Yararás, arañas, escorpiones: qué hacer ante nuestros vecinos inesperados

Cada vez más personas salen a hacer ejercicio o disfrutar el día en contacto con la naturaleza. En esos paseos se pueden producir encuentros con especies salvajes o insectos venenosos y hay cosas que debés saber para evitar que surjan problemas.

En un sendero del Área Natural Protegida Paso Córdoba una yarará apareció entre los alpatacos y asustó a un grupo de personas que corrían por allí. Cuando llega el verano, no solo las personas quieren salir a pasear. Las altas temperaturas favorecen la aparición de insectos venenosos, reptiles o animales salvajes y lo importante, cuando los encontramos, es respetarlos y saber cómo actuar.

En los últimos años, mucha gente llegó a áreas naturales para hacer ejercicio. Gustavo García, Guardafauna Honorario de Río Negro sostiene que el monte está sobre explotado, porque cada vez se quita más hábitat a las especies. Asegura, para empezar, que no hay animales peligrosos, y en general “es el humano el peligroso para la fauna”.

Serpientes y culebras

En zonas cercanas a las bardas o al monte, pueden aparecer serpientes y culebras. Algunas de las especies de venenosas que se ven por la región, son la yarará ñata, la chica, la coral y las culebras. La yarará es venenosa, tiene hábitos nocturnos y suele salir en primavera y en verano, con el calor. Se camuflan muy bien, porque sus colores se mimetizan con el ambiente y si se sienten agredidas pueden llegar a morder.

“Si se hace un sondeo, no son muchos los accidentes con humanos. No es como en las películas que los saldrán a perseguir. Ellos fabrican un veneno para capturar presas, eso le demanda muchos recursos que no van a desperdiciar para presas que saben que no pueden comer. Salvo que por accidente las pisen, o las molesten, no atacará”, explica García. En este caso, si llegara a picarlo es vital tener alguna forma de identificar el tipo de animal para suministrar el antídoto.

Se aconseja no tocarla, se puede mirar a una distancia prudencial. Foto: Ignacio Hernández

Se aconseja no tocarla, se puede mirar a una distancia prudencial y sobre todo no matarla, son muy importantes en los ecosistemas. “Las serpientes y culebras, junto con las aves rapaces, son reguladoras de roedores, que son vectores de enfermedades más complejas. Los predadores siempre son menos que los roedores, por eso hay que cuidarlos”, dijo el guardafauna.

Pumas y otros animales

Hace unos meses, la aparición de un puma en pleno centro de Bariloche, presenciada por vecinos y registrada por una cámara de seguridad, alarmó a la población. En ese momento, se informó que no hay antecedentes de ataques de pumas silvestres a personas en zonas urbanas. García relata que al andar por el campo, es raro encontrar un puma.

El encuentro con un puma puede ser potencialmente peligroso.

“No es frecuente y no hay registros de ataques de pumas a humanos. Hace 20 años que ando en el monte y nunca me crucé uno. Es la figurita odiada, vapuleada con una ley nefasta en la provincia que lo considera plaga, cosa que es anacrónica porque una especie autóctona no puede ser plaga por intereses económicos de los ganaderos. Prefieren matarlo en vez de aplicar técnicas probadas que funcionan. El animal sabe lo que le pasa en el encuentro con humanos y no es peligroso porque huye”, destacó García.

Vamos a lugares a los que no íbamos. Cada vez le dejamos menos espacio a las especies para alimentarse reproducirse

Gustavo García, Guardafauna Honorario de Río Negro.

Es importante mantener la distancia. Conviene retroceder sin correr, y alejarse sin dejar de mirar al animal. Si el puma avanza hay que tratar de parecer grandes, por ejemplo, levantando los brazos y algún objeto como una rama, mochila y hacer ruidos.

El jabalí es otro de los animales salvajes que puede aparecer en un paseo. Es una especie foránea que genera gran degradación del ambiente, porque come nidos, destruye el suelo cuando hociquera. Si lo encuentra con sus rayones es complejo, pero no hay riesgo porque va a tratar de huir.

Arañas

El mayor número de casos de picaduras por animales venenosos son causados por arañas. En la zona, las tres más frecuentes son la viuda negra, que es una araña que por lo general se encuentra en los exteriores, la araña conocida como “del cuadro” o “del violín”, que está dentro de las casas y la araña de las arenas.

La viuda negra es uno de los animales venenosos que más picaduras produce en la gente. Foto: Ignacio Hernández

“No hay muchos casos de gente que muere por una picadura de viuda negra, pero sí ocurren picaduras que son tratables. La que mayor registro de picaduras tiene es la del cuadro, que está en las casas”, dijo el guardafauna.

Entre las recomendaciones para evitar las picaduras, en el caso de la viuda negra es mantener limpio los alrededores de las casas, desmalezados y en cuanto a la araña de los cuadros hay que tener cuidado cuando se manipula algún cuadro o se corre algún mueble que estuvo mucho tiempo en el mismo lugar.

Si pican hay que acudir al médico para que coloquen el antídoto y llevar el insecto que lo picó.

Escorpiones o alacranes

Los alacranes o escorpiones, ambos términos son sinónimos, que habitan la Patagonia corresponden a géneros que no son peligrosos. Es habitual que aparezcan con los días cálidos en el mote, los jardines o patios de tierra donde cavan galerías para ocultarse, pero es poco frecuente encontrarlos dentro de las casas.

En la región los alacranes miden entre 3 y 6 cm.

El veneno de los alacranes de la región es de baja toxicidad. En la mayoría de los casos, las picaduras no adquieren una gravedad superior a la de una avispa, produciendo dolor e hinchazón local. Sin embargo, las posibles consecuencias dependen de la sensibilidad de las personas a los venenos, por lo cual se recomienda tener especial cuidado con niños pequeños, ancianos y personas alérgicas.

Dejá que se escape la tortuga

De la vereda opuesta a las mal temidas especies, se encuentra la inofensiva tortuga. “Muchos las ven cruzar la ruta y piensan que están perdidas y se las llevan a sus casas. Como no pueden correr rápido, no puede escapar. Debe quedar claro que es una especie protegida, que nadie debe tenerlas en su casa, no es una mascota y no hay que tocarlas”, concluyó Gustavo García.


Datos


Si es en Neuquén las opciones son contactarse con el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén al 02972-413956, de 8 a 15. También con Guardafauna de Neuquén al 0800 666 6636, con atención las 24 horas.

Si el encuentro con fauna silvestre ocurre en Río Negro, los vecinos se pueden comunicar con los Guardafaunas de la Dirección de Fauna Silvestre, a los teléfonos 2984 53-5540 o 2984 63-2231, o por mensaje a la página de Facebook de los “Guardafaunas Honorarios de Río Negro”.


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