Contra reloj buscan aliviar la factura de CALF para evitar un verano caro en Neuquén
Desde la cooperativa presentarán un nuevo cuadro tarifario. Estiman que la llegada de los meses cálidos acentuará la morosidad. Uno de cada tres usuarios no puede pagar la boleta.
Las construcciones sustentables todavía son deuda en la ciudad.. Foto: Florencia Salto
La tarifa de luz en Neuquén, históricamente la más cara de la región, se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para familias y comerciantes de la ciudad. Los tarifazos aplicados durante la gestión del presidente Mauricio Macri sumaron presión a los bolsillo capitalinos que quedaron en jaque con la última suba, del 38%, aplicada el mes pasado. Con ese panorama el equipo de CALF y representantes del electo gobierno del MPN buscan desactivar lo que podría ser el verano con la boleta de luz más cara en la última década.
El presidente de la cooperativa, Carlos Ciapponi, confirmó a “Río Negro” que avanzan en la modificación del cuadro tarifario vigente. La propuesta, que tiene el trabajo de Claudio Travaglini, Marcelo Severini y Carlos Saita, busca corregir las distorsiones en el esquema de consumos vigente desde 2007.
El caso de un hombre que quiso quemarse en las oficinas de CALF, ante la imposibilidad de pagar los atrasos en la boleta de la luz, visibilizó una situación que cada vez parece más compleja. Según datos de la distribuidora más del 30% de los 94.000 usuarios tiene problemas para abonar la totalidad de la factura. Estiman que en los meses de mayor consumo ese panorama puede multiplicarse.
En números
- $ 700
- es la factura promedio para unos 30.000 usuarios. Es el que buscan equilibrar para que el resto no pague más.
- 30%
- de los 94.000 asociados a la cooperativa tiene problemas para pagar la factura completa.
- 38%
- fue el último incremento aplicado para las facturas del servicio eléctrico. Se sumaron a las subas fijadas por Nación en los últimos tres años.
El actual cuadro contiene 16 tarifas distintas. En los primeros rangos de consumo, donde además coincide con los usuarios que tienen mayor capacidad de pago, las facturas suelen ser las mas bajas. Según estimaciones de la cooperativa, alrededor de 30.000 usuarios capitalinos pagan menos de 700 pesos por mes.
En la vereda opuesta se ubican familias numerosas y comerciantes. Recientemente desde el sector comercial le plantearon a las autoridades de CALF que el peso de la energía superó a la presión que los alquileres tienen en la cuenta final de gastos.
La distorsión quedó al descubierto con la quita de los subsidios que realizó, a la par de los aumentos, el gobierno nacional y que no pudo eliminar totalmente.
Plazos ¿urgentes?
La intención es que el actual Concejo Deliberante pueda aprobar las modificaciones antes del cambio de autoridades del 10 de diciembre.
El intendente Horacio Quiroga se negó hasta ahora a modificaciones parciales en la estructura tarifaria hasta tanto no se elaborara y aprobara el nuevo contrato de concesión para el servicio, que está vencido y prorrogado por el mismo Municipio.
La celeridad buscada, por la inminente llegada de los altos consumo del verano, puede chocar con el vacío que provocarán las vacaciones del jefe comunal electo, Mariano Gaido, quien no estará disponible en los próximos días ya que tiene previsto descansar antes de iniciar su gestión a cargo del Ejecutivo local.
Desde el MPN aseguraron que insistirán con la idea que plasmaron en la ordenanza elaborada por Alejandro Nicola. El exministro de Energía consiguió aprobar la norma, pero no pudo evitar el veto de Quiroga y luego no logró obtener la mayoría agravada necesaria para insistir con el proyecto. En líneas generales, la iniciativa, corregía lo que consideraron “sobrecostos” aplicados por el Municipio y que se calculan por porcentajes sobre el valor puro de la energía, ítem que aumentó 2.500% en tres años.
En resumen, esa cuenta recortaba un 30% de las facturas de la electricidad y evitaba esperar hasta el final de la discusión por el nuevo contrato de concesión.
