Uruguay cambia su perfil exportador

Este año Uruguay pondrá en funcionamiento (al 75% de su capacidad operativa) su segunda gran planta de fabricación de celulosa, en este caso la de “Montes del Plata”, emplazada en Conchillas, Colonia. Ella se sumará previsiblemente a la que fuera anteriormente emplazada en las costas del río Uruguay, aguas arriba de la ciudad de Gualeguaychú, que tantas protestas generara y que, no obstante ello, opera normalmente –desde hace años ya– sin generar la contaminación del agua que algunos –equivocada o caprichosamente– supusieron. Lo cierto es que desde el 2014 nuestro país vecino exportará celulosa por unos 1.800 millones de dólares anuales. No es poco. La celulosa será así el producto individual más exportado por los orientales, desplazando –en generación de divisas– tanto a la carne como a la soja. Hablamos de un producto industrial con importante valor agregado en el Uruguay. Y de un sector con gran potencial de expansión en el ordenado país vecino. Ya en el 2011 la celulosa generó el 12,2% del total de las exportaciones uruguayas. La pasta es el producto que conforma el tronco principal de las ventas externas del sector, desde que representa el 75% de esas exportaciones. El impulso para este realmente notable logro provino originalmente de la ley de Promoción Forestal 15.939, de 1987, cuyos frutos hoy están a la vista, conformando la importante masa maderera que se utiliza en el proceso de industrialización de la celulosa. Con esa norma Uruguay alcanzó un objetivo que alguna vez también la Argentina se propusiera, sin el éxito obtenido del otro lado del Río de la Plata. Quizás por esto el resentimiento generado por la frustración, todavía inocultable en algunos. El dinamismo del sector celulósico oriental es grande. En los últimos tres años sus exportaciones han crecido a un notable ritmo del 33% anual, mientras las ventas externas en general crecieron al 22% anual, lo que también es ponderable. Pese a la crisis del 2008/09. Y a precios oscilantes. Para el año en curso, las exportaciones de este producto podrían alcanzar los 1.550 millones de dólares. El proceso está, además, sostenido por el crecimiento esperado de la demanda mundial de celulosa, estimado en un orden del 12% anual para los próximos dos años. Especialmente del papel “tissue” y del cartón. Esto, a su vez, mantendrá los precios del producto en niveles altos, como ha sucedido en general en los últimos tiempos. (*) Analista del Grupo Agenda Internacional

gustavo chopitea (*)


Este año Uruguay pondrá en funcionamiento (al 75% de su capacidad operativa) su segunda gran planta de fabricación de celulosa, en este caso la de “Montes del Plata”, emplazada en Conchillas, Colonia. Ella se sumará previsiblemente a la que fuera anteriormente emplazada en las costas del río Uruguay, aguas arriba de la ciudad de Gualeguaychú, que tantas protestas generara y que, no obstante ello, opera normalmente –desde hace años ya– sin generar la contaminación del agua que algunos –equivocada o caprichosamente– supusieron. Lo cierto es que desde el 2014 nuestro país vecino exportará celulosa por unos 1.800 millones de dólares anuales. No es poco. La celulosa será así el producto individual más exportado por los orientales, desplazando –en generación de divisas– tanto a la carne como a la soja. Hablamos de un producto industrial con importante valor agregado en el Uruguay. Y de un sector con gran potencial de expansión en el ordenado país vecino. Ya en el 2011 la celulosa generó el 12,2% del total de las exportaciones uruguayas. La pasta es el producto que conforma el tronco principal de las ventas externas del sector, desde que representa el 75% de esas exportaciones. El impulso para este realmente notable logro provino originalmente de la ley de Promoción Forestal 15.939, de 1987, cuyos frutos hoy están a la vista, conformando la importante masa maderera que se utiliza en el proceso de industrialización de la celulosa. Con esa norma Uruguay alcanzó un objetivo que alguna vez también la Argentina se propusiera, sin el éxito obtenido del otro lado del Río de la Plata. Quizás por esto el resentimiento generado por la frustración, todavía inocultable en algunos. El dinamismo del sector celulósico oriental es grande. En los últimos tres años sus exportaciones han crecido a un notable ritmo del 33% anual, mientras las ventas externas en general crecieron al 22% anual, lo que también es ponderable. Pese a la crisis del 2008/09. Y a precios oscilantes. Para el año en curso, las exportaciones de este producto podrían alcanzar los 1.550 millones de dólares. El proceso está, además, sostenido por el crecimiento esperado de la demanda mundial de celulosa, estimado en un orden del 12% anual para los próximos dos años. Especialmente del papel “tissue” y del cartón. Esto, a su vez, mantendrá los precios del producto en niveles altos, como ha sucedido en general en los últimos tiempos. (*) Analista del Grupo Agenda Internacional

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios