ARA San Juan: “Tenemos que saber que pasó y castigar a los culpables”

Desde Sierra Grande, Miguel Toconás, hermano de Mario, el tripulante rionegrino del submarino relata la lucha de la familia que hoy a las 17 organizó un homenaje en Playas Doradas a tres años del hundimiento.

“A veces trato de no pensar. De no volver tanto para atrás. De estar siempre ocupado. Pero en estas fechas no se puede. Duele. Y duele siempre más que antes. Me da por imaginar lo que hubiese pasado si Marito estuviera acá, con nosotros. Si nada de esto fuera real. Por eso no puede quedar en la nada lo que le pasó a él y a los otros 43 tripulantes. Se tiene que hacer Justicia. No podemos esperar más”. 

Con estas palabras, Miguel Toconás, uno de los hermanos de Mario, el único tripulante rionegrino dentro de la tripulación del ARA San Juan, habló de los sentimientos que lo embargan al cumplirse el tercer aniversario del hundimiento del submarino, que en noviembre de 2018 fue hallado hundido a 907 metros de profundidad, un año después de su desaparición. 

Mario Toconás a bordo del ARA San Juan.

“Encima esta vez nos pusieron mil trabas para participar de la ceremonia de Mar del Plata, que será muy importante porque es la de los ascensos, que a ellos les reconocieron post-mortem . Se entregarán las banderas, las jinetas (que indican el rango en los uniformes de gala) y las espadas para los que les correspondan. Pero desde el ministerio de Defensa, por la pandemia, no querían que estuvieran los hermanos, querían sólo familiares directos. Al final aceptaron, pero nos avisaron recién esta semana, y no tuvimos tiempo de planear el viaje” contó Miguel. 

Para compensar, los Toconás (6 hermanos y su padre, Irineo, que vive en Viedma) organizaron un acto que se realizará hoy a las 17 en Playas Doradas, donde años atrás inauguraron una réplica del submarino que fue construido por uno de los profesores y varios compañeros con los que Mario compartió sus años de adolescencia en la escuela técnica. 

“Vamos a poner allí un mástil con una bandera, y lo recordaremos entre todos. El mástil lo hizo el profesor Carlos Abot, que antes estuvo con la construcción de la réplica” dijo el hombre. 

Al hablar del recorrido que realizó en este tiempo, Miguel se asombra de la forma en la que cambió su vida. “Cuando pasó lo de Mario tenía 27 años, hacía 5 que era policía y recién me separaba de la mamá de mi hijita, que en ese momento tenía un año. La verdad, nunca había viajado mucho. Ni me imaginé estar hablando con tantos políticos, jueces y altos mandos militares. Lo tuve que hacer por Marito, primero para que lo buscaran, y ahora para pedir que los culpables paguen” afirmó. 

Familiares de Mario Toconás, uno de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, cuando vieron las del submarino hallado a 907 metros de profundidad. Foto: Marcelo Ochoa.

“Como dentro de todo era el que más libertad tenía, en 2017 me fui enseguida a Mar del Plata, a lo de Ruth, mi cuñada, y me quedé desde noviembre hasta febrero, acompañando todo lo que hacían los demás familiares. Después, en el acampe de Buenos Aires, que se hizo en Plaza de Mayo, estuve solo. Esa vez, por casi 10 días se pidió que la búsqueda no se frenara” recordó.  

De hecho, su primer viaje a Buenos Aires fue para buscar Justicia por su hermano. “Fuimos a reunirnos con diputados y senadores. Y cuando llegué al centro no podía creer que la primera vez que estaba en un lugar tan lindo fuera por algo tan triste” se lamentó. 

Ahora, desconfía de la investigación, pero se niega a perder las esperanzas. “Tenemos que saber que pasó y castigar a los culpables” finalizó. 

El submarino ARA San Juan desapareció el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo. Fue hallado un año después, el 17 de noviembre de 2018, a 907 metros de profundidad. 

La jueza Marta Yañez, que lleva adelante la causa, imputó, hasta el momento, a seis miembros de la Armada. Uno de ellos, el contraalmirante Enrique López Mazzeo reconoció días atrás ante la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia que desde el 5 de diciembre de 2017 el Gobierno de Mauricio Macri sabía en qué posición se encontraba el submarino siniestrado.  

Esa jueza fue recusada por el grueso de los familiares, que no están de acuerdo con su manejo de la investigación, aunque hasta ahora no existen novedades sobre esta solicitud. 

Con respecto al estado en el que zarpó el submarino, varias de las esposas y allegados de los tripulantes hablaron de las fallas que poseía, aportaron fotos, escritos, y fueron citadas a declarar al respecto. Ruth Toconás, por caso, la esposa de Mario, el único tripulante rionegrino, brindó anotaciones de la libreta en la que su marido apuntaba esas falencias. Las capturas de esas notas fueron difundidas por Río Negro. Así como también un video y fotografías aportadas por Andrea Mereles, la esposa del cocinero Ricardo Alfaro. 

Por otra parte, sigue prosperando la causa por el presunto espionaje ilegal realizado por el Estado a los familiares del ARA, durante el gobierno de Mauricio Macri. Esto surgió de la denuncia realizada por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño.  La Justicia todavía analiza el material para determinar quiénes fueron los parientes espiados. Andrea Mereles y Marcela Fernández, las dos viudas entrevistadas por Río Negro para esta nota, figuran entre ellos. 


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