Verano en la Patagonia: cinco playas imperdibles de la cordillera

En Villa la Angostura, San Martín de los Andes, Villa Pehuenia, Bariloche y Villa Traful, los lagos se conjugan con la arena volcánica, las montañas, los bosques y las piedras para crear lugares únicos. Te recomendamos cinco. Vení a recorrerlos, te va a dar ganas de ir...

El verano ya se instaló en la Patagonia. Con sus días largos y el sol a pleno, brinda el contexto ideal para planear una salida de playa en la Cordillera de los Andes. Aquí, cinco opciones recomendadas en Neuquén y Río Negro.



Lago Espejo. Foto: Patricio Rodriguez

“La playa es de piedra volcánica muy procesada -no es arena aunque tenga esa apariencia- y el lago tiene su encanto. La bahía está en una salida sin viento y es realmente un espejo porque en el agua se refleja el cielo y la montaña”, dice el guardaparque de esa seccional, Guillermo Majul y detalla algunas de las características que hacen a este lugar soñado y único.

La playa se encuentra a solo 12 kilómetros del centro de Villa La Angostura por la ruta nacional 40 y se accede a 200 metros del empalme con la ruta 234. Tiene dos bajadas, para un lado el balneario del lago Espejo y para el otro, la Bahía del guardaparque. Las dos son públicas.

Otra de las ventajas que tiene este lago es que el sol está garantizado hasta la última hora del día. Al ser una bahía muy abierta, escapa a la sombra. En el balneario hay un muelle que se mete al lago, además, hay un kiosco y un parador donde se pueden comprar sandwichitos, bebidas, alquilar kayak, sombrillas y reposeras. Cuenta con área de parrillas (solo de uso diurno), con servicio de guardavidas, baños públicos y estacionamiento gratuito.

Para el otro lado, está el camping en la Bahía del guardaparque y pasar la noche allí es libre y gratuito. Y si querés hacer una caminata, para hacer una pausa de playa, frente a la casa del guardaparque comienza una senda que luego de 30 minutos arriba a una playita de arena sobre el lago Correntoso, se regresa por el mismo lugar y es un paseo familiar que atraviesa un hermoso bosque andino patagónico. La duración del recorrido ida y vuelta es de uno o dos horas. También hay miradores, tanto del Espejo como del Correntoso.

“Hay que destacar que no se puede venir con mascotas, por más que estén vacunadas, pueden transportar virus y bacterias que quedan en el parque y pueden afectar a la fauna local”.

Guillermo Majul, guardaparque de la seccional Lago Espejo.

Si vas, también debés tener en cuenta que hay que llevarse la basura porque no hay recolección de residuos, no se debe hacer fuego en lugares no permitidos, ni levantar drones. Tampoco acampar en lugares no permitidos, o transitar por caminos que no están habilitados.



Yuco, la península y sus mágicas bahías. Fotos: Patricio Rodriguez


A 30 km de San Martín de los Andes, son cinco las espectaculares playas de Yuco, conectadas por unos 600 metros de senderos. Las tres primeras, las de las bahías, son las más elegidas: Turquesa (la uno, de de unos 100 metros de largo por unos ocho de ancho; Arenosa (la dos, de unos 150 metros de largo por 15 de ancho) y la más chica, Rocosa (la tres, de unos 10 metros de largo por 10 de ancho). Del otro lado, ya sobre lago abierto, aguas frías y sin reparo, aparecen la cuatro, Muelle viejo y la cinco, Del bosque.

La cantidad de visitantes que nota este diciembre el guardaparque Esteban Saez es el anuncio de que será un verano con lleno completo en este paraíso de la cordillera. “Ya hay mucha gente de otras provincias”, explica.

Si bien todos los años es fundamental que solo se enciendan fuegos en los lugares habilitados, este verano por la sequía es aún más importante».

Esteban Saez, guardaparque de la Seccional Yuco del Parque Nacional Lanín

¿Por qué es tan convocante esa península y sus bahías? Por las aguas cálidas protegidas del viento a las el entorno de coihues y el origen glaciar le dan ese irresistible tono turquesa. Por las playas de arena, los arrayanes sobre la costa, las rocas ideales para tirarse a tomar sol, las corrientes calmas para remar en el kayak o parado sobre la tabla de SUP, meterse con la colchoneta inflable y dejarse llevar. Por ese suave declive de unos 30 metros hasta el veril.


