Abuso en el consultorio: Pedirán la suspensión del juicio a prueba en el caso Foccacia

La solicitará la defensa del ginécologo Focaccia. La fiscalía y la querella aceptarán porque las denunciantes no soportan más “el manoseo judicial.”

“No fue fácil llegar a esta conclusión. Está planteada legalmente como una salida alternativa al conflicto, pero en realidad acá el conflicto es el sistema. Nosotras lo estamos tomando como una salida alternativa al sistema que no responde, ese es el problema”, aseguró Nadia Kubatov, abogada querellante de las dos jóvenes hermanas de 29 y 28 años que denunciaron al ginecólogo Guillermo Focaccia por abuso sexual en el ámbito del consultorio médico.

La defensa del imputado le planteó a la fiscalía y a ellas la suspensión del proceso a prueba. ¿En qué consiste? El acusado debe cumplir con una serie de medidas reparatorias con las víctimas. Si lo hace evitará el juicio y no le quedará ningún antecedente penal.

A Focaccia le formularon cargos el 22 de septiembre de 2017 por abuso sexual gravemente ultrajante reiterado y abuso sexual simple, ambos en concurso real, cometidos entre 2014 a 2016. Una de las jóvenes, además de ser su paciente, trabajaba como secretaria en el consultorio. El 28 de agosto de 2018 las juezas María Gagliano y Ana Malvido y su par, Lucas Yancarelli, declararon su absolución por mayoría.

El 6 de noviembre de 2018 el Tribunal de Impugnación anuló por unanimidad esta sentencia y ordenó un nuevo juicio. Florencia Martini, autora del voto al que adhirieron Richard Trincheri y Liliana Deiub, mencionó que no se consideraron las asimetrías propias de la relación médico-paciente, como tampoco que una de las jóvenes era su empleada. Remarcó que había un vínculo de tres generaciones de mujeres con el imputado: Focaccia declaró en el primer juicio que fue la abuela de las denunciantes la que le pidió que contratara a su hija y ese puesto fue el que heredó una de las jóvenes en el consultorio.

La magistrada sostuvo que en los criterios de validación del relato de las chicas se filtraron “estereotipos que desacreditan la voz de las víctimas frente a la “acreditación” del imputado, titular de la palabra autorizada, que se intercepta con estereotipos positivos de “clase” (prestigio socio-económico-profesional en oposición a la precaria situación socio-económica de las víctimas).”

Ese segundo juicio nunca se pudo llevar a cabo. A fines de 2020 cuando por fin se constituyó un tribunal la defensa logró aplazarlo sobre la hora. El TSJ intervino y dijo que el debate debía hacerse a la mayor brevedad posible “a efectos de garantizar el derecho de todas las partes”. Se fijó una nueva fecha y volvió postergarse por el estado de salud de Focaccia, de 76 años, que le impedía comparecer tanto en forma virtual como presencial.

El tiempo siguió corriendo. Los acusadores consiguieron una prórroga, ya que los tres años que establece el Código de Neuquén de duración total de los procesos penales estaban vencidos. La causa languidecía. En febrero de 2021 obtuvieron una nueva extensión de cinco meses. Hoy sigue el juicio sin fecha.

Laberinto judicial

La fiscalía y la querella aceptarán la suspensión frente al hartazgo y al cansancio de las denunciantes ante el “manoseo judicial”. El juez Cristian Piana deberá definir el próximo martes si convalida el acuerdo, que está previsto para delitos leves y no graves como en esta situación. La suspensión condicional del proceso no implica una declaración de responsabilidad, el imputado no admite la culpabilidad.

Las preguntas que resuenan son muchas ¿puede el Estado obligar a estas jóvenes a continuar con el proceso luego de haber retardado una respuesta oportuna en un plazo razonable?, si se desacreditó su voz, ¿por qué volver a desoírlas ahora, pretendiendo tutelar sus vidas y vulnerando su autonomía? Esta solución posible en este contexto ¿no es la evidencia de la violencia institucional a la que somete el Poder Judicial a quienes sobrevivieron a un abuso sexual, en el que el acusado es un célebre profesional médico, y lo denunciaron?

“En realidad fue una resolución en la que acordamos todas las partes. Tiene que ver con el maltrato que sufrieron en el primer juicio, con los estereotipos y los sesgos de género sobre los cuales se decide la absolución de Focaccia y a partir de allí fueron luchas realmente muy largas que tuvieron que ver con la incorporación de una abogada que defienda sus intereses, porque no se sentían representadas por el Estado. Fue muy difícil lograr las segundas fechas de juicio, a eso hay que sumarle los impedimentos que tuvimos para poder realizar el segundo juicio, que tuvieron que ver con las situaciones de salud de Focaccia, con una pandemia, con la paralización del sistema judicial y después a partir de ahí empezar a luchar y la posibilidad de prórrogas para poder realizar este juicio. Entendemos que es lo mejor para el caso, poder cerrar esta etapa y que cada una pueda hacer su duelo”, afirmó Kubatov.

Ocho años antes de esta acusación, una joven había denunciado a Focaccia por abuso en su consultorio. Su madre había sido paciente del médico y fue el que la asistió en los cuatro partos. El caso terminó en sobreseimiento y los jueces le echaron en cara no haber frenado la situación “con el grado de confianza” que tenía. Fue el inicio de una campaña de la Colectiva Feminista La Revuelta para señalar el abuso de poder disfrazado de prácticas médicas. En esta oportunidad acompañan a las denunciantes en su decisión: “Hartas. Elegimos decir basta al laberinto de la justicia patriarcal que ampara poderosos.”

El dato

4
años pasaron desde que se abrió la investigación. El segundo juicio dispuesto en 2018 no se concretó.

*26 de febrero de 2009. Una profesora de la UNCo denunció a Focaccia por un abuso sexual cometido en el ámbito de la consulta ginecológica. Ella tenía 27 años y él había sido su médico desde los 14.

*6 de diciembre de 2011. El ginecólogo fue sobreseído en un fallo dividido.

*22 de septiembre de 2017. Focaccia fue acusado de haber abusado de dos jóvenes pacientes, una de ellas trabajaba como su secretaria. “No me sorprendió, fue una sensación extraña, es como que alguien más se animó”, dijo la primera denunciante.

*28 de agosto de 2018. Lo absolvieron por mayoría.

*6 de noviembre de 2018. El fallo fue anulado por unanimidad. Por primera vez un tribunal hizo hincapié en que la valoración de la prueba estuvo cargada de estereotipos sexistas. Se ordenó un nuevo juicio que hasta la fecha nunca se realizó.


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