Vuelven otra vez las barreras sanitarias al país por la fiebre aftosa

La Argentina se divide en tres regiones sanitarias. El gobierno afirma que la enfermedad no está en el país. Preocupación entre los ganaderos patagónicos.

El gobierno nacional decidió dividir al país en tres zonas sanitarias como parte de una nueva estrategia para contener “posibles” brotes de fiebre aftosa.

Es decir, vuelven las barreras para controlar el movimiento de la hacienda.

Así lo confirma un documento reservado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que lleva la firma del director de sanidad animal del organismo, Marcelo de la Sota, con fecha 6 de febrero del 2001 (ver facsímil adjunto), en donde se detallan las nuevas acciones “para prevenir el ingreso de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los países limítrofes”.

El fantasma de la aftosa vuelve a intimidar a productores a partir de estas nuevas directivas emanadas por el Senasa.

Sin embargo, es un secreto a voces que el flagelo ya está entre el rodeo argentino y que será difícil salir de esta situación si el gobierno nacional no admite sus limitaciones para el control de la enfermedad y, por supuesto, que la misma ha vuelto a presentarse en la ganadería argentina.

Oficialmente se continúa negando esta posibilidad, pero pocos son los que dudan de que luego de estas nuevas “medidas internas” se blanqueará la situación. De confirmarse la presencia de este flagelo en los campos argentinos, las exportaciones de carnes que llegaron a los 600 millones en los últimos años, se verán seriamente afectadas.

Para toda aquella hacienda del país que se encuentra desde hace décadas con el status sanitario “libre de aftosa sin vacunación”, como es el caso de ciertas zonas de Río Negro y toda la provincia de Neuquén, estas nuevas medidas generan una gran preocupación entre los productores regionales, porque será realmente catastrófico pensar en la posibilidad del ingreso de aftosa en esta zona.

Para la mayoría de los ganaderos consultados, las nuevas barreras internas no hacen más que confirmar la presencia del flagelo en la hacienda ubicada en vastas zonas al norte del río Colorado.

A grandes rasgos, el informe del Senasa divide al país en tres zonas bien diferenciadas de acuerdo con la situación epidemiológica: zona de riesgo fronterizo, de riesgo intermedio y sin riesgo geográfico.

Además se extreman los controles en los puestos sanitarios de dichas barreras y se exige realizar dos determinaciones serológicas, con 21 días de intervalo, a todos los bovinos de las zonas de riesgo fronterizo e intermedio, sin costo para el productor.

En la zona sin riesgo se prohíbe el ingreso de animales de las otras zonas demarcadas hasta tanto se culmine con las tareas de relevamiento serológico.

Las provincias de Río Negro y Neuquén permanecen en esta última parte del país sin restricciones para los movimientos de animales para cría, recría, invernada y reproducción con destino a la misma zona, con el sólo aviso de envío a la oficina local del Senasa de destino.

Se especifica que la zona de riesgo fronterizo comprende a las provincias de Formosa, Chaco (departamentos de Bermejo, Libertad, San Martín, 1ro. de Mayo y Güemes) y Corrientes (Dpto. de General Paz), caracterizadas por sus límites fronterizos con países endémicos y por haber contado con serologías positivas debido a ingresos ilegales de ganadería proveniente especialmente del Paraguay.

Pese a estos antecedentes mencionados, el documento del organismo sanitario nacional señala que para autorizar el traslado de la hacienda de esta zona, la misma debe presentar serología negativa a Elisa 3abc, EITB y PCR, que son los virus presentes en la Argentina hace más de 10 años, y no detalla absolutamente nada del virus que entró del Paraguay a Formosa, que era el A24.

Esto demuestra que existe cierto grado de certeza sobre la presencia de virus argentinos que, en su momento, el gobierno nacional señaló que habían desaparecido. Asimismo en la zona de riesgo fronterizo se dispuso realizar dos determinaciones serológicas con 21 días de intervalo a la totalidad de los bovinos de la región e identificarlos con una caravana a cargo del Senasa y sin cargo para el productor (ver “Las acciones… en cada zona”).

Medidas contra “vaca loca”

Por otra parte, el gobierno dispuso ayer modificaciones en las normas sobre importación de alimentos de origen animal, con el objetivo de reforzar los controles sanitarios en el país y evitar el ingreso de la enfermedad conocida como mal de la “vaca loca”.

La medida, adoptada por el Senasa, “busca mantener y reforzar el status sanitario que posee la Argentina contra el mal”.


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