Agustina, la futura bióloga que hace fotos, surfea y se enamoró de Las Grutas

Agustina Ramírez llegó a la costa rionegrina hace 9 años desde Buenos Aires para estudiar la licenciatura en Biología Marina que se dicta en San Antonio. Aquí disfruta de las playas, practica surf y fotografía a los habitantes del mar y los paisajes del golfo.

«Estoy viviendo junto al mar” pensó llena de alegría Agustina Ramírez, cuando a sus 17 años bajó del colectivo interurbano que la condujo desde San Antonio a Las Grutas, y se encontró con el agua más azul que había soñado. Su viaje fue más largo, porque, antes, había llegado desde Pilar, en Buenos Aires, dejando atrás a sus padres y a sus tres hermanos, que, llenos de temores, vieron volar lejos a la única ‘nena’ de la familia. O nadar en dirección a sus sueños, mejor dicho, porque la chica también es la única con aspiraciones marinas. 

A orillas del mar, su lugar en el mundo. Foto: Agustina Ramírez.

“No sé de donde me salieron esas ganas, pero el ‘bichito’ lo tuve desde chica. Quería estar cerca del mar, y veía documentales de Discovery Channel. De ahí el deseo de ser bióloga marina. Y en el país la única licenciatura en la carrera se estudia en San Antonio, en la Universidad del Comahue. Logré una beca y no lo dudé. Llegué justo el día en el que empezaba a cursar” contó la chica. 

Es la fotógrafa del grupo de surf y se animó también a subir a la tabla. Foto: Agustina Ramírez.

El cambio fue grande, porque pasó de las opciones que brinda una gran ciudad a la vida tranquila de un pueblo. “Igual, me dio más tiempo para estudiar y me encontré con compañeros que, como yo, habían llegado de distintos lugares del país, como Entre Ríos, Río Gallegos, Córdoba…” recordó Agus. 

Delfines comunes en el golfo San Matías. Foto: Agustina Ramírez.

Rápidamente, el mar se convirtió en objeto de estudio, diversión, paseo y lugar de encuentro. Gracias a él descubrió la fotografía, que ahora es otra de sus grandes pasiones, e incluso le está ganando terreno a sus aspiraciones como bióloga. También llegó el surf, un deporte que le encanta y en el que cada vez gana más experiencia. 

Gigantes del mar cerca de la costa. Foto: Agustina Ramírez.

“La fotografía siempre me interesó, pero lo veía como algo muy lejano. Cuando llegué acá vi las fotos que tomaba un amigo cuándo se embarcaba, e invertí en un equipo. Ahí empecé. Enseguida sentí, aunque suene cursi, que la cámara era como una extensión mía. Y que me facilitaba trasladarle a la gente las experiencias que se viven en el mar. Si uno cuenta, por ejemplo, que una ballena se te ‘pega’ a la lancha en una navegación, es difícil que se sienta lo mágico que es. Y la fotografía logra transmitirlo” se entusiasmó Agustina. 

Delfines barrenando una ola, una foto que sumó miles de me gusta. Foto: Agustina Ramírez.

Con su cámara logró capturar imágenes que se volvieron virales, como las que mostraron a unos delfines ‘barrenando’ unas olas frente a la costanera de Las Grutas. Por otra parte, esa afición la acercó al mundo del surf. “Una amiga surfea y empecé a tomar fotos del grupo con el que lo hace. Al final, me convencieron de probar con la tabla y me encantó. Ahora aprovecho cada vez que puedo, para ganar experiencia y seguir avanzando” confesó. 

Un lobito en la restinga. Foto: Agustina Ramírez.

Hoy, con 26 años, está al borde de finalizar su carrera, y no se arrepiente de su elección. Además, su facilidad para capturar imágenes y el gusto por el trato con la gente la llevó a descubrir que quiere apuntar al área de la divulgación, centrándose en la conservación de especies y del ecosistema.  Aunque no se imagina lográndolo desde la información pura, sino a través de otras herramientas. 

A bordo durante una salida de estudios. Foto: Agustina Ramírez.

Por lo pronto, comparte y ofrece sus trabajos fotográficos a través de su Instagram y sueña con descubrir nuevos mares. 

Las Grutas. Foto: Agustina Ramírez.

“Pensar que de chica fui a la playa sólo 4 o 5 veces. A San Clemente, Reta y Mar del Plata. Ahora no podría vivir lejos del mar” reveló. 

Su próximo destino, justamente, es Mardel, donde evaluará opciones de trabajo. Y aprovechará el viaje para ver a su novio, al que conoció durante el verano pasado, y con el que sigue conectada a la distancia. 

Delfines del golfo. Foto: Agustina Ramírez.

Por otra parte, aunque ama Las Grutas, fantasea con palpitar la vida en otros destinos. “Todo lo que sea mar me llama la atención. Ver cómo es la biología y cuáles son los deportes acuáticos en otras playas me entusiasma. Ésa es mi pasión” sentenció. 

Podés ver más fotos de Agustina en https://www.instagram.com/minombreesmuycomun/


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