Aquí, en el Parque Nacional Lanín, no hay que pagar para acceder como en otras zonas y el área está habilitada de 9 a 20.30 horas, cierre pensado para que quede luz natural para el retorno o para chequear si hay algún rezagado en los senderos. Hay que llevarse la basura y no se puede ir con mascotas. Y hay que tener extrema precaución con el fuego y solo encenderlo en los lugares habilitados.

No hay servicio de guardavidas. “Por la cantidad de visitantes, deberíamos tener”, afirma Esteban y agrega que la capacidad de los estacionamientos es de entre 80 y 100 autos, que suele quedar superada en la hora pico (entre las 14 y las 15) y muchos dejan el vehículo en las banquinas de la ruta provincial 48, de ripio y serruchos, como para ir despacio, con cuidado. «Además, hay mucho tránsito en esta época y alguno que no se banca la fila lenta se larga a pasar en contramano, así que con precaución», señala Esteban.

El guardaparque estima que los días de concurrencia masiva hay unas 1.200 personas en Yuco, cuando la capacidad de carga es de 800. Por eso presentó una propuesta para que se regule el acceso, ya que el exceso de visitas causa un triple efecto: los turistas quedan muy cerca entre sí, hay quienes se aventuran al bosque y las piedras en lugares no habilitados y todo el lugar sufre el daño ambiental.

«Además, te da pena cuando los ves bajar cargados con la heladera portátil, las reposeras y la sombrilla y caminar por los senderos hasta cada playa y no encuentran lugar», describe. En esos casos, suele decirles que las opciones más cercanas son el lago Nonthue a unos 10 km y la playa Hua Hum a unos 15 km.

Desde el verano 2020, tras un inédito convenio de Parque Nacionales con la Asociación de Skate de los Andes Club ASA Patagonia, en Estación Yuco (en la zona cercana al estacionamiento de las playas dos y tres) hay proveeduría, fogones, food truck (hay choripanes caseros con vegetales salteados, hamburguesas y propuestas vegetarianas entre otras opciones), mesas hechas con troncos caídos y baños de uso libre y gratuito (piden encarecidamente tirar los papeles solo en los cestos de basura).

También están a disposición de los visitantes juegos como tejo (hay una cancha delimitada con piedras), jenga, ta-te-ti-, dados, cartas y ping-pong y hay mesas de uso público y comunitario donde te podés sentar a disfrutar de tu propia vianda.

Cada una de las nueve parcelas que incluye el uso del fogón, la parrilla y la mesa tiene un costo de 1.500 pesos para residentes de San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Aluminé y de 2000 pesos para el resto.de los visitantes.


El lago Aluminé da origen a hermosas playas de arena blanca, distribuidas en diferentes sectores, que son ideales para descansar, refrescarse y caminar a orillas del agua.

En la playa que todos conocen por el nombre del barrio que la circunda, “Villa Unión” las costas de gran extensión invitan a recorrer un área llena de bellezas naturales, típicas de la cordillera neuquina.

“Son dos playas de arena blanca que tienen 200 metros una y 300 la otra. El agua ahí es calentita porque el veril está lejos de la costa. Esto permite que al tener tan poca profundidad los mas chiquitos también puedan disfrutar”, dijo Dario Sandoval, director de Turismo local.

Ubicado a 900 metros de la Ruta Provincial N°13, el acceso se encuentra sobre el km 5 hacia el sur, este camino te guiará hasta el agua entre radales, cipreses, ñires y pehuenes.

Desde la playa tendrás vistas privilegiadas al lago y las montañas; además en su orilla podés realizar deportes acuáticos y tener experiencias de navegación, en lanchas, kayaks, canoas o pequeñas embarcaciones a pedal.

El camping más cercano es el don Cirilo a 4 kilómetros. Tiene parrillas, mesas, iluminación con farolas y tomacorrientes, baños y agua caliente. El costo por persona es de $ 1300, menores de 5 años no abonan, tampoco se paga por el auto y la carpa. Motorhome o casillas tienen un costo adicional de 600 pesos. Aceptan solo mascotas pequeñas.

Cerca de la playa, también algunas casillas tipo food trucks que ofrecen hamburguesas, panchos o unos ricos tragos.



Playa Bonita está a 8 km de Bariloche. Fotos: Alfredo Leiva.

Ubicada a ocho kilómetros hacia el oeste, por avenida Bustillo, playa Bonita es un clásico de esta ciudad. Por su orientación hacia el norte garantiza sol de frente todo el día, en un amplio rango horario. Es común en enero que la gente se quede hasta tarde porque los últimos rayos se pierden detrás de los cerros recién después de las 20, algo que no garantizan otras playas de la ciudad.