Bono eléctrico
Desde CALF avanzan en una segunda propuesta para atender el creciente número de usuarios que no pueden abonar la factura de electricidad y que ponen en peligro la cadena de pago de la cooperativa que, en paralelo, busca negociar una elevada deuda con Cammesa arrastrada desde febrero de este año.
Se trata de un “bono energético” similar al que se entrega a las familias de menores recursos que no están conectadas a la red de gas. Para esto solicitarán al Municipio y la Provincia que instrumenten algún esquema de ayuda económica para aquellas familias que tienen inconvenientes para cumplir con esas obligaciones.
Desde la cooperativa aseguraron que los usuarios ya hacen un uso racional de la energía, es decir, que quienes no pueden afrontar las boletas es por es su peso económico y no por un uso deliberado de los aparatos eléctricos.
Desde el Frente de Todos insisten con “desdolarizar”
La cooperativa CALF participó del encuentro “Energía y minería” que se llevó a cabo en Buenos Aires junto con representantes de cooperativas eléctricas y entes mineros de otras 20 provincias, con el objetivo de discutir tarifas y política energética.
El cónclave incluyó a funcionarios y exfuncionarios de la CNA, del ENRE, del ENARGAS e YPF, y fue coordinado por el diputado nacional Darío Martínez, presidente de la comisión de Energía de la Cámara de Diputados de la Nación.
Uno de los puntos tratados fue la “desdolarización” de las tarifas que, como publicó “Río Negro”, tendría un mayor impacto en el gas que en la electricidad.
La convocatoria sumó además a los equipos técnicos para el área energética del candidato a presidente Alberto Fernández.
Desde la cooperativa eléctrica de la ciudad de Neuquén, Carlos Ciapponi, presentó las dificultades que enfrentó CALF a partir de los aumentos ordenados por la secretaría de Energía, instrumentados por Cammesa.
Martínez enfatizó que las tarifas no estarán atadas al dólar en un eventual gobierno futuro de Fernández. “Se necesita de un esquema tarifario” que prevea el ingreso de cada vecino, dijo el diputado Martínez quien postuló que “el valor de la energía es una decisión política”.
Los partícipes del encuentro elaboraron puntos de consenso en los que se incluyó la incorporación de criterios de equidad en el acceso a la energía, potenciar el desarrollo industrial y tecnológico en base a los recursos y capacidades nacionales y una “equitativa distribución federal de los suministros e infraestructuras”.
Se destacó el rol de las cooperativas vinculadas a la energía en el desarrollo territorial, y la necesidad de avanzar en alternativas para enfrentar la emergencia con medidas que aporten alivio a los sectores más castigados y “soporte para el despegue sostenible del país”.
Martínez aseguró que la participación del presidente de CALF fue importante en nombre de una entidad “que alzó la voz y llevó adelante una decisión trascendental y ejemplificadora de no trasladar los aumentos a los asociados”.
La medida generó una deuda de más de 700 millones de pesos.
ANÁLISIS: ¿El dólar es todo el problema?
Ante las situaciones límites, como el ahogo que provocan las tarifas de los servicios públicos en la actualidad, la mayoría de las soluciones parecen mágicas. Resulta clave un análisis en profundidad que permita consolidar cambios inclusivos y sostenibles en el tiempo.
Aunque es cierto que los precios de los servicios públicos parecen pertenecer más al terreno de las fantasías que al real. El congelamiento desató una vieja discusión que nadie quiere dar: los costos del petróleo. Algo similar ocurre en el gas: es difícil saber cuánto cuesta o si es que existe un único valor para extraer el fluido.
A diferencia del crudo, el gas no es un commodity y por eso podría estar alcanzando con cierto realismo en un debate de desdolarización. En igual medida puede pensarse en la energía que en más de un 60% es generada por centrales que utilizan gas.
En caso de avanzar en ese sentido se despertará a un monstruo de dos cabezas, alimentado por la Ley Corta, que lleva el rostro de las provincias productoras y las empresas del sector.
Ciertamente, como dirán, no es el único componente de las facturas a revisar por lo que el Estado Nacional, las cooperativas y distribuidoras deberán mirar hacia adentro también.
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