Buscan evitar el alojamiento de detenidos en comisarías

La Fiscalía de Cámara y el Observatorio de Derechos Humanos difundieron el relevamiento realizado en paralelo al planteo la inspección ordenada por la crisis del penal 3.

JUSTICIA

El flamante Fiscal de Cámara, Martín Lozada, impulsó un recurso de habeas corpus por las “condiciones infrahumanas” en que se encuentra detenido un joven en una comisaría de la ciudad, tras constatar el estado lamentable que presentan los calabozos de las distintas unidades policiales de la Regional Tercera.

La medida fue promovida por el Observatorio de Derechos Humanos que solicitó el acompañamiento de esa fiscalía en el relevamiento de las distintas comisarías donde se verificó que “ninguna” se encuentra apta para el alojamiento de personas ya que no cuentan con personal capacitado y presentan marcadas carencias edilicias.

El recurso, accionado por un caso en particular, anticipó una inspección a dos unidades carcelarias que se superpone con la revisión solicitada por el juez de Ejecución Penal, Martín Arroyo, a la Secretaría de Seguridad y el Servicio Penitenciario provincial para resolver la crisis del penal 3, del que todavía no se conocen resultados.

El relevamiento realizado por el Observatorio y Lozada el 30 de abril detectó que la comisaría 80 (San Francisco) cuenta con un solo calabozo, de siete metros por cuatro metros, con camas de concreto, una mesa y dos bancos del mismo material, una letrina sin descarga que carece de divisiones para aislarla del espacio general y un lavamanos sin canilla. Esas instalaciones no tienen luz eléctrica ni ducha. No existiendo en el calabozo, luz eléctrica, ni ducha.

En la comisaría 27 se observó la existencia de dos calabozos, aunque solo uno se utiliza para el alojamiento de personas detenidas o demoradas. Ese espacio cuenta con una estructura de 1,20 metros por dos y otros dos volúmenes de concreto de 80 por 50 centímetros contra las paredes.

También carece de luz artificial y entrada de luz solar.

Tanto el Lozada como los integrantes del Observatorio consideraron que ese espacio “no es apto para alojar presos de ninguna índole” ya que “la movilidad dentro del calabozo es prácticamente nula no existen mesas, ni sillas, ni instalaciones higiénicas, y no hay colchones, solo frazadas”.

Allí se encuentra alojado el beneficiario del hábeas corpus que para ir al baño ubicado fuera del calabozo debe llamar al cuartelero.

“Los detenidos no tienen la posibilidad de satisfacer sus necesidades fisiológicas cuando su organismo lo requiera” sostiene el informe difundido este lunes que señala que la ducha esta a dos metros del hall de entrada de la comisaría.

Además advierte que esas comisarías “no cuentan con una infraestructura ni con personal pertinente para alojar detenidos, no tienen lugar de recreación al aire libre, ni lugar para entrevistarse con defensores y familiares”. Otro problemas es la comida, que debe ser suministrada por los familiares o Servicio Penitenciario.

DeBariloche


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