El domingo, lejos del descanso o la liturgia, fue uno de los días más intensos para el gobierno de Mauricio Macri, que atraviesa la peor crisis desde el inicio de su mandato. El presidente Mauricio Macri se recluyó con su Gabinete y la mesa política de Cambiemos en la Quinta de Olivos, donde se sucedieron reuniones durante todo el fin de semana. Fuera de dos nombres, filtraciones sobre transformaciones de ministerios en secretarías y trascendidos de posibles salidas, el Ejecutivo se cuidó de dar confirmaciones oficiales: pero habrá, sin duda alguna, varios cambios, y se anunciarán hoy a la mañana, en un lunes intensísimo.

El portón verde de Olivos de abrió y cerró decena de veces ayer para el ingreso y salida de decenas de automóviles con autos polarizados. Adentro, viajaban ministros, los gobernadores de Cambiemos, legisladores y cuadros políticos del oficialismo. Las versiones sobre lo que se definía en el interior de la Quinta presidencial, que dejaron trascender en “off “ los mismos funcionarios de gobierno en el frenesí de las discusiones, se sucedieron y variaron durante todo el día.

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Primero, las decisiones más firmes: el poder del jefe de Gabinete, Marcos Peña, se verá acotado, al menos simbólicamente. Los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui -que estuvieron por la mañana en la Quinta- dejarán sus cargos por decisión de Macri. No alcanzó con el respaldo de Elisa Carrió. Continuarán, sin embargo, en el Ejecutivo: a Lopeteguí se le ofreció continuar como asesor del presidente en la Casa Rosada; a Quintana, ser coordinador de las empresas privadas en las que tiene acciones el Estado nacional.

La otra decisión firme es un plan de recorte de ministerios y su transformación en secretarías de otros ministerios. No había confirmación oficial, sin embargo, de cuántos y se hablaba de entre 8 y 13 ministerios. Los principales en la mira: Ambiente, Cultura, Energía, Agroindustria,Producción, Transportes, Turismo, y Ciencia y Tecnología, que precipitaría la salida del gobierno del ministro Luis Barañao. El rumor de que Trabajo podría fusionarse y quedar bajo la órbita de Producción, despertó las alarmas en la CGT.

También barajaba la posibilidad de que Defensa fuera absorbido por Seguridad, pero otras versiones indicaban que el radical Ernesto Sanz podría hacerse cargo de Defensa. El cofundador de Cambiemos se reunió ayer por la tarde con Macri junto a los radicales del Congreso, Mario Negri, Ángel Rozas y Luis Naidenoff, y los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes). El ala política.

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Quien dejará su cargo es el ministro de Relaciones Exteriores, Gabriel Faurie. El presidente le ofreció la Cancillería a su ex ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay. Pero algunas voces dentro de gobierno no descartaban su regreso a Hacienda.

Por su parte, el actual ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, seguirá (por ahora) al frente de la economía nacional. Un nombre sobrevoló como una amenaza a su continuidad: el presidente le habría ofrecido volver al gobierno a Carlos Melconian -resistido por la jefatura de Gabinete- pero esa vía quedó rápidamente trunca.

Dujovne, a pesar de la situación de debilidad en lo que lo deja un fin de semana en el que se habló de su salida, tendrá mucho trabajo hoy: no será sólo un lunes de anuncios políticos. Antes de viajar a Washington para acordar con el FMI un adelanto de los desembolsos del préstamo, el ministro realizará anuncios económicos. Entre las medidas, se destaca la posible aplicación de retenciones a exportaciones, a la soja y a otros producto.

El anuncio será, en cualquier caso, una decisión política de cambio de paradigma: en el gobierno ya entienden que para alcanzar las metas no alcanzará con “recorte”; serán necesarios más ingresos.

A estas alturas, dos indiscutidos: el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Frigerio continuará en su ministerio a pesar de los rumores de su paso a Hacienda o al Gabinete: tiene la inmensa tarea de lograr acordar el Presupuesto 2019 con los gobernadores e intendentes peronistas. Con Stanley, el Presidente trabaja una posible ampliación de las asignaciones y ayudas sociales para morigerar los impactos de la crisis. La posibilidad estaba prevista en el acuerdo con el FMI.

Análisis: Alejarse del abismo

Por Walter Curia | wcuria@rionegro.com.ar

Desde Twitter, Carrió juega su propio partido

Elisa Carrió juega su propio partido. La líder de la Coalición Cívica, una de las socias fundadoras de Cambiemos, hizo público ayer su apoyo a los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, a quienes definió como “los mejores funcionarios” del gobierno nacional. Fue mientras se mencionaba con insistencia la salida del gabinete de los dos funcionarios.

Carrió se pronunció por Twitter. También por esa vía, previamente había tomado distancia de las movidas en Olivos. “Yo sostengo a la República, al Presidente, a su equipo y no pido cargos”, dijo.

En los últimos meses, Carrió anudó una fuerte relación con el jefe de Gabinete Marcos Peña, de quien dependen Quintana y Lopetegui.

Yo sostengo a la República, al Presidente, a su equipo y no pido cargos. pic.twitter.com/1h61211Acq

— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) 1 de septiembre de 2018

“Están convencidos de que el camino es ajuste”

Los rumores despertaron las alertas en la CGT. Héctor Daer, uno de los tres secretarios generales de la central gremial, manifestó ayer “preocupación” la posibilidad de que el ministerio de Trabajo se convierta en secretaría y pase a la órbita de Producción, opción que barajaba el gobierno como parte de la reestructuración ministerial que anunciará hoy.

“Nos preocupa la eliminación del ministerio de Trabajo, espero que no sea así, porque eso sería la despreocupación absoluta por encontrar la posibilidad de generar equilibrio en la sociedad”, sostuvo Daer en declaraciones radiales. “Están convencidos ideológicamente de que el camino es del ajuste, y esto va a tirar a la pobreza a millones de argentinos”, concluyó.