permanecen adentro. Durante la jornada hubo gremialistas de ATE y Sitramune en la esquina de calle Roca y diagonal Alvear y estuvo cortado el tránsito. También se expresaron al respecto los concejales del MPN, Libres del Sur y el Frente y la Participación Neuquina. Le reclamaron al intendente que encuentre una solución pacífica y respete el derecho laboral de las mujeres.

“A las 33 personas que no les renovaron fue porque no era necesario el trabajo que estaban realizando o porque el secretario del área no estaba conforme con el desarrollo de su labor”, dijo por l a mañana el secretario de Hacienda, José Luis Artaza.

Por la tarde, las excontratadas se comunicaron con la fiscal y frente a la posibilidad de una mediación resolvieron desocupar el hall del Municipio.

Fuentes municipales aseguraron que la fiscal había sido informada sobre la decisión del Ejecutivo local de no participar frente a la posibilidad de una audiencia entre las partes.

“Los contratos tienen principio y fin y se pueden renovar o no. Y no nos van a torcer la decisión con este tipo de medidas”,

dijo José Luis Artaza, secretario de Hacienda del Municipio.

De julio a octubre

sin soluciones

En julio pasado unas 33 trabajadoras de la secretaría de Desarrollo Humano de la municipalidad eran notificadas que no se les renovaría el contrato.

Con el acompañamiento del gremio de municipales Sitramune realizaron una manifestación en las puertas del edificio que derivó luego en un acampe que se extendió por tres semanas. Reclamaban ser reincorporadas y denunciaron que fueron despedidas por negarse a participar de actividades de campaña política.

En agosto el fiscal general José Gerez encaró un encuentro de mediación entre el sindicato y el Ejecutivo municipal que no prosperó.

El martes pasado, regresaron al Municipio ocuparon el hall de ingreso y amenazaron con quemarse a lo bonzo.

“Es mentira que nos dieron agua y comida. Ni siquiera nos dejaban ingresar a los baños. Sólo queríamos comida para el menor”,

dijo Ayelén Torres, una de las contratadas que participó del conflicto.

Datos

“Los contratos tienen principio y fin y se pueden renovar o no. Y no nos van a torcer la decisión con este tipo de medidas”,
“Es mentira que nos dieron agua y comida. Ni siquiera nos dejaban ingresar a los baños. Sólo queríamos comida para el menor”,

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