Cajón del Covunco: así es por dentro esta joya del norte neuquino
El agua del arroyo corre tibia en el espectacular cañadon que se extiende unos 5 km a 30 km de Varvarco en esta maravilla donde nidifican los cóndores.
El arroyo Covunco se alimenta de deshielos provenientes de las cumbres del complejo volcánico Domuyo y recorre el Área Natural Protegida hasta su desembocadura en el río Varvarco en el norte neuquino.
El cajón del arroyo Covunco (agua caliente en mapuche) está formado por altos paredones de hasta unos 80 metros constituidos por coladas lávicas de basalto. La acción volcánica en combinación con la erosión del agua ha conformado espectaculares geoformas y escenarios naturales.
Hasta ahí llegó días pasados el guardafauna y fotógrafo Martín Muñoz en busca de sus cotidianos registros de flora y fauna junto a dos compañeros de travesía, cada uno provisto con un equipo de radio en este maravilloso lugar donde es recomendable llegar con un guía de Varvarco (a 30 km) y dar aviso a los guardaparques.
«En esta época el agua corre tibia porque no hay deshielo, una situación parecida a la de abril. Con el deshielo viene mucha agua y se enturbia. Este cañadon se extiende unos 5 km y después se abre», explica Martín.
Las altas paredes son sitio de nidificación y descanso de cóndores, explica además el guardafauna. Existe un mirador natural situado en la punta de una loma (1762 msnm), desde donde junto a la impactante vista pueden verse volar cóndores de cerca.
Al Área Protegida se accede a través de la ruta nacional 40 hacia el norte de la provincia de Neuquén hasta Chos Malal.
Después se toma la ruta provincial 43, pasando por la localidad de Las Ovejas, para acceder a la localidad de Varvarco. Desde aquí se continúa el camino de ripio, ingresando al parque al pasar por el cajón del Atreuco, luego de un puente, se continúa por el mismo camino pasando por el paraje Aguas Calientes, desde donde se deben contabilizar 14 km hasta el cajón del Covunco.
Año de creación: 1989.
Superficie: 92.000 hectáreas.
Jurisdicción: provincial.
Ubicación: norte del Neuquén.
Objeto de creación: proteger especies de la «Estepa Altoandina» y vestigios arqueológicos prehispánicos.
Época más propicia para visitarla: fines de primavera, verano y otoño.
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