Viedma: medio millón el botín del súpermercado

Policiales

La principal sucursal de supermercados “La Anónima” de esta capital sufrió el robo de cerca de medio millón de pesos durante la madrugada pasada. El atraco fue atribuido a profesionales del delito ya que lograron vulnerar con absoluta precisión los sistemas de alarma y control de monitoreo televisivo.

Los autores del hecho -de los que nada se sabe- ingresaron mediante un boquete producido en un techo. Mediante el uso de sogas bajaron justo en la tesorería del edificio que ocupa media manzana en Alvaro Barros y O’ higgins de esta capital, según confirmaron fuentes policiales y judiciales.

Las representantes de la cadena se enteraron cuando llegaron los primeros empleados a las cinco de la mañana. A esa hora, suelen ingresar supervisores y personal de reposición.

Si bien el edificio fue construido gran parte con material premoldeado, en el sector de oficinas administrativas cuenta con un techo que es por donde ingresaron. El hecho delictivo se habría registrado entre la una y las cinco del miércoles.

Para extraer el dinero, emplearon una amoladora con la que cortaron la puerta de la caja de seguridad ubicada en el lugar.

La investigación policial y judicial arrojó datos sorprendentes. Por ejemplo, se supo que la alarma se mantuvo activada, salvo que los ladrones lograron bloquear el sonido dentro del perímetro administrativo donde estaba la caja fuerte.

Las fuentes consultadas por “Río Negro” dieron cuenta de que fue emplearon un sistema sofisticado para el aislamiento sonoro. Al parecer, se trataría de un pequeño equipo del tamaño de una caja de zapatos que incluye una espuma especial. De esta manera, habrían conseguido que el sensor del área quede bloqueado, lo cual, le permitió trabajar después con tranquilidad.

Igualmente, la obstrucción lograda significó la activación de la alarma por unos segundos pero, según entienden los investigadores, esa alerta no fue considerada por el centro de control, que durante la noche se remite a la Capital Federal. Esa activación se habría registrado antes de las 2 y no se habría transmitido a Viedma para su información y su constatación en el lugar. Las fuentes indicaron que se debió haber avisado a Viedma sin embargo, ésto no ocurrió.

Para el horario de atención comercial, la cadena tiene contratado un servicio de vigilancia privada; pero luego el plantel se retira ya que se accionan las alarmas para el monitoreo que se realiza a través de otra empresa ubicada a casi 1.000 kilómetros de distancia.

La investigación está a cargo del fiscal de turno, Fabio Corvalán. La causa fue caratulada como “robo agravado por perforación de techo”.

Al cierre de esta edición, los agentes asignados a su esclarecimiento aguardaban el informe de la Brigada de Criminalística para determinar los cursos de acción a seguir tomando en cuenta que se vienen produciendo en la ciudad una serie de hechos atribuidos a “profesionales”, y que probablemente no estén vinculados con la delincuencia local. Días atrás, fue asaltado en su vivienda el empresario turístico Juan García Belver, donde le quitaron unos 60.000 pesos. Asimismo, se habrían producido dos casos más, en lo que tenía preocupados a la Policía; sobre todo por la modalidad de “boqueteros”.

El gerente regional de “La Anónima”, Sergio Epherra, admitió ante este medio el caso, y se excusó de brindar detalles al estar vigente un secreto de sumario. Mencionó que más allá de esa situación puntual, la sucursal abrió sus puertas al público en forma normal dado que el sector comercial no tenía inconvenientes. Destacó que la “prioridad” en el funcionamiento la tuvo el personal y luego las instalaciones como para seguir funcionando.

La metodología de ingresar a través de boquetes en los techos se repite en diferentes hechos registrados en Viedma y San Anotnio Oeste.

Un hecho de similares características se produjo en enero de 2012, en la misma sucursal, aunque en aquella oportunidad no se consumó el robo ya que al sonar la alarma los ladrones se dieron a la fuga.

DeViedma