Una ventaja extra es la accesibilidad, porque es posible llegar en vehículo propio y también en colectivo, con las líneas 10, 20 ó 21.

En este punto la playa Bonita tiene a su vez un factor que se vuelve en contra, porque los días muy concurridos, después de las 19, las paradas de regreso a la ciudad suelen saturarse y cuesta abordar un transporte.

La playa es una amplia bahía que se extiende por casi 600 metros y en el extremo oeste hay un parador gastronómico con variedad de propuestas. También recorren la playa muchos vendedores ambulantes con helados, churros, donas y bebidas.

El suelo es de un pedregullo bastante fino, limpio y agradable para tenderse con un lienzo o bien con reposera. También con algún esfuerzo es posible plantar una sombrilla, ya que no existen reparos naturales.

La playa Bonita es ideal para los juegos de los chicos y cuenta con guardavidas municipales, al menos en un sector delimitado por boyas. En otros años, con el lago alto, la falta de espacio suele ser un problema, pero en esta temporada las sequías recurrentes dejaron un ancho de playa de unos 20 metros, que alcanza ara todos.

Se puede acceder por escalera desde un mirador ubicado a metros del cruce de Bustillo con calle Libra y hay otra bajada peatonal por la calle Hua Huan, que desemboca en la mitad de la playa.

En esa zona existe también un puesto de alquiler de kayaks. Los más hábiles pueden remar hasta la isla Huemul, que ubicada frente a la playa, a unos 1.200 metros. También ofrece sus servicios una escuela de buceo.

En los últimos años se agregaron los que practican stand up paddle y los días de viento se concentran en playa Bonita los amantes del windsurf. También es un sitio muy elegido por nadadores, que suelen cumplir sus rutinas de entrenamiento aguas adentro y en paralelo a la costa.

Playa Bonita es lugar de encuentro de las familias barilochenses, pero también muchos turistas que la descubren suelen repetir sus visitas una y otra vez. Una costumbre más propia de los balnearios de mar, que es poco habitual en la cordillera, aunque siempre puede haber una excepción.



La Puntilla, aguas cristalinas entre montañas en Villa Traful. Fotos: Ismael Coronel / Artequemira y Martin Barría

La pequeña localidad neuquina está recostada sobre un lago de ensueño, que lleva el mismo nombre, que ofrece un frente de playas de casi 20 kilómetros, con muchos rincones paradisíacos.

Una de las más concurridas es la playa La Puntilla, ubicada a solo 2.000 metros del centro de la villa, en dirección oeste. La superficie de pedregullo fino y el suave declive son ideales para pasar una jornada de picnic, rodeado de un bosque, hermosos picos y un lago de gran belleza.

Por su cercanía es posible llegar a pie o en bicicleta. Quienes se movilicen en auto tienen la opción de dejarlos en un espacio de estacionamiento, a un costado de la ruta. Desde allí sale una bajada de unos 200 metros hasta un mirador rocoso y una escalerilla que permite acceder a la playa.

La Puntilla por ahora no tiene servicios (a pesar de alguna promesa oficial de revertir ese déficit) y por lo general los visitantes se llevan sus viandas, mate, agua y lo que necesiten. Aunque no lejos de allí, sobre el camino, existen un par de comercios donde es posible aprovisionarse de lo básico.

Gabriela, operadora de la agencia Eco Traful, dijo que en uno de los extremos de la playa hay una zona de acantilados y pozones que concentra el interés de los pescadores. También advirtió que en toda el área está prohibido acampar o hacer fuego.

Por su posición, la playa La Puntilla garantiza muchas horas de sol y el viento no se torna molesto, debido a que el lago dibuja allí una pequeña herradura.

La tranquilidad y la mágica interacción entre el agua cristalina, el ambiente agreste, el bosque típico de Traful y las espectaculares vistas de la cordillera cumplen de sobra con lo que buscan los visitantes, quienes no se van defraudados.

Traful está ubicada a 100 kilómetros de Bariloche, por rutas 40 y 237 hasta Confluencia y luego la provincial 65. en un recorrido que incluye por ahora 30 kilómetros de ripio.

La oferta alojativa está integrada por un par de hoteles y varias hosterías, cabañas y campings, aunque en verano también es muy dinámico el flujo de quienes arriban “por el día” y que valoran especialmente el turismo de playas.


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