Allanan nuevamente las cabañas para ver si Muñoz estuvo allí
A pedido de los abogados de la familia del policía asesinado, buscan con perros rastros en el complejo Nahuel Hue.
Allanan nuevamente las cabañas para ver si Muñoz estuvo allí
La Justicia ordenó este lunes un nuevo procedimiento en las cabañas Nahuel Hue, cuyo propietario es el presidente de la junta vecinal del barrio Nuestras Malvinas, Sergio Herrero. Los perros que el sábado llegaron hasta el lugar donde apareció el cadáver del policía Lucas Muñoz, siguieron el domingo un rastro que, según el abogado de la familia del oficial asesinado, llevaron hasta el complejo turístico. La fuerzas federales ya habían recorrido el lugar sin demasiado éxito.
Muñoz desapareció el 14 de julio pasado y su cadáver fue hallado el 10 de agosto en un descampado de la Ruta de Circunvalación, muy cerca de la rotonda que forma con la avenida Juan Herman y la Ruta 40 Sur.
Según lo que dijo el abogado de la querella, Alejandro Pschunder, la idea es tratar de determinar en qué lugar estuvo cautivo y dónde lo mataron. El oficial recibió un disparo en la pantorrilla izquierda y otro en la nuca, lo que permite presumir que fue ejecutado por la espalda.
Tres perros conforman el equipo que cumplirá la orden que autorizó el juez subrogante, Juan Martín Arroyo (Bernando Campana está de viaje). Del procedimiento toma parte el fiscal de la causa por la desaparición y asesinado de Muñoz, Martín Govetto.
Caso Muñoz: allanan un complejo de un dirigente vecinal
Gendarmería Nacional y la Policía de Seguridad Aeroportuaria con varios móviles irrumpieron esta mañana en el complejo de Cabañas Nahuel Hue en el barrio Malvinas, propiedad del dirigente vecinal Sergio Herrero. Los agentes llegaron con una orden de allanamiento del juez Bernardo Campana que investiga la desaparición y el homicidio del policía Lucas Muñoz.
Cinco móviles de la PSA con las luces encendidas permanecen en el interior del complejo que cuenta con 10 hectáreas y además permanece en el predio un móvil de criminalística de Gendarmería Nacional y una camioneta de esa fuerza. No se hizo presente el fiscal Martín Govetto ni el juez Campana.
En el predio vive el comisario Rodolfo Aballay, quien prestaba servicio en la Comisaría 28 y fue trasladado semanas atrás a Roca, a pocos días de que comenzara la investigación por la desaparición de Muñoz. La Jefatura de Policía en su momento dijo que el traslado era por “cuestiones operativas” y que no tenía que ver con el caso.
Aballay no estuvo en la investigación de la desaparición de Muñoz pero sí encabezó las tareas en el caso de Micaela Bravo.
La abogada querellante Karina Chueri dijo que testigos reservados señalaron el lugar con presunta vinculación al caso y que el juez autorizó la medida. “Se van a utilizar perros y solo hay perros de la Policía de Río Negro, únicamente tienen autorización de entrar los perros y una persona que los va a orientar”.
“Está ordenado un rastrillaje en todo el predio que es muy amplio y en cada una de las edificaciones del predio”, precisó la abogada quien llegó al lugar con el abogado Jorge Schunder, el padre y el hermano de Muñoz.
Chueri dijo a “DeBariloche” que el allanamiento fue pedido por la querella a partir de dos testigos de identidad reservada que hablaron con el juez: “indica este lugar con dichos de Lucas, si bien no indica las cabañas lo señala a Herrero”. Precisó que se “ordenó secuestrar todos los teléfonos y computadoras del lugar, además retirar parte de la flora”.
El propietario del complejo, Sergio Herrero, quien es presidente de la Junta Vecinal del barrio Malvinas, dijo a la prensa que es “amigo personal” del comisario Aballay quien desde hace 7 años vive en su complejo y negó que en el predio resida otro policía aunque dijo que tiene “relación” con el subcomisario José Jaramillo, el tercer jefe de la Comisaría 42 que está imputado por causas conexas en la investigación.
Herrero dijo que “vinieron a cumplir con una orden del juez, con una pista que obviamente es falsa”. El dirigente llegó al predio antes de las 10, en un principio no le permitieron el ingreso y luego se autorizó. El complejo tiene cabañas y trabaja habitualmente con el turismo estudiantil.
“Que hagan lo que tengan que hacer, que den vuelta el lugar, no tengo absolutamente nada que ocultar, para hablar hay que estar limpio y yo no tengo nada que esconder”, afirmó Herrero antes de retirarse del predio ubicado al final de la calle Soldado Olavarría.
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