“¡Y quiere ser presidente…!”
Nada debería alertarme o sorprenderme a esta altura de mi vida. He visto como trajeron a Perón en el 73 para supuestamente pacificar el país haciendo desembarcar al líder exiliado y, como resultado de esa pacificación, nació la AAA y una de las más crueles dictaduras de la que se tenga memoria en nuestro suelo. He visto como el pueblo pedía que se vayan los militares en el 82 para que venga algo de paz, sensatez y justicia, y como un señor quemaba un ataúd con la inscripción del partido opositor en plena campaña presidencial. He visto juzgar a los asesinos dándoles castigos de prisión perpetua y he visto liberarlos de esa misma pena con leyes que decían pretender la paz social. Y he visto luego levantamientos y como se retomaban los juicios. Y he visto a casi nadie arrepentirse y he sido fiel testigo de las crueldades y latrocinios, siendo soldado en esas oscuras épocas. He visto una Alianza que hablaba sobre el mal manejo de un ministro de Economía de las finanzas públicas y he visto a esa misma Alianza llamar a ese señor para que se haga cargo luego de las mismas… y he visto como vaciaban mi país entre ese señor y sus secuaces. También he visto al pueblo pedir que se vayan todos y he visto a una clase social –que rara vez he tenido el gusto de ver peleando en la calle– romper vidrios de bancos porque se les llevaron “sus ahorros”. También he visto jubilados protestando por lo mismo y un país que se quedaba sin reservas monetarias a merced de los especuladores y cipayos de ayer, de hoy y de siempre. Y he visto a muchos ponerse el traje de presidente en pocos días jurando que respetarían la Constitución y si no que Dios y la Patria se lo demanden, y he visto que ni Dios ni la Patria parecen estar enterados de este párrafo de la Carta Magna. Y he visto como los ahorros de los argentinos, no contabilizados por el FMI, salían de abajo de los colchones y, gracias a esa “viveza criolla”, se ponían furiosos los vendepatria y los de afuera, que ya nos veían de rodillas, y he visto como se trataba de arrancar de nuevo, otra vez, otra vez… Y he visto llevar a cabo un juicio ejemplar sobre la deuda externa argentina con un fallo lapidario hacia la misma en el año 2000, llamada “la causa Olmos”, y he visto como ningún presidente desde ese entonces ha usado ese fallo y esas pruebas para que no sigamos pagando esta estafa que empobrece a toda la Argentina y ahoga el futuro de nuestros jóvenes. Y he visto una ley de Medios que, decían, venía a desbaratar los monopolios de prensa y que ahora reforman para darles a los monopolios telefónicos un lugar en las comunicaciones. Y he visto decir que se tenía que recuperar la empresa estatal YPF y luego de hacerlo llevar a cabo una ley de Hidrocarburos que prácticamente entrega todas nuestras reservas a compañías extranjeras, ¡y deja afuera a YPF! Y he visto tantas cosas, tantas idas y vueltas, que tengo la sensación de que nos hemos acostumbrado a esto de la calesita histórica y cada tanto volvemos al punto de partida, y de nuevo a empezar nuevamente. Finalmente he visto estos días a un candidato a presidente ir a un partido de fútbol de salón, mientras en su provincia la gente estaba luchando contra una inundación de grandes proporciones, y decir que las fotos que le sacaron eran una trampa, ¡que él ya lo sabía y que fue al partido de fútbol para desenmascarar a los que quieren hacerlo ver mal ante la gente! Ese señor quiere, y podría, llegar a ser presidente de mi país, como tantos otros que lo precedieron. Al ver a este señor, recordaba la frase del riojano cuando afirmó: “¡Si decía lo que iba a hacer, no me votaba nadie!”. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche
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