Francisco llegó a Lima tras finalizar con polémica su gira por Chile

En Iquique, última estación de su visita al país trasandino, defendió los derechos de los inmigrantes y llamó a la tolerancia de las diferencias y la inclusión.

El papa Francisco llegó en la tarde de ayer a Lima, Perú, tras cerrar su visita de tres días a Chile con una tercera misa en la región norteña de Iquique, en donde salió a la defensa de la comunidad inmigrante. Sin embargo, al mismo tiempo, Francisco volvió a desatar la ira de algunas víctimas de los abusos sexuales a menores por parte del sacerdote chileno Fernando Karadima al defender a un discípulo de éste y obispo de Osorno, Juan Barros, que ha sido cuestionado por haber encubierto supuestamente esos hechos.

El papa había pedido previamente perdón por esos abusos y lloró con las víctimas en lo que probablemente será recordado como uno de los momentos importantes de su visita en una nación en la que, como se preveía, encontró el rechazo de algunos grupos por la manera en la que el Vaticano y el Santo Padre respondieron a dichos escándalos.

El papa multiplicó las declaraciones de contrición sobre estos hechos durante su visita, aunque finalmente defendió a un obispo acusado de encubrirlos.

“No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia ¿Está claro?”, contestó el papa a periodistas chilenos que le preguntaron a su llegada a Iquique (norte), última etapa de su viaje de tres días a Chile, por qué no apartaba al obispo Juan Barros.

Nombrado en enero del 2015 por el papa obispo de Osorno, Barros, de 61 años, está acusado por las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, uno de los casos más emblemáticos de los abusos del clero en Chile . Karadima abusó a varios menores mientras era sacerdote de una parroquia en Santiago en la década de los ochenta. No fue juzgado ya que el delito había prescrito, pero el Vaticano lo acusó de abuso y lo condenó a “retirarse a una vida de oración y penitencia” en 2011, un año después de destaparse el escándalo.

“El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar”, aseguró el pontífice a una periodista chilena.

El obispo acompañó al pontífice durante su visita al país. En Santiago y en Temuco concelebró las multitudinarias misas y también estuvo presente en Iquique, donde un abrazo del papa inflamó las redes sociales.

James Hamilton, Juan Carlos Cruz y Juan Andrés Murillo, víctimas de Karadima, señalaron que “el papa Francisco desaprovechó una gran oportunidad: la de escuchar a la comunidad de Osorno y a quienes hemos afirmado que el obispo Barros había encubierto los abusos de Karadima”, en un comunicado . “Lo que ha hecho el papa hoy es ofensivo y doloroso”, afirmó, por su parte Hamilton. “El papa ha desoído todos estos hechos y nos ha acusado de faltar a la verdad, de decir calumnias”, agregó

En Iquique, a 1.930 kilómetros al norte de Santiago y donde se considera que el 10% de la población es inmigrante, Francisco llamó a defender a los extranjeros ante la precarización del trabajo, el abuso a estas personas por estar sin documentos o por no conocer el idioma. Ocurrió , un día después de abogar en Temuco por la unidad y el reconocimiento de los pueblos originarios y condenar la violencia.

“Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y a las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta”, añadió, en alusión al primer milagro de Jesucristo que fue convertir, en una fiesta, el agua en vino, según las escrituras.

El pontífice llegó a Playa Lobito, en Iquique, donde inició un recorrido a bordo del papamóvil, hasta el lugar donde celebró su tercera misa campal en Chile, en su última parada local antes de seguir a Lima. Muchos inmigrantes tienen viviendas precarias, construidas con cartones y tablas, sin servicios básicos y con empleos mal remunerados.

A muchos les ha ido mejor, especialmente a los que llegaron hace más tiempo, según contó la ecuatoriana Carmen Montañas, vendedora y aseadora. Iquique “es una ciudad que está totalmente poblada por (in)migrantes y se está solucionando el tema de los papeles”. Agregó que espera la bendición del papa y que muchos comprendan “que venimos a trabajar, con tranquilidad”.

