Así se vivió la fiesta del Yo Corro en Las Grutas

Unos 350 participantes disfrutaron de este evento deportivo y familiar. La playa mostró toda su belleza y el clima acompañó de manera ideal. Además, podés descargar tu foto en alta calidad.

Diversión, alegría, ternura y consciencia ecológica. Ésas fueron las emociones que despertó el Yo Corro que se realizó a fines de enero en Las Grutas, y que en su nueva edición reunió alrededor de 350 corredores.

Multitudinaria largada del Yo Corro. Fotos Martín Brunella y Matías Garay.


Las mejores postales, sin embargo, las dejaron el Yo Corro kids, del que participó, entre otros, una ‘peque’ de tan sólo 2 años, que corrió con sus papás. Y los ‘eco runners’, que asumieron el compromiso de juntar toda la basura que encontraron en su línea de trote.

Con estos elementos, el evento organizado por el Grupo Ecos y que contó con el acompañamiento de Casino del Río, Gobierno de Río Negro, Federación Patronal y Parador La Cuarta fue inolvidable. La naturaleza, además, fue la protagonista absoluta. La playa mostró toda su belleza y el clima acompañó de manera ideal, porque la temperatura promedió los 26 grados, y hubo una brisa fresca que alivió a los deportistas. Como si esto fuera poco el mar mostró su mejor cara. Es que la pleamar se registró poco después de las 13, por eso, durante la competencia, se mantuvo cerca de la costa. Y, cuando terminó, su frescura estaba invadiendo la playa, así que muchos, tras llegar a la meta, se dieron un merecido chapuzón.


En relación a los ganadores, aunque el circuito, de 6 km, fue recreativo, hicieron podio tres varones, dos sanantonienses y un deportista de Gral. Conesa, que en el evento del año pasado se había llevado el primer puesto. Hugo López (SAO) fue el primero en llegar, y lo siguieron Maximiliano Pinchulef (Gral. Conesa) y Javier Millapi (SAO).

Todo comenzó a las 9, con el pre calentamiento que coordinaron los “profes” del grupo de animadores de playa Eco’s, que colaboró con la organización. Temprano, en las inmediaciones del Casino del Río, se dispuso una mesa con frutas, para que los participantes se cargaran de energía. Luego comenzó la actividad guiada, pensada para que todos elongaran y prepararan los músculos para el trayecto. Los más rezagados eligieron esa hora para retirar sus kits, que estuvieron disponibles el sábado por la tarde. Incluso, algunos optaron por anotarse a último momento, entusiasmados por el despliegue de los preparativos.


Como la particularidad de esta carrera fue que tuvo dos largadas, segundos antes de las 9.30 el grupo comenzó a descender a pie por la explanada de la tercera bajada. Allí estaba dispuesto uno de los grandes arcos con el logo de la actividad. Momentos después, se vivió la segunda largada, y los corredores iniciaron el recorrido hacia la primera bajada. Desde allí partieron en dirección al sur, hacia el cañadón de la Paloma, ubicado a la altura de la séptima. Y luego emprendieron el regreso en dirección contraria. El arco de llegada estaba ubicado en la cuarta bajada, por donde hicieron su entrada triunfal los primeros corredores, seguidos por el grueso de los participantes.

El staff que formó parte de la competencia.


Todas las alternativas se vivieron con un clima de fiesta, y cada inscripto recibió su medalla tras la competencia. Cuando finalizó el tramo de adultos, fue el turno del Yo corro kids, que se robó la ternura del público. Los nenes precalentaron guiados por los profes y luego, divididos por franja de edad, salieron de la meta acompañados por un coordinador. Varios papás trotaron junto a sus niños. El caso más dulce fue el Alma, una nena de 2 años de Tierra del Fuego, que corrió disfrazada de princesa y de la mano de sus papis.


Como la idea era que los “peques” adquirieran hábitos saludables e incorporaran el gusto por el deporte, la carrera fue recreativa, alejando a los nenes del stress de la competencia. Por eso, corrieron bajo supervisión un tramo corto en dirección al sur, y luego regresaron al área de largada. Hubo niños de 2 a 12 años, provenientes de distintos puntos de país, como Buenos Aires, Corrientes, Chubut y Neuquén.

Con respecto a los eco runners, 30 de los inscriptos aceptaron el reto de ir limpiando la playa a medida que trotaban. Recogieron todo tipo de desechos y se les entregó un presente especial por su buena predisposición. Obtuvieron un mate presentado en una adorable bolsita ecológica.


Los «eco runners» trabajaron por una playa más limpia


Treinta corredores formaron el «escuadrón eco»


Los que los vieron avanzar mirando más el suelo que la meta, llevando una bolsa y aminorando la marcha para recoger cada desecho que encontraban a su paso, jamás hubieran creído que participaban de la carrera. Pero si, los “eco runners”, como fueron bautizados, dejaron de lado sus ansias de competir para dedicarse a un fin más noble: el de contribuir a que todos gocemos de una playa más limpia. Y lo lograron.


La idea surgió de los organizadores del Yo Corro, que quisieron sumarse a una tendencia que es furor en el mundo del running. Todo arrancó en 2016, en Nantes, Francia, gracias a un médico osteópata y corredor que comenzó a subir posteos a sus redes sociales, mostrando la basura que juntaba al entrenar en la naturaleza. La práctica se viralizó y hoy hay muchos que corren con sus bolsitas, juntando los despojos que encuentran en sus líneas de trote.

La incorporación a este evento fue todo un éxito. Treinta corredores formaron el “escuadrón eco”, que fue colectando residuos. “Encontré de todo. Muchos plásticos. Botellas, pajitas, colillas, latas y hasta vidrios. Pero lo bueno es que vi el lugar más limpio que otras veces” contó Silvana, de Bariloche, tras la competencia.


Los más chicos se robaron todas las miradas


Los chicos también participaron de este evento. Fotos Martín Brunella y Matías Garay.

Se robaron todas las miradas y generaron ternura a su paso. Es que esta vez, con la incorporación del Yo Corro Kids, los chicos fueron los protagonistas absolutos del evento de ayer, y se lucieron aún más que los adultos.


La carrera se largó después de la de los grandes y tuvo un carácter recreativo. De hecho, los nenes corrieron guiados por ‘profes’ de educación física, divididos por edad. Muchos de ellos, además, lo hicieron acompañados de sus padres. Como Alma, una nena de dos años que quiso competir con su coronita y su disfraz de princesa. Ella llegó a la meta de la mano de sus papás, un matrimonio oriundo de Tierra del Fuego. La nena fue la más pequeña del evento.


¡Descargá tu foto en alta calidad!



Para todas las personas que formaron parte de la carrera y quieran revivir ese momento, o simplemente compartir una foto en redes (o con la familia); RÍO NEGRO brinda la posibilidad de descargar una imagen del Yo Corro en alta calidad.

Ingresando en mifoto.rionegro.com.ar se pueden descargar las imágenes de la carrera. ¿Te lo vas a perder?


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