Vedan la mitad del golfo San Matías por marea roja

No se pueden extraer mejillones, vieyras, almejas y cholgas en la parte sur del golfo. En una partida de Sierra Grande se detectaron restos de la toxina y se decidió prohibir el consumo.

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- La detección del fenómeno conocido como «marea roja» en una muestra de moluscos capturados en cercanías de Sierra Grande obligó a la autoridad pesquera provincial a establecer la veda total para la extracción de mejillones, vieyras, almejas y cholgas en la mitad sur del golfo San Matías.

Profunda preocupación generó entre los biólogos y autoridades pesqueras rionegrinas la novedad, quienes recomendaron maximizar también los controles sobre la producción de los bancos del norte del golfo, que en su mayoría han permanecido históricamente exentos a esta peligrosa toxina que afecta al sistema nervioso central.

El examen realizado a fines de la última semana en la capital provincial determinó que una partida proveniente de Sierra Grande apenas alcanzaba los niveles mínimos del elemento venenoso producido por algunas algas, los cuales no obstante fueron suficientes para declarar la prohibición para el consumo humano, tal como lo establecen los parámetros de la Organización Mundial de la Salud.

Según explicó el doctor Enrique Morsán, la «marea roja» consiste en la propagación de una toxina producida por determinadas algas, que se alberga en los moluscos bivalvos a raíz de la condición de filtradores de este tipo de especies que entran en contacto con el plancton. Antiguamente la presencia de «marea roja» se relacionaba con la aparición de algas luminosas que daban una coloración distinta a las aguas, de donde surgió su nombre. Sin embargo, luego se determinó que otras algas opacas también la ocasionan, haciéndose casi imposible la prevención y la anticipación a excepción de los continuos monitoreos y muestreos de los bancos.

La partida serrana analizada contenía alrededor de 400 unidades ratón, que es el mínimo con el que la OMS prohíbe el consumo. La presencia de esta toxina se da generalmente en verano, aunque aún los estudios no han establecido exactamente las características de su difusión.

La recomendación del Instituto de Biología Marina y Pesquera «Almirante Storni», es evitar totalmente la ingesta de moluscos que no provengan de establecimientos habilitados por Senasa, que desarrollen los muestreos correspondientes como el caso de la Terminal Pesquera Artesanal de esta localidad. (ver aparte).

El veneno afecta directamente al sistema nervioso. En cantidades bajas se comienza a sentir adormecimiento de labios y entumecimiento de la punta de los dedos, pero en grandes proporciones se paraliza el intercambio químico en las neuronas provocando crisis letales. La distribución de la «marea roja» es esporádica. Así como repentinamente se presenta en los bancos de moluscos, con el tiempo se retira y los moluscos filtrados pueden volver a ser consumidos. La zona norte del golfo ha permanecido libre de este mal, a excepción de algunos casos aislados en el sector cercano a Barranca Final, en dirección a Viedma.

Aconsejan consumir mariscos certificados

Karina Avaca, una de las responsable de desarrollar la recolección de muestras en la Terminal Pesquera Artesanal, informó a este medio que todos los días en los que operan las lanchas, se toman pequeños porcentajes de moluscos de cada embarcación y se envían a analizar a Viedma.

«En dos horas la muestra llega al laboratorio y en otras dos horas nos remiten el resultado de los análisis por fax. Recién en ese momento los mariscos pueden obtener el certificado de Tránsito de Senasa para poder ser cargados en los camiones», expresó la técnica.

Desde la Terminal Pesquera se informó que con la producción de lanchas que operan en un mismo sector se conforma una partida de la que se toma una muestra lo más representativa posible.

«Nunca en la parte de bajo Oliveira, al sur de Las Grutas, se dio un caso de «marea roja». Desde hace varios años se vienen realizando estudios en esa zona que ha sido clasificada como A, libre de «marea roja», y podemos garantizar el consumo de todos los productos provenientes de establecimientos habilitados», sostuvo Avaca.

Extracción incipiente

El caso de presencia de la toxina se registró en una partida proveniente de Sierra Grande, lo que obligó a vedar toda la parte sur del golfo San Matías, donde la extracción es incipiente.

En el sector de bajo Oliveira, trabajan una treintena de lanchas artesanales que descarga su producción de mariscos y vieyras en la Terminal Pesquera Artesanal, de donde parte con los certificados correspondientes.


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