Los inmigrantes acuden a Chile por ser la economía más fuerte y estable de la región, pero se ven en medio de un descontento político y social en aumento.

A su llegada a Chile, Francisco dijo que el futuro del país depende de su capacidad de escuchar, incluyendo “escuchar a los migrantes, que llaman a las puertas de este país en busca de mejora y, a su vez, con la fuerza y la esperanza de querer construir un futuro mejor para todos”.

Aunque las cifras son pequeñas, Chile registró el mayor aumento anual en población migrante de cualquier país de América Latina entre 2010 y 2015, según estadísticas de Naciones Unidas y la Iglesia. La mayoría de los recién llegados son haitianos, que a menudo encuentran barreras de idioma que limitan sus perspectivas de empleo. Aunque Chile no ha tenido una campaña antiinmigrantes como las de EE.UU. y Europa, el gobierno conservador entrante de Sebastián Piñera ha indicado que intentará limitar la inmigración.

El martes, el papa recibió a un pequeño grupo de víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, con los que lloró, según el Vaticano.

Datos

“Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y las nuevas formas de explotación, a la precarización del trabajo”,

señaló Francisco sobre la situación de los inmigrantes en Chile.

“El día que traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?”.

El papa se molestó por las preguntas sobre su abrazo con el obispo de Osorno.

Cálido saludo a los peregrinos argentinos

El papa agradeció “la presencia de tantos peregrinos de los pueblos hermanos de Bolivia y Perú
–y no se pongan celosos– especialmente de los argentinos, que son mi patria”.

“Gracias a los hermanos argentinos que me acompañaron en Temuco, en Santiago acá, en Iquique”, dijo el papa, que ya ha realizado seis viajes a América Latina y todavía no ha vuelto a su país.

El papa Francisco entronizó la imagen de María, que tiene su morada en la localidad de La Tirana, a 70 km de Iquique, como “reina y madre” de Chile.

En Perú lo esperan reclamos indígenas y ambientales

El papa Francisco llegó en la tarde de ayer a Perú, donde le esperan nuevos reclamos de pueblos originarios y de ambientalistas preocupados por la explotación salvaje de sus recursos.

El avión del pontífice aterrizó a las 16.32 locales (18.32 de Argentina) en el aeropuerto de la capital peruana, donde fue recibido al pie de la escalerilla por el presidente Pedro Pablo Kuczynski y su esposa, la estadounidense Nancy Lange. La visita del papa permite a Kuczynski olvidar, temporalmente, los conflictos políticos que lo tuvieron al borde de la destitución y la polémica por el indulto que concedió al expresidente Alberto Fujimori.

Luego de saludar a obispos y autoridades de gobierno, Francisco partió hacia la plazoleta del Inmaculado Corazón de María, donde abordaría el papamóvil para ir a la Nunciatura Apostólica, donde pernoctará.

El papa viajará hoy a Puerto Maldonado, en la Amazonía, donde tendrá un encuentro con unos 3.500 miembros de pueblos originarios, quienes le regalarán simbólicamente un arco y una flecha para que los ayude a recuperar las tierras ancestrales que les han arrebatado. El sábado visitará la ciudad norteña de Trujillo, que hace un año sufrió siete inundaciones causadas por el fenómeno del Niño Costero, que dejaron 162 muertos y 300.000 damnificados. Se espera que el pontífice hable allí sobre los riesgos del cambio climático.

Datos

El martes, el papa recibió a un pequeño grupo de víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, con los que lloró, según el Vaticano.
2,7%
es el porcentaje de población inmigrante en Chile, unos 465.000. Representa el mayor crecimiento en la región.
10%
de la población de Iquique es inmigrante con 19 colonias, la mayoritaria de Haití.
105.000
haitianos y más de 100.000 venezolanos llegaron a Chile sólo el año pasado, una oleada inmigratoria inédita para el país trasandino.
“Estemos atentos a todas las situaciones de injusticia y las nuevas formas de explotación, a la precarización del trabajo”,
“El día que traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?”.

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