Avanzan las pruebas para producir biogás en Bariloche

La empresa que comenzó a trabajar hace más de un año en el desarrollo de tecnologías aptas para aprovechar los residuos urbanos en la producción de energía ya avanzó con experiencias de laboratorio y espera definiciones del municipio.

La firma Tres B SRL logró ejecutar ya las primeras pruebas con “inóculos” de residuos orgánicos, que son un paso clave para encarar la producción de biogás. “Fue un año bastante movido, en este corto tiempo logramos generar el conocimiento para pasar del laboratorio a la escala de planta piloto” explicó el titular de Tres B, Pablo Orellano.

Ese campo de trabajo estaría enfocado en aprovechar los residuos “húmedos” de origen orgánico, que llegan en gran volumen al vertedero municipal. Pero la empresa también gestiona otros proyectos para emplear los restos plásticos en la producción de gas oil (que podría servir de combustible a la Trochita) y para el chipeo de residuos forestales, del que se obtendría un gas útil para calefaccionar viviendas.

El “convenio de colaboración” firmado en octubre de 2017 por el municipio y TresB SRL establece expresamente el propósito de “desarrollar nuevas tecnologías para el aprovechamiento de residuos sólidos urbanos particularmente en la generación de energía eléctrica para su aplicación en la industria civil”.

La empresa encabezada por Orellano, un ingeniero civil recibido en el Balseiro, tiene un plazo de trabajo de cinco años, con varias metas previas.

El subsecretario de Medio Ambiente del municipio, Claudio Romero, dijo que ya hubo logros parciales y evalúan “cómo empezar a implementar” los usos de la basura para transformarla en biogás. Pero reconoció que para eso es indispensable lograr una “separación más eficiente”.

Orellano dijo que ya trabajan “en escalas chicas” con la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, incluida la “prueba de inóculos”, y cuentan con el hardware para aplicarlo en volúmenes mayores.

Explicó que en lo inmediato la idea es desarrollar el biorreactor que emplearía este tipo de desechos para aplicarlo al abastecimiento de energía a la planta municipal, “que tiene un requerimiento importante”. Aseguró que la inyección a la red eléctrica general “no es imposible pero es bastante más complejo”.

Indicó que ya en abril pasado presentó un primer informe de avances al Concejo y hace un mes y medio expuso otro ante el intendente Gennuso. “Las metas se cumplen y estamos adelantados respecto de los plazos previstos”, aseguró.

Gas oil para la Trochita

El titular de la firma TresB dijo que otras de las opciones que tienen en estudio se relacionan con el aprovechamiento de los restos de poda, que llegan a diario y en gran volumen al vertedero, y con los desechos plásticos. Este último proyecto recibió expreso apoyo en las secretarías de Ambiente y de Ciencia y Técnica de la provincia, así como en la empresa Tren Patagónico, que mostró interés en usar el combustible obtenido para la impulsión de la Trochita.

Orellano explicó que la tecnología investigada permite procesar los plásticos y convertirlos en aceites combustibles del tipo del gas oil, aptos para la locomotora. Dijo que con esa iniciativa realizaron ensayos de laboratorio y “ahora hay que pasar a escala piloto”.

La intención es trabajar en Jacobacci con los plásticos acopiados y separados en toda la Línea Sur.

Orellano señaló que el plástico se procesa mediante “pirólisis anaerobia”, con la cual se “crackean” las moléculas y se produce “un hidrocarburo simple”, subdividido en aceites pesados parafínicos “que dan origen al gas oil” y otros más livianos utilizables como “solvente”. Dijo que no produce toxinas en el proceso siempre que se separe el PVC y se usen sólo las bolsas, los poliésteres y envases PET.

Calefacción más eficiente

En cuanto a los residuos forestales, el desarrollo de la empresa TresB está orientado a producir un chipeo en gran escala del material verde, empleable en la producción de un gas que –caldera mediante– es capaz de generar 120.000 kilocalorías/hora.

Según el ingeniero, esa capacidad es suficiente para calentar entre 15 y 20 viviendas, un número variable de acuerdo al tamaño y a las condiciones de aislamiento.

“Esta es una tecnología que no necesita leña de alta calidad sino que permite usar ramas y madera verde, con concentraciones de humedad que pueden llega al 35/40%. El gas resultante se filtra para retirar el alquitrán, las cenizas y el particulado –explicó–. El resultado es monóxido de carbono, hidrógeno y metano, todos gases combustibles que se emplearía en la calefacción”.

Orellano detalló que también tienen en este caso el desarrollo del prototipo y necesitan ahora generar el plan “para llevarlo a escala semiindustrial”.

Esperan para eso definir acuerdos con juntas vecinales o consorcios de vecinos que puedan aplicar el sistema.

Indicó que el combustible obtenido de estos residuos permite el funcionamiento de calderas “cuyo costo operativo está un 20 o 30% por encima del gas natural y cuesta menos de la mitad que el gas licuado”. Aunque dijo que “es necesario considerar no sólo la cuestión del dinero sino los pasivos ambientales”.

El dato

Pablo Orellano, ingeniero civil recibido en el Balseiro, titular de Tres B

Fue un año bastante movido, en este corto tiempo logramos

generar el conocimiento para pasar del laboratorio a la escala

de planta piloto”.