Caso Muñoz: “Los cómplices siguen libres”

A un año de la aparición del cuerpo de Lucas Muñoz, familiares y amigos reiteraron su pedido de justicia.

Caso Muñoz: “Los cómplices siguen libres”

Pasadas las 17 una columna humana se despegó de la iglesia Santo Cristo para comenzar un nuevo peregrinaje hasta el Centro Cívico. A un año de la aparición del cuerpo del policía Lucas Muñoz en un descampado contiguo a la ruta de Circunvalación, su familia volvió a la ciudad para reiterar su pedido de justicia.

La caravana que integraron unas 300 personas avanzó por Onelli y completó algunas paradas donde recordaron el caso y exigieron celeridad en el proceso judicial. Durante los discursos hubo críticas a las autoridades provinciales ante la falta de respuestas.

En el Centro Cívico los marchantes encendieron antorchas y velas.
Marcelo Martínez

Javier Muñoz encabezó la marcha junto a sus padres y sus hermanas. “Justicia es lo que estamos pidiendo para que no haya ningún asesinado más”, enfatizó a través de un megáfono.

Al pasar frente al residencial en el que vivió Lucas detuvieron la marcha y volvieron a recordar su ausencia. “A un año del asesinato todavía no tenemos justicia y los cómplices siguen libres”, se quejó antes de abrirse paso por el centro de la ciudad.

Hace algunos días Javier Muñoz dialogó con este medio y criticó al exjuez de Instrucción Bernardo Campana (hoy juez de garantías) por no autorizar las pericias a un material secuestrado en un allanamiento hecho en enero pasado al domicilio del dirigente Víctor Santibañez, ligado al gobierno provincial. Y recordó que, cuando la Policía provincial orientó las sospechas hacia el dirigente vecinal Sergio Herrero, el juez autorizó tres allanamientos.

La investigación para tratar de esclarecer el crimen del policía Lucas Muñoz está a cargo del fiscal Martín Govetto. La causa se tramitó hasta junio pasado en el Juzgado de Instrucción a cargo de Campana. Los padres de Lucas son querellantes.


Durante 27 días, Javier Muñoz estuvo convencido de que iban a encontrar vivo a su hermano, Lucas Muñoz. Por eso, cuando sonó su celular ese mediodía del 10 de agosto del año pasado su corazón comentó a palpitar con intensidad. Esa mañana había recibido un mensaje estremecedor en su cuenta de Facebook. “Lo lamento, pero a tu hermano lo dejaron tirado cerca de la Circunvalación”, fue el aviso que dejó el titular de una cuenta falsa.

Cuando Javier llegó al lugar donde habían hallado un cuerpo, quiso trepar la loma escarpada, pero no se lo permitieron. “Las piernas me temblaban, parecían de papel”, describió. “Una parte de mí se negaba a admitir que podía ser Lucas y la otra me decía que sí”, relató. “Se me vino a la cabeza el último abrazo que nos dimos en Viedma, con lágrimas en los ojos, porque éramos los dos sentimentales”, señaló. “Se me pasaron delante de los ojos, como una película, los 27 días de búsqueda”, rememoró.

Las dudas se despejaron horas después. Se trataba del oficial ayudante de la Policía de Río Negro, Lucas Muñoz, ejecutado de un tiro en la nuca.

Allí, comenzó la lucha de la familia por saber quién mató a Lucas. Pero un año después, la investigación todavía no arrojó grandes avances y el crimen sigue impune. Javier tiene una certeza: “Todo gira en torno de policías”. “Esto lo ideó y lo llevó a cabo gente de la Policía”, aseguró.

Javier recibió a Río Negro en el domicilio donde su hermano vivió los últimos días, en la calle Moreno y Frey de esta ciudad. Está convencido de que su hermano fue víctima de una interna de la Policía de Río Negro. No tiene pruebas, pero sospechas abundan.

“A un año que no surja nada es como que uno descree de la justicia”, señaló. “Es como que quisieran que no se esclarezca, que quede como un caso más impune”, sostuvo. “Apuntan a que la familia se desgaste con el tiempo, que se canse”, afirmó.

Aún confía en el trabajo del fiscal a cargo de la investigación, Martín Govetto, pero es crítico de la labor del juez Bernardo Campana.

Señaló que hay indicios de que a Lucas lo venían siguiendo.

Es más, sospecha que el 14 de julio pasado, cuando Lucas salió de su domicilio para ir a trabajar a la comisaría 42, en el barrio 2 de Abril de esta ciudad, lo estaban vigilando. Nunca llegó a su lugar de trabajo porque desapareció sin dejar rastros.

Javier recordó que su hermano salió vestido con su uniforme y una mochila, que nunca apareció. ¿Qué llevaba en esa mochila? Es una de las tantas preguntas sin respuesta. Tampoco se sabe dónde lo mantuvieron secuestrado hasta que resolvieron ejecutarlo. Los forenses de la Corte Suprema establecieron que Muñoz fue asesinado, entre las 12 del 7 de agosto y las 12 del 8 de agosto de 2016. Esta semana se cumple un año del hallazgo del cuerpo de Muñoz y todavía no hay imputados.

Javier explicó que esperan el resultado de los peritajes de celulares que fueron secuestrados tiempo atrás. Uno de los celulares pertenecía a Daniela Rodio, la novia de Lucas, que estaba de visita en Bariloche cuando el policía desapareció. También analizarán otros celulares que eran de exjefes policiales. “Lo que se trata de determinar es el historial de todas las llamadas que se hicieron en ese momento”, explicó Javier. Allí, puede estar una pista que ayude a orientar la investigación.

“El miedo es que aparezca un perejil que se cargue la muerte de Lucas y todo quede ahí nomás y no se investigue hacia arriba”

sostuvo Javier Muñoz, hermano de la víctima.

Conforme con el fiscal, duras críticas hacia el juez de la causa

Cronología de un crimen impune

Datos

“El miedo es que aparezca un perejil que se cargue la muerte de Lucas y todo quede ahí nomás y no se investigue hacia arriba”
Javier Muñoz criticó al exjuez de Instrucción Bernardo Campana (hoy juez de garantías) por no autorizar las pericias a un material secuestrado en un allanamiento hecho en enero pasado al domicilio del dirigente Víctor Santibañez, ligado al gobierno provincial.
“Las cosas están secuestradas y aún no se peritaron porque Campana no dio la orden”, sostuvo. Y recordó que cuando la Policía provincial orientó las sospechas hacia el dirigente vecinal Sergio Herrero, el juez autorizó tres allanamientos. “El nombre de Herrero salió del gobierno provincial”, según Javier. “Uno sospecha de que en este tipo de decisiones hay un tipo de interés de por medio”, lamentó.
La investigación para tratar de esclarecer el crimen del policía Lucas Muñoz está a cargo del fiscal Martín Govetto. La causa se tramitó hasta junio pasado en el Juzgado de Instrucción a cargo de Campana. Los padres de Lucas son querellantes.
14/07/ 2016: A las 13.20 vieron al policía Lucas Muñoz rumbo a la comisaría 42 de Bariloche. Nunca llegó.
29/7/2016: La Policía de Río Negro pasó a disponibilidad a tres comisarios, un subcomisario y un oficial ayudante.
10/08/2016: hallaron el cadáver de Lucas Muñoz, en un descampado, con un tiro en la cabeza y otro en la pierna.
02/7/2017:el juez Bernardo Campana sobresee a Poblete, Elizondo, Paz y Jaramillo, con aval de la fiscalía.
14/7/2017 el fiscal dice que la hipótesis es que Muñoz fue víctima de secuestro extorsivo, hecho por otros uniformados.

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