Recorren los lugares más lindos del norte neuquino: mirá qué maravilla esta cascada en otoño

A cuatro km de Manzano Amargo, el salto de agua La Fragua es una belleza todo el año, pero en estos días tiene un brillo especial. El domingo pasado, Gachi y Raúl viajaron desde Chos Malal y fotografiaron estos paisajes otoñales. Mirá...

Belleza pura. La cascada La Fragua, con buen caudal pese a la sequía y un ciruelo en flor en otoño. Foto: Gachi Cabrera.

Si hay algo que Gachi Cabrera ama hacer es recorrer las maravillas del norte neuquino. Suele salir con su marido, el guía de trekking y alta montaña Raúl Rebolledo, que tiene la misma pasión. Y cuando le dicen que puede ir se suma moviendo la cola Buhl, el pastor belga que lleva su nombre en homenaje a un célebre alpinista austríaco y que también disfruta a puro trote y ladrido de tanta naturaleza para explorar entre picos nevados y cóndores que sobrevuelan. El fin de semana pasado el destino elegido fue la cascada La Fragua, un salto de agua que no se puede creer a cuatro kilómetros de Manzano Amargo por la espectacular ruta 54 que más adelante se mete en la Cordillera de los Andes y los puestos de veranada de los arrieros a orillas del río Neuquén. Hacia ahí fueron los tres.


De Chos Malal a Manzano Amargo


Gachi, Raúl y Buhl llegaron desde Chos Malal, donde viven. Si vas hasta su ciudad por la mítica ruta nacional 40 que recorrer el país de sur a norte, después de una subida, al final de una recta aparecen las montañas de frente y ya empezás a paladear la aventura que te espera. Lo que sigue se pone cada vez mejor: desde ahí hasta Manzano Amargo son 131 kilómetros y unas dos horas 15 por la ruta provincial 43, que mientras avanza te conduce a un pueblo más lindo que otro en esa Patagonia pura y agreste.

En Las Ovejas se termina el asfalto y desde ahí hay que levantar el pie del acelerador entre el ripio y la tierra. La misma precaución hay que tener en la ruta provincial 54, que nace cuando la 43 dobla hacia Varvarco y cruza el puente sobre el Neuquén.

Ya en la 54, entre los serruchos, las piedras, la sequía, los camiones y los piños de un centenar de crianceros en viaje de regreso a las puestos de invernada con sus chivas, ovejas, vacas y caballos, lo más recomendable es manejar despacio y disfrutar del paisaje.

La gran mayoría de los crianceros ya regresaron con sus animales a las tierras de invernada por la ruta 54 a orillas del río Neuquén. Foto: Alejandro Carnevale.

Por tramos, la traza se pega al río Neuquén. En otros, se eleva unos metros y te regala una hermosa panorámica entre altos paredones donde vas a ver las condoreras donde se refugian los reyes de los Andes. Es hermoso verlos volar.

La ruta 54 corre a orillas del río Neuquén en las cercanías de Manzano Amargo. Foto: Alejandro Carnevale

A esta altura los arrieros ya pasaron casi todos, pero siempre puede haber algún rezagado. Si es el caso y ves que da para saludar y detenerse a hablar unos minutos, no te vas a olvidar de esa charla con los crianceros trashumantes curtidos por el sol que subieron en el verano para que las crías se hagan más fuerte con las pasturas y el agua de deshielo y vuelven en el otoño para arrancar otro ciclo con el invierno y las pariciones de primavera.


Bienvenidos a la cascada La Fragua en el norte neuquino


Así es esta ruta, una sorpresa tras otra. Cuatro km después de Manzano Amargo llegás a la cascada. El arroyo La Fragua, que nace en las surgientes del bosque de los Llao Llao unos 5 km más arriba, le da vida a este salto de unos 40 metros que sumó un parador con sanitarios, un deck con mesas al aire libre, un sendero peatonal al mirador, señalética y estacionamiento. A Gachi y Raúl les dio pena encontrar el parador cerrado ese día otoñal tan lindo. «En la primavera y el verano también estaba cerrado cuando vinimos» dice Gachi.

La belleza otoñal de La Fragua. Foto: Gachi Cabrera.

Conocen a fondo la zona y por eso saben que la cascada convoca a tanta gente, además de por su belleza, por su accesibilidad. Es fácil llegar y desde ahí el estacionamiento son apenas unos 200 metros hasta ese extraordinario espectáculo natural.

«Hay otras cascadas escondidas que también son hermosas pero a las que no es sencillo llegar. La Fragua es una de las más altas y lindas. Y suma eso: lo sencillo del acceso», cuenta Gachi aún sorprendida por esa maravilla otoñal que disfrutaron: el ciruelo en flor, los rayos de sol que se filtraban entre las hojas rojizas, la cascada de fondo, el rumor del agua cuando cae y avanza entre las piedras en su camino al río Neuquén. «Es una época ideal para ver todo así en el norte neuquino«, agrega.

La Fragua en otoño desde otra perspectiva. Foto: Gachi Cabrera.

Mientras Raúl se iba a explorar las alturas, ella y Bulh caminaban tranquilos. Del otro lado del arroyo veían los ñires achaparrados y las lengas que empiezan a virar al ocre en la ladera.

Gachi y el pastor belga Buhl en La Fragua.

«Me llamó la atención la cantidad de agua, por la sequía pensé que iba a haber menos», cuenta Gachi. Además del parador cerrado, ella y Raúl también lamentan el estado de las rutas.

«Los turistas que vienen nos dicen que el norte neuquino es hermoso, pero también se quejan mucho del mal estado de los caminos, así cuesta que vuelvan. Hay que mejorarlos y pronto«, dice Gachi.

Ella y Raúl llegaron el fin de semana pasado a Manzano Amargo como parte de los relevamientos que hacen para detectar nuevos circuitos para ofrecer a los turistas. Cerca de La Fragua hay otras dos espectaculares: Las Tapaderas y la Escondida. Pronto saldrán en busca de nuevos escenarios de película en el norte neuquino. Por las dudas, Buhl ya mueve la cola pegado a la puerta a la espera de la próxima aventura.


Cómo llegar a Manzano Amargo


¿Cómo llegar? Si tomamos como referencia Neuquén capital, hay que ir por la ruta nacional 22 hasta Zapala, empalmar con la ruta nacional 40 hasta Chos Malal (podés cargar combustible) y ahí tomar la espectacular ruta provincial 43, pasar por Andacollo (también podés cargar combustible), Villa Nahueve y Las Ovejas, donde termina el asfalto. Seguís por el ripio y unos 18 km más adelante, cuando la 43 dobla a la derecha hacia Varvarco, nace la también espectacular Ruta 54. Son 21 km más hasta Manzano Amargo.

Unos 5 km después de esa bifurcación cruzás un puente sobre un arroyo (buen lugar para hacer unas fotos del volcán Domuyo) y desde ahí vas bordeando el río en un camino encajonado entre paredones y rocas, donde están las condoreras. Es tan lindo que te va a dar ganas de parar a cara rato a contemplar el paisaje en silencio y sorprendente con el vuelo de los cóndores. También es el hábitat de otras aves de monte y las acuáticas. Este tramo es uno de los lugares preferidos de los pescadores durante la temporada.

En Manzano Amargo vas a encontrar cuatro despensas abiertas, wifi, señal de celular y cabañas. Para consultar las tarifas y más informaciónTurismo de Manzano Amargo: +54 9 2942 68-1061


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