Los silencios de Guillermo Coco y Jorge Sapag ante el Andorra Gate

“La exposición y el castigo de la corrupción pública son un honor para una Nación, no una desgracia. La vergüenza está en la tolerancia, no en la corrección. No hay otra ciudad o estado, mucho menos la nación, que sea ofendido por la aplicación de la ley. Si falláramos en dar todo lo que tenemos para expulsar la corrupción, no podríamos escapar a nuestra parte de responsabilidad por esa culpa. El primer requisito para el éxito de un gobierno es la aplicación de la ley, sin vacilaciones, y la eliminación de la corrupción”.

Palabras de Theodore Roosevelt, en su discurso como presidente norteamericano, frente al Congreso en 1903.

El ex ministro de Neuquén, Guillermo Coco, recibió la noticia de la publicación que tenía en sus manos el “El País” días antes de la salida del diario a la calle.

Mano derecha del ex gobernador Jorge Sapag, Coco fue el funcionario que armó toda la política hidrocarburífera de la provincia hasta su alejamiento del gabinete, a fines de 2014.

La noticia que lo involucra, junto a Jorge Sapag, en una presunta maniobra ilícita con 5 millones de dólares que intentaron ingresar a una entidad financiera en Andorra, podría ser la punta del ovillo de la serie de millonarios movimientos que se habrían registrado entre 2008 y 2012, período en que se acordaron las prórrogas de las áreas hidrocarburíferas en la provincia.

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Coco hasta ahora se mantiene en silencio. Fue el pedido que le hicieron sus abogados apenas se conoció la noticia de “El País”. Sólo tuvo contacto con el senador nacional, Guillermo Pereyra, quien también le aconsejó que lleve todo a la justicia y eluda la exposición mediática. “Todo pasa… el tiempo se encarga de eso”, meditó la fuente consultada.

No está confirmado que haya existido en estos días comunicación con su ex jefe político, Jorge Sapag, aunque no se descarta ese contacto.

En la misma línea que el ex gobernador, Coco presentará en los próximos días un escrito exponiendo su posición frente a la información periodística publicada por el medio español, en la que seguramente rechazará todas las acusaciones que se le imputan. Nada fuera de la lógica política de los últimos 50 años.

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Los silencios de Coco, sin embargo, son sugestivos. Sabe de los enemigos internos que tiene dentro del MPN y por ello busca distancia.

Para el caso de Jorge Sapag, otro debería ser el análisis. Cuando se escucharon los silencios en lugar de las masivas respuestas de apoyo de la actual dirigencia del MPN a las acusaciones de corrupción, el ex gobernador tropezó con la dificultad de interpretar el mensaje. No es necesario gozar de una gran inteligencia para entender el sentido del silencio en el contexto y las circunstancias en que se produjo. Sapag tomo nota de este detalle.

No hay que descartar apoyos tras algunas llamadas de allegados al ex gobernador y muchos son tal vez los que se sumen, teniendo en cuenta el poder que continúa arrastrando el apellido Sapag en la política neuquina. Para Coco la situación es distinta; difícil que tenga alguna convocatoria su pedido de respaldo.