Vieron a Guglielminetti en asambleas obreras

El juicio continuó con el “Operativo Cutral Co”.

causa “la escuelita” II

Leonardo Petricio

NEUQUÉN (ACE).- Sergio Méndez Saavedra es un obrero de la construcción –jubilado– que fue secuestrado en Cutral Co en 1976, brutalmente golpeado en la comisaría de la localidad y torturado hasta perder el oído en el centro clandestino “la Escuelita” de Neuquén, en una segunda detención.

Aseguró que Raúl Guglielminetti –civil de Inteligencia imputado en este juicio– era uno de los que intervenía en las asambleas obreras de El Chocón antes del golpe.

El juicio en el que se debaten delitos de lesa humanidad continuó esta semana con testimonios de víctimas del “Operativo Cutral Co”, cuando una docena de militantes gremiales, adolescentes y jóvenes que adherían al PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) fueron secuestrados de la comarca petrolera en junio de 1976. Varios de los detenidos en aquel procedimiento están desaparecidos.

Según se escuchó en las últimas tres audiencias, el centro de Cutral Co y las escuelas secundarias de Huincul fueron “rodeados” por soldados para que militares y oficiales de la policía neuquina llevaran a cabo los secuestros junto con personal de Inteligencia del Ejército, en tanto la comisaría fue utilizada para el interrogatorio bajo tormentos de los detenidos.

“Golpearon la puerta y como estaban armados, les abrí; le pusieron una pistola en la cabeza a mi esposa mientras pateaban a mis hijos más pequeños que no querían que me llevaran. Estaban encapuchados, armados y vestidos de civil”, describió Méndez Saavedra, secuestrado violentamente en junio y luego en septiembre de 1976.

Agregó que cuando lo llevaron afuera de su casa, en uno de los Falcon vio a Carlos Chávez –militante del PRT desaparecido– que “iba más muerto que vivo” por la paliza a la que había sido sometido; en tanto describió que le vendaron los ojos para meterlo a una oficina de la comisaría de Cutral Co, donde fue duramente castigado con patadas, golpes y culatazos.

Agregó que allí pudo advertir que estaban Pedro Maidana y Francisco Tomasevich, mientras que el traslado a Neuquén en un camión celular quedó en la U9, donde fue testigo de que Guillermo Almarza –que estaba encarcelado– volvió destrozado y con los oídos sangrantes, tras ser sacado del lugar.

Méndez Saavedra dijo adherir al PRT “pero nunca fui violento, ni llevé un arma en mi cintura”.

En una segunda detención, padeció torturas en los 20 días que estuvo en “La Escuelita” de Neuquén, cuando escuchó la presencia allí de los cutralquenses Raúl Metz y Graciela Romero de Metz, embarazada.


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