«Es una vaca»: pescó la trucha de su vida en Villa Pehuenia, 10 kilos y 40 minutos de pelea
Roberto Aguerre es pescador de Cutral Co y disfrutó de su pasión con una trucha magnífica.
«Estoy feliz y fue una de las alegrías más grandes de mi vida», dijo Roberto Aguerre, el pescador de Cutral Co que logró atrapar en el lago Aluminé, en Villa Pehuenia. El cutralquense que durante toda su vida se dedicó a recorrer los diferentes cursos de agua de la provincia y otros puntos del país en la búsqueda de ejemplares cada vez más grandes, tuvo su sorpresa. Después de 40 minutos de pelea sacó del agua una trucha hembra, marrón de casi 10 kilos.
Roberto se entusiasma cuando habla de pesca. Dedicado al fly cast hace cuatro décadas, siempre supo que en cualquier momento podía tener una sorpresa. Pero esta vez, el asombro fue mayúsculo cuando sintió que había picado.
«Fue el sábado 2, a la tarde, ya estaba escondiéndose el sol y la verdad es que fue una de las alegrías más grandes de mi vida porque si bien había sacado truchas grandes, pero me parecía muy raro, no tenía referencia, es la primera así, dicho por la gente de Turismo, que sale en este lago», relató un poco más relajado.
Roberto explicó que estaba junto a su compañera, Susana Muñoz, quien «fue la que más sufrió porque la vio saltar y se asustó, gritaba para que no se fuera». Fue precisamente Susana la encargada de tomar el tiempo -unos 42 minutos aproximadamente – que le tomó a Roberto poder sacar el ejemplar del agua y tener el registro fotográfico.
«Me imagino que de acá en más será uno de los lugares donde muchos pescadores vendrán. La provincia ya tiene sus lugares como el Correntoso; Bonito; Chimehuín; la Boca del Limay, y ahora Villa Pehuenia», subrayó.
Más allá de haberla pescado fue difícil sacarla y Roberto atribuye esa posibilidad a una buena dosis de «suerte y fortuna» porque en esos momentos, «la que tiene el control y maneja la situación es la trucha». Estar durante más de media hora peleando para sacarla del agua le permitió saber que medía casi ochenta centímetros de circunferencia.
El pescador cutralquense dijo que «no voy a decir con qué la saqué porque es el secreto del pescador», aunque deseó para todos aquellos que vayan hasta el lugar «la mejor de las suertes».
Relató que la trucha hembra de casi 10 kilos, era un ejemplar que «comía a baja profundidad por la pigmentación que tenía, de color plateado. Son características que presenta una trucha cuando recibe luz solar y no está a tanta profundidad».
Las que están a mucha profundidad están más aletargadas y son oscuras porque no reciben la luz solar, agregó.
Desde que trascendió su experiencia, fueron cientos los llamados que recibió, básicamente para consultarle en qué lugar lo había podido capturar. Después de esta experiencia, Aguerre puede dar por cerrada la temporada de pesca por esta parte del año, con uno de los mejores piques que ha obtenido hasta el momento.
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