Reconstruyen el maxilar a un joven con parte del peroné

Este caso es el primero que se registra en Río Negro. La operación duró 12 horas y el equipo médico estuvo formado por 20 personas.

Inédita operación en Viedma

Una cirugía maxilofacial, de alta complejidad, practicada a un joven en el hospital Zatti de esta capital; permitió reconstruir con éxito la mandíbula empleando parte del hueso peroné, de una de sus piernas. El caso, el primero en Río Negro, debió llevarse a quirófano ya que molestaba un tumor.

La intervención de casi 12 horas de duración fue encabezada por el jefe de Cirugía del nosocomio, José Osvaldo Valla, y el especialista Carlos Ries Centeno; acompañados por una veintena de colaboradores.

Valla contó a DeViedma que el joven estaba bajo observación desde hace cinco debido a la detección de un quiste originado en una membrana dentaria, y que al aumentar de tamaño y no responder a diversos tratamientos ya no era viable. Observó que “se había comido la mandíbula”.

Para decidir la operación se tomaron algunos recaudos vinculados a la complejidad médica como la suspensión de otras cirugías programadas en el nosocomio. Además, contribuyó mucho en los procedimientos un microscopio de buena calidad con el que cuenta este hospital de complejidad VI que pertenece al sistema público rionegrino.

En principio, hubo que extraer el hueso de la pierna de unos 35 centímetros de longitud. De este material óseo se quitó una porción de 25 centímetros, quedando esa extremidad inferior con dos “muñones”.

El hueso extraído sirvió de base para fabricar una placa “preformada” y “moldeada” para la reconstrucción. Dentro de la operación un cirujano vascular del Zatti participó de la “anastomosis”, es decir una unión celular de las venas y arterias.

Valla explicó que esta última intervención obedeció a la necesidad de vincular arterias para que “el pedículo (tallo) que se movilizó desde el peroné, esté vivo en la mandíbula, y no sea solo un pedazo de hueso inerte como se hacía muchos años atrás”.

Agregó que la intención fue mantenerlo vivo (por el pedículo) para que “en un futuro, el paciente, pueda recibir implantes y quedar dentado” nuevamente.

El profesional mencionó que la decisión de concretar el transplante en esta capital, respondió a dos motivos. En principio, constituyó una cirugía larga, lo innecesario de movilizar a familiares, el seguimiento de un post-operatorio con el paciente de 20 años contenido en su ambiente; y en segundo término que “nos estamos empezando a formar para hacer este tipo de cirugías en un futuro, en este lugar”.

El paciente se encuentra en buen estado en una sala de cuidados especiales, y en el post-operatorio se desarrollan una serie de tareas para mantener la boca limpia en todo momento. Además cuenta con alimentación por sonda. Según Valla, si bien ya cuenta con un hueso menos, “podrá hacer vida normal y practicar deportes”.

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