Así seguirá hoy el caso del juez del escándalo en el híper de Neuquén

Un fiscal jefe debe decidir, en reemplazo del fiscal general, la recusación pedida por Piedrabuena. Sumando escándalos, el caso avanza hacia un callejón sin salida.

El fiscal jefe Pablo Vignaroli sería el encargado de definir hoy si Maximiliano Breide Obeid continúa o no al frente de la acusación contra el juez Diego Piedrabuena, involucrado en el escándalo ocurrido en un hipermercado de Neuquén.

A esta altura, las alternativas judiciales son tan escandalosas como el episodio que le dio origen y ponen a prueba la credibilidad del sistema procesal y de sus operadores.

Breide Obeid fue recusado y denunciado por Piedrabuena. La jueza del caso, Patricia Lupica Cristo, dio intervención al fiscal general, tal como marca el Código Procesal Penal.

El fiscal general José Gerez está de licencia. Lo subroga Rómulo Patti, quien debería excusarse de intervenir por amistad con las partes. El siguiente en la lista es Pablo Vignaroli. Su definición es la que se espera en las primeras horas de este martes.


El escándalo del lunes


Las audiencias son vía Zoom. Por momentos hablan varios a la vez.

La formulación de cargos contra el juez Diego Piedrabuena se volvió a trabar ayer, porque el magistrado recusó y amenazó con presentar una denuncia penal contra el fiscal jefe Maximiliano Breide Obeid. Ante este panorama la jueza de Garantías del caso, Patricia Lupica Cristo, optó por suspender la audiencia y remitir el video al superior jerárquico del fiscal para que resuelva si lo mantiene o lo aparta.

La semana pasada, Piedrabuena había logrado frenar la formulación de cargos con un recurso parecido: recusó a la jueza Lupica Cristo. Ayer insistió, y dijo que tenía con ella “diferencias por su ideología de género”, una expresión que demuestra que el trabajo del Tribunal Superior de Justicia en materia de género puertas adentro está incompleto, por decir lo menos.

Lupica Cristo fue ratificada en el cargo, de modo que la estrategia del juez giró hacia el fiscal. Relató, en tono de denuncia, que Breide Obeid le envió mensajes de texto el día de los incidentes en el hipermercado diciéndole que no había pruebas en su contra.

Breide Obeid dio su versión: afirmó que ese día no había elementos para imputarle nada a Piedrabuena, pero que inició una investigación ante denuncias mediáticas del juez de presunto maltrato policial. “Entonces me encontré, en base a testigos entrevistados, que Piedrabuena mentía”, dijo el fiscal.

En medio de gritos simultáneos y chicanas, Piedrabuena recusó a Breide Obeid y lo denunció por prevaricato. El fiscal le respondió que, según el Código, debe hacerlo por escrito y ante su jefe.

El juez se encaprichó: “si no lo tratan ahora mismo, me voy y que pidan mi captura”, gritó. El escándalo ya era imparable.

Como siempre se puede subir (o bajar) un escalón más, intervino el abogado Francisco Oneto, y advirtió que si la jueza no atendía lo que planteaba Piedrabuena, la denunciaría por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Lupica levantó la audiencia y le envió el video al fiscal general para que resuelva. Aunque Breide sea ratificado, es seguro que hoy volverán a cuestionarlo. Por el presunto prevaricato, o algún otro motivo. El objetivo de Piedrabuena es evitar la formulación de cargos. Ya lo logró dos veces.


Opinión: El Código, vacío de contenido


Diego Piedrabuena no está acusado de nada. Para no hablar de su presunción de inocencia, que sigue inmaculada: ni siquiera se le realizó ninguna imputación por ningún hecho. Lo impidió él, porque no confiaba en la jueza de Garantías asignada a su caso y no se presentó cuando lo citaron, después la recusó (dijo, entre otros motivos, que no comparte “su ideología de género”); y como no le dieron la razón volvió a impedir que le formularan la imputación pidiéndole al fiscal que se aparte; y como el fiscal no le hizo caso lo recusó; y cuando le dijeron que según la ley debía plantearlo por escrito ante el superior jerárquico amenazó con retirarse de la audiencia a menos que trataran de inmediato su planteo; y después fue por más y acusó al mismo fiscal de un delito penal, y cuando le dijeron que eso debía plantearlo en la fiscalía de turno volvió a amenazar con abandonar la audiencia, hasta que logró que, por fin, por segunda vez, suspendan la audiencia de formulación de cargos. Diego Piedrabuena es juez y la pregunta es cómo hará para seguir aplicando el Código Procesal si él mismo lo está vaciando de contenido